CASTELLÓ (EP). La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a cinco hombres y cuatro mujeres a penas que oscilan entre los tres meses y los cinco años y un mes de prisión por formar parte de una organización especializada en estafas y robos en viviendas, que actuaba por todo el país desde la localidad de Oropesa.
A los condenados se les considera autores de los delitos continuados de robo con fuerza y estafa en grado de tentativa, integración en grupo criminal, extorsión en grado de tentativa y falsedad en documento oficial.
La sentencia, dictada después de que las partes alcanzaran un acuerdo de conformidad mediante el que los ahora condenados reconocían los hechos y se mostraban de acuerdo con las penas impuestas, es firme y no puede recurrirse, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en un comunicado.
Según la resolución, los condenados formaban parte de una organización basada en lazos familiares, directos o políticos, que tenía su sede en la localidad castellonense de Oropesa del Mar, lugar desde donde sus miembros se desplazaban por todo el país para perpetrar los robos y las estafas.
La banda estaba dirigida por dos de los condenados, padre e hijo, que marcaban los objetivos e impartían las órdenes. A continuación, en el organigrama se encontraban los cargos intermedios, que se ocupaban de transmitir dichas órdenes. El resto de la organización se encargaba de cometer los robos, realizar las vigilancias o alquilar las viviendas donde residían y planificaban los asaltos.
Como norma general, las mujeres eran las encargadas de cometer los robos con fuerza en las viviendas, mientras que los hombres cometían las estafas. Así, entre los meses de octubre de 2020 y mayo de 2021, asaltaron al menos ocho casas en las provincias de Castellón, Sevilla, Huelva o Barcelona, de las que se llevaban dinero en efectivo o joyas.
Por otra parte, entre octubre de 2020 y enero de 2021, parte de los condenados intentaron comprar joyas con dinero falso. Para ello, uno de ellos se hizo pasar por el cónsul italiano en España y concertó una cita con un matrimonio, dueño de una joyería de Madrid, ante quien trató de cerrar la compra de joyas por valor de entre 20.000 y 40.000 euros.
Los joyeros sospecharon y se marcharon de la cita antes de iniciar ninguna operación comercial. Poco después, los condenados llamaron a las víctimas y les amenazaron de muerte si no les daban 12.000 euros. Uno de los líderes de la organización fue detenido el 29 de mayo de 2021 en Reus cuando portaba una carta de identidad y una tarjeta de identidad italiana falsas.