CASTELLÓ. Sin duda alguna, uno de los actores del sector azulejero más activo de los últimos años es Bestile. La compañía de l'Alcora, que en primavera materializó la compra de una de las firmas históricas del azulejo provincial, Azulindus y Martí, acaba de hacerse con otra firma de larga trayectoria, aunque de mucho menor calado.
Se trata de Universal Cerámica (Unicer), una firma nacida en 1973 pero que en los últimos años venía sufriendo numerosas dificultades. Tanto es así que su facturación, que en 2019 fue de 5 millones de euros, cayó el año pasado hasta los 3,2 millones. Asimismo, en los dos últimos ejercicios había acumulado 3 millones de euros en pérdidas, una cuestión que ha resultado imposible de salvar para mantener su independencia.
Además, las deudas, que se elevan a seis millones de euros entre los instrumentos financieros y los acreedores comerciales a corto y largo plazo, han resultado otro escollo insalvable.
Con todo ello, la factoría de revestimiento de l'Alcora, que en los últimos años había sido reconocida por su línea de material Small Size, con un grosor de hasta 2 centímetros, pasa a engrosar el listado de activos de Bestile, que suma una nueva planta fabril, y ya van siete, a sus centros de producción.
La firma dirigida por Celso López no cesa de crecer y sus últimas cuentas depositadas, de 2019, recogen una facturación de casi 62 millones de euros, 12 más que un año antes. Estas cifras, que ahora quedarán muy por debajo, todavía han de crecer más. No en vano, en base a su colaboración con Pamesa, la compañía será la encargada de gestionar los activos del grupo Azuliber, recientemente adquiridos por el primer fabricante europeo de azulejos y baldosas, tal y como ha detallado su presidente, Fernando Roig.
