Marcelino García Toral durante el encuentro del Villarreal ante el Panathinaikos. VILLARREAL CF VILA-REAL. El Ramón Sánchez-Pizjuán va a ser escenario en la tarde de este domingo (18:30) de un cruce de dinámicas diagonalmente opuestas. Se enfrentan