Pasado, presente y futuro de la industria local a través del arte

Vilafranca 'teje' sus calles con calcetines para ensalzar la tradición textil

Postales a cambio de calcetines en las calles de Vilafranca: la propuesta artística con la que Javier Soligó busca implicar a todo un pueblo y recuperar algo de normalidad tras un año tan convulso

31/07/2021 - 

CASTELLÓ. Hace un par de semanas que 400 calcetines decoran la calle Mayor de Vilafranca. Ni banderillas ni pancartas, sino calcetines colgados entre las casas de la localidad. Pero... ¿por qué? La clave la tiene Javier Soligó, que ha hecho cómplice a todo su pueblo para poner en valor, a través del arte, la tradición textil que tanto caracteriza a este municipio del interior castellonense y que ahora no atraviesa sus mejores momentos. 

Tradición y diversidad se dan la mano en la obra del vilafranquino, empeñado en crear algo del pueblo y para el pueblo. Los calcetines como símbolo de la industria textil, tan arraigada a Vilafranca. El joven estudiante de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València confiesa a Castellón Plaza que eligió esta original idea como Trabajo de Fin de Grado. Soligó elaboró mediante serigrafía unas 300 postales que comenzó a 'vender' en una tienda local. Sin embargo, el artista no pedía dinero a cambio, sino calcetines para poder llevar a cabo su obra artística. "La respuesta de los vecinos y vecinas fue muy buena, todos respondieron muy bien y al final conseguí 798 prendas, aunque no podía colgarlas todas", explica. 

Las guirnaldas de calcetines seguirán dándole una nueva vida a la Calle Mayor de Vilafranca durante, al menos, un mes. Dos cientos metros de prendas que simbolizan la tradición textil del municipio castellonense dónde la centenaria empresa Marie Claire daba trabajo a casi todo el vecindario en su fábrica. Ahora, tal y como explica Soligó, "el año de la pandemia ha sido bastante convulso para las empresa local y todos sus trabajadores, la mayoría vecinos de Vilafranca. El confinamiento también provocó un aislamiento entre el vecindario y yo quería hacer algo para que se retomara el contacto dentro del pueblo, un proyecto que la gente sintiera como suyo".

A pesar de ser un municipio pequeño (poco más de 2.000 habitantes), Vilafranca es un pueblo con una gran riqueza cultural -llegando a ser Capital Cultural Valenciana en el año 2019/20-. Es por esta razón que todo el vecindario (casi la mitad de habitantes cedieron sus calcetines) se implicó de lleno en la propuesta artística del joven. Y es que, como todo proyecto, esta original idea guarda un trasfondo. Mediante cuatro diseños diferentes de postales, Soligó quiso retratar el pasado, presente y futuro industrial de Vilafranca, pero también la diversidad y el fuerte sentimiento de comunidad que caracteriza al municipio. Calcetines de todos los tamaños, formas y colores que guardan detrás una historia y que dan sentido al mensaje de diversidad y colaboración que el joven artista quiere transmitir con su obra.

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