CASTELLÓ. Hace casi dos meses (en concreto, el 19 de abril), el entonces candidato del PPCV a la Generalitat, Carlos Mazón, en uno de sus múltiples viajes relámpago a la capital de la Plana para hacer campaña, se comprometía a dar "mayor peso a la provincia en el conjunto de la Comunitat" si lograba la presidencia del Consell el 28M. El barón popular recalcaba en aquella visita lo imperativo de contar con Castellón en un futuro Gobierno valenciano, consciente de que el morellano Ximo Puig no lo había hecho en su segunda legislatura al frente del Botànic.
"No está bien representada en la autonomía y es el momento de que lo esté", aseguraba Mazón, quien además justificaba la presencia de algunos candidatos en la lista castellonense a Les Corts ante la necesidad de elevar la "voz autonómica" en el caso de desbancar al PSPV, Compromís y Podem del Consell.
El pacto anunciado este martes para la Generalitat dispara las quinielas acerca de los posibles aspirantes del PPCS a ocupar algunas de las ocho carteras que, en principio, asumirá el Partido Popular. Fuentes consultadas señalan a este diario que no serían más de tres. Los cinco nombres que circulan entre los mentideros populares son Miguel Barrachina, Salomé Pradas, Rubén Ibáñez, Salvador Aguilella y Beatriz Gascó, números tres, cuatro, cinco, siete y ocho, respectivamente, de la candidatura al parlamento autonómico por Castellón.
Esta última cuenta con opciones para la Conselleria de Educación. Es la portavoz de esta materia en el PPCV y ha sido parlamentaria autonómica durante las dos últimas legislaturas. De hecho, se ha encargado de la parte educativa del programa electoral de los populares. Gascó fue directora general de Educación y Calidad Educativa entre 2011 y 2012 y directora general de Innovación, Ordenación y Política Lingüística entre 2012 y 2015.
Miguel Barrachina se ha convertido en uno de los hombres de confianza de Mazón. Su amistad se remonta a la etapa de Eduardo Zaplana como presidente de la Generalitat. En octubre de 2022, el líder del PPCV nombró al segorbino director del comité de campaña. Tras el pasado éxito en las urnas, recientemente lo escogió para conformar el equipo negociador en busca de alcanzar un acuerdo de gobernanza con Vox.
Pradas e Ibáñez también forman parte del núcleo duro del alicantino. Sin ir más lejos, Mazón los eligió en febrero de este año para constituir el grupo económico del PPCV, un órgano esencial con vistas a las elecciones, ya que se encargó de diseñar las propuestas fiscales del programa. En cuanto a Aguilella, más allá de su condición de secretario general del PPCS, tiene el aval de la presidenta provincial, Marta Barrachina.
Lo que parece evidente es Alberto Fabra y Marta Barrachina, uno y dos de la lista a Les Corts, están destinados a otros cometidos de distinta enjundia. El primero, como número uno al Congreso. La segunda, como futura presidenta de la Diputación.
Cualquiera de los cinco podría asumir una Conselleria, según las mismas fuentes, aunque tampoco se descarta que alguno acabe ocupando un alto cargo en el segundo y tercer escalón del Consell (por ejemplo, una secretaría autonómica). En este sentido, otros diputados, como Susana Fabregat, igualmente cuentan con opciones.
Tanto la mentada Pradas como Fabregat recogieron este lunes sus actas como concejalas del Ayuntamiento de Castelló. Su hipotética marcha a València, con independencia del puesto, obligaría a la nueva alcaldesa, Begoña Carrasco, a mover ficha para reajustar su gobierno municipal. Contraria a que los ediles diversifiquen esfuerzos, es decir, no tengan dedicación exclusiva, Maica Hurtado y Clara Adsuara sustituirían a las anteriores en el supuesto de correrse la lista.
Con el PP al frente de la Generalitat, la provincia siempre ha tenido representatividad en forma de consellers. En el mandato 1995-1999, el que inauguró una dilatada etapa popular en el Gobierno valenciano, Joaquín Farnós ejerció de altavoz de Castellón con la cartera de Sanidad. Las dos siguientes legislaturas, que representaron la despedida de Zaplana como presidente y el aterrizaje de Francisco Camps (con la transición de José Luis Olivas), se elevó exponencialmente el protagonismo de la provincia con hasta tres miembros en el Consell.
Entre 1999 y 2003, Manuel Tarancón, Vicente Rambla y Fernando Castelló ostentaron las áreas de Cultura, Economía e Industria, respectivamente. Solo el segundo se mantuvo en la sexta legislatura (2003-2007), aunque cambió de cartera al ocuparse de Sanidad. Víctor Campos, mano derecha de Carlos Fabra en la Diputación de Castellón, y Alejandro Font de Mora dieron el salto a València. El castellonense en calidad de conseller de Justicia y el vila-realense como titular de Presidencia.
El papel de la provincia continuó siendo significativo entre 2007 y 2011 con los mentados Rambla (Industria y vicepresidente primero) y Font de Mora (Educación). En julio de 2011, el caso Gürtel precipitó la dimisión de Camps como jefe del Ejecutivo autonómico. Su renuncia encumbró al entonces alcalde de la capital de la Plana, Alberto Fabra, como presidente. En ese ciclo político (hasta 2015), la vallera Isabel Bonig ocupó la cartera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.