Así es el día a día de las personas con síntomas prolongados

La realidad de la covid persistente en la Comunitat: 200.000 pacientes buscan tratamiento y respuestas

8/04/2023 - 

CASTELLÓ. Hace ya tres años que la covid-19 se extendió por el mundo con una rapidez sin precedentes. Desde entonces, la sociedad se ha enfrentado a una de las mayores crisis sanitarias de su historia: la pandemia del coronavirus. Según los expertos en epidemiología, "la mayor del siglo XXI tras la pandemia de gripe de 1918". Con más de seis millones de vidas perdidas en todo el mundo, más de setecientos sesenta millones de casos confirmados y economías totalmente devastadas, el impacto del coronavirus ha sido profundo y duradero. Y ha dejado una serie de secuelas muy difíciles de borrar. Secuelas ya no solo sociales o económicas, sino también en la salud de miles y miles de personas.

Y es que, a medida que durante estos tres años el virus ha ido extendiéndose, una nueva y misteriosa condición ha surgido en su estela: la covid persistente. También conocida como síndrome post-covid o covid de larga duración, esta condición afecta a personas que han contraído el virus pero que siguen experimentando síntomas semanas, meses e incluso años después de su recuperación aparente. Los síntomas varían ampliamente, desde fatiga crónica y dificultades respiratorias, hasta dolores de cabeza y pérdida del sentido del olfato y el gusto.

En la Comunitat Valenciana más de un millón y medio de personas se han contagiado del virus desde que estalló la pandemia, según las cifras oficiales de la Conselleria de Sanidad. De estas, cerca de 200.000 tienen covid persistente y presentan secuelas muy variadas. Aunque la mayoría de personas que se contagian de covid-19 se recuperan por completo en unas pocas semanas, algunas experimentan síntomas prolongados y debilitantes que pueden afectar a su calidad de vida y a su capacidad para realizar actividades diarias. Los síntomas comunes de la covid-19 persistente incluyen fatiga, dolor de cabeza, dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos persistente, dolor muscular y articular, palpitaciones, pérdida de olfato o gusto, problemas gastrointestinales y problemas neurológicos como niebla cerebral y problemas de memoria.

Aunque es una enfermedad que cada vez afecta a más personas, a día de hoy se desconoce la causa exacta de la covid persistente. Según apunta la doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública y subdirectora general de Epidemiología y Vigilancia de la Salud, Hermelinda Vanaclocha "todavía hay que definir bien qué significa covid-19 persistente porque todavía no esta ni siquiera suficientemente claro, hay muchos estudios, hay equipos de investigación en todo el mundo que están analizando qué es lo que debemos llamar covid persistente y cómo atajarlo desde una perspectiva terapéutica". "Va a pasar mucho tiempo hasta que lleguemos a definir bien esta enfermedad, aunque se está estudiando mucho este nuevo problema todavía no hay soluciones", señala la experta en epidemiología.

Para conocer la realidad que viven las personas afectadas por la covid persistente, este diario ha contactado con tres personas que siguen arrastrando las secuelas de esta enfermedad desde que se contagiaron por primera vez. A ellos el virus les ha cambiado la vida drásticamente y los síntomas prolongados han tenido un impacto muy significativo en sus capacidades para trabajar, socializar o, simplemente, poder disfrutar de la vida. Por no hablar del impacto en su salud mental y emocional, puesto que muchos pacientes se han visto sumidos en la depresión y la ansiedad por la incertidumbre y el dolor crónico que padecen. 

