Aragón avisa: el macroproyecto eólico de Forestalia provocará la muerte de aves

CASTELLÓ. "La implantación del clúster eólico aumentará significativamente los potenciales riesgos de colisión y muerte de ejemplares, además de suponer una pérdida de áreas de alimentación y nidificación que constituyen parte del hábitat de éstas especies". Así de rotundamente se expresa la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón respecto al macroproyecto que Forestalia tramita en el límite de la provincia de Teruel con Castellón. 

En el mismo documento en que alerta del "máximo riesgo" para el medio ambiente del proyecto, que prevé 22 parques, el Ejecutivo aragonés recalca la peligrosidad de las aspas de los aerogeneradores para las aves... y aporta datos. En concreto, de la mortandad provocada por los parques eólicos de la provincia de Castellón. 

En los 17 parques castellonenses repartidos por el Maestrat, y "según datos oficiales de la Generalitat valenciana", como recoge el documento aragonés, "se ha podido acreditar desde 2018 la muerte de más de 1.347 ejemplares de diferentes especies de fauna".

Casi cien especies diferentes

Aunque la gran mayoría de las aves muertas en territorio castellonense, con el 61%, son buitres leonados (se han contabilizado más de 825), los datos de la Conselleria de Medio Ambiente contabilizan cadáveres de "cerca de 100 [especies de ave] distintas", tal y como recoge el documento. Dada la gran cantidad de buitres, la gran mayoría, el 67%, "correspondían a ejemplares de rapaces de diferente tamaño", con más de 900 en total.

En este contexto, el departamento de Medio Natural aragonés, en un documento firmado el pasado día 9 por su director, Diego Bayona, considera una amenaza para la avifauna los 22 parques eólicos previstos en ocho municipios turolenses, siete de ellos colindantes con Castellón. 

Zona de especial importancia

No en vano se enmarca en un espacio en que confluyen varias Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAs), entre ellas la turolense Río Guadalope-Maestrazgo y las castellonenses de Penyagolosa y de l'Alt Maestrat, la Tinença de Benifassà, el Turmell i Vallivana. 

Así, el documento resalta que se conocen al menos "150 parejas reproductoras de buitre leonado y 5 de alimoche solo en los términos municipales afectados directamente por el clúster (censos de 2018), a los que habría que sumar ejemplares procedentes de una amplia zona de influencia, tanto en el ámbito de Aragón como de la Comunitat Valenciana". Además de estas, entre las especies presentes  resalta el águila calzada, la culebrera europea y "la cada vez mas frecuente presencia de quebrantahuesos". 

De todas ellas alerta de "al menos un riesgo cierto de desaparición de la población reproductora, pero también de alta probabilidad de mortalidad directa en el caso de que estas parejas se mantuviesen en las inmediaciones después de ser desplazadas por la construcción de las infraestructuras".

Efecto barrera

Asimismo, el documento de Medio Natural recalca que, además de la mortandad que pueden provocar los molinos, estos, que tienen una altura prevista de 121 metros y un diámetro de rotor de 158 metros, conllevarán también "un efecto barrera que impedirá la adecuada conectividad indispensable entre espacios de la Red Natura 2000".

De cara a contrarrestar todo ello, el Estudio de Impacto Ambiental aportado por la empresa promotora, Forestalia, "aporta medidas que pueden ser interesantes, y que sin duda podrán tener efectos favorables", como la instalación de "detectores de aves y quirópteros [murciélagos] en algunos aerogeneradores con mecanismo de parada si fuera necesario". Pero respecto de estos mecanismos el Gobierno aragonés apunta que poseen "una eficacia muy limitada, especialmente en el caso de los murciélagos".

Por todo ello, el estudio concluye que el proyecto supone un "riesgo que no es asumible" para las especies de fauna de la zona, y especialmente para el quebrantahuesos, en proceso de reintroducción y en peligro de extinción.