CASTELLÓ. La economía castellonense, a tenor de las compraventas en el extranjero, mantiene un comportamiento más que correcto. Tanto es así que, a falta de un mes para acabar 2021, la provincia ha batido su récord de exportación. Con prácticamente ventas por valor de 8.000 millones de euros (7.996 para ser exactos), las empresas de Castellón han superado ya su mejor registro anual, alcanzado en 2019 con 7.927,5 millones.
De esta manera, la cifra definitiva del ejercicio pasado, una vez incorpore el dato de diciembre, dejará muy atrás estos registros. No en vano, solo en noviembre la exportación provincial alcanzó los 898 millones de euros, tal y como ha recogen las estadísticas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, difundidas este jueves. Con ello, el dato al cierre de 2021 estará cerca de los 9.000 millones. En el penúltimo mes del ejercicio pasado la exportación castellonense creció un 23,8% respecto al anterior. En lo que se refiere al acumulado del año, el incremento es del 19,5%.
Es verdad que a ello contribuye el alza de precios que en general viene registrando la economía mundial. Pero no solo esta razón explica el incremento del valor de las exportaciones castellonenses. Y es que también la cantidad de producto exportado desde la provincia crece. Así, desde Castellón partieron en los once primeros meses del año pasado 12,5 millones de toneladas de bienes y productos, lo que supone un 9,5% más que en el mismo periodo de 2020. Es decir, Castellón exporta más, y más caro.
Eso sí, habrá que ver si este incremento será suficiente para compensar el de las importaciones, en las que la diferencia entre precio y tonelaje es más palpable. Así, mientras el peso de los productos que llegan a la provincia creció un 18,9% (hasta los 14,3 millones de toneladas), su precio se incrementó un 43,5% hasta los 5.518 millones de euros.
Y lo peor de esta estadística es que el registro más malo se dio en noviembre, con un encarecimiento del 116% (un 58% en cuanto al peso), en lo que sin duda tiene mucho que ver el aumento de precio de las materias primas y del combustible.
El auge de la exportación castellonense no puede explicarse sin tener en cuenta al principal sector de la economía provincial, el azulejo. Y es que buena parte del incremento viene dado por la industria cerámica. En noviembre el valor de las baldosas enviadas fuera de España creció un 25,8%, con lo que el porcentaje volvió a situarse, después de cuatro meses, por encima del 20%.
En lo que respecta al acumulado del año, con una facturación en el mercado externo de 3.377 millones de euros, la cerámica española crece un 25,3% en cuanto al montante económico. Aquí, la diferencia con el peso no es tan acusada como en el global de la economía (las toneladas de revestimiento aumentan un 20,5%) y eso apunta a una pérdida de rentabilidad del sector, claramente lastrado por los altísimos costes de producción.
En cuanto al resto de productos, todos los que lideran la tabla en Castellón (tras el azulejo se sitúan las fritas y esmaltes, los combustibles, productos plásticos, químicos y piezas de automóvil) registran incrementos significativos. Solo los cítricos rompen esta tónica y, aunque se mantienen como el tercer producto que más exporta Castellón, caen un 7,56% respecto a los once primeros meses de 2020. Esto se debe a la caída de tonelaje de la campaña en curso y a las menores ventas por los bajos calibres del final de la pasada.
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