"La covid me ha dejado sin ganas de vivir"

Laura Martínez es vecina de Moncofa y tiene 56 años. Tal y como apunta a este diario, se contagió de coronavirus en octubre de 2020, hace casi tres años. Sin embargo sigue sufriendo los síntomas que tuvo cuando contrajo el virus. Por aquél entonces nadie hablaba de covid persistente y reconoce que, a día de hoy, los médicos no han sido capaces de diagnosticarla de esta enfermedad. "Yo ya tenía fibromialgia antes de contagiarme de covid-19 y también estoy operada del corazón, el coronavirus lo que ha hecho ha sido acrecentar todas mis dolencias. Pero esto es insufrible porque los síntomas no se han llegado a ir nunca, es como una rueda, tengo fatiga, conjuntivitis y fotosensibilidad crónica, no logro ver bien las letras del ordenador y no puedo caminar durante mucho tiempo porque desfallezco", explica Laura. "A mi la covid no me ha matado pero me ha dejado sin ganas de vivir, no me atrevo a hacer una vida normal, mi cuerpo ha quedado totalmente diferente a como era antes, antes andaba muchísimo y ahora soy incapaz de caminar", confiesa.

Inmaculada Beltrán también sufre covid persistente y su vida ha dado un vuelco de 180 grados. Al igual que Laura, Inmaculada tuvo que pedir la baja en el trabajo al contagiarse de covid-19 en enero de 2021. Sin embargo, esta baja se ha alargado tanto en el tiempo que ha sido despedida de su trabajo a consecuencia de esta enfermedad. Esta vecina de Castelló asegura que se encuentra en proceso de pedir una incapacidad puesto que desde que contrajo el virus sufre fatiga respiratoria y cansancio, taquicardia, déficit cognitivo y dolores musculares muy fuertes. Unos síntomas que le impiden hacer "una vida normal". "Mi madre tiene 80 años y está mucho más sana que yo, que tengo 58", asegura Beltrán.

Tanto Inmaculada como Laura confiesan a este diario que necesitan respuestas a esta enfermedad y un tratamiento que alivie sus síntomas para intentar llevar una vida "lo más normal posible". Por su parte, Eduardo Soriano es vecino de València y también paciente diagnosticado de covid persistente. Se contagió en marzo de 2021 e ingresó con neumonía bilateral en el Hospital Doctor Peset. Tras unos días hospitalizado, los médicos le enviaron a casa dónde estuvo dos semanas sin salir por los síntomas que padecía. Sin embargo, pasó el tiempo y esas afecciones no disminuyeron. Ahora, Eduardo convive diariamente con dolores de cabeza, vómitos, diarreas y malestar general. Unos síntomas que, según apunta, "varían cada día de intensidad". De hecho, la variación de intensidad de los síntomas que padece permite a Eduardo implicarse de forma activa en la búsqueda de soluciones para esta nueva enfermedad. Y es que este paciente valenciano, forma parte de varios estudios sobre covid persistente. Tal y como apunta a este diario, actualmente está participando en Virtapli, un estudio que comenzó el verano pasado impulsado por la Universidad Politécnica de València junto a las universidades de Zaragoza y Oviedo, sobre pruebas de memoria en pacientes con covid persistente. Asimismo forma parte de otro estudio sobre afectación psicológica impulsado por la Fundación Visible.

Más investigación y reconocimiento

Los tres afectados reconocen a este diario la "extrema necesidad de que se reconozca esta patología por parte de los representantes políticos y la comunidad sanitaria", y piden más inversión en investigación para conocer qué es y qué provoca exactamente esta enfermedad. Así como una mejor atención médica especializada, formación en covid persistente para los profesionales sanitarios, soluciones en el ámbito de los derechos laborales en el Estado del bienestar y que no se olvide a los niños y adolescentes que hay entre los afectados "cuya sintomatología e incapacidad les impide seguir asistiendo a clase y continuar con sus estudios".

Es por esta razón que, junto a un grupo de pacientes también afectados por esta enfermedad, han lanzado una petición en la plataforma Change.org bajo el nombre 'La lucha de la covid persistente'. En este momento, la petición acumula un total de 3.588 firmas, aunque para que las firmas sean efectivas las personas que deseen ayudar a los pacientes de covid persistente deben darse de alta en la web y confirmar su firma mediante un mail envido por esta plataforma.

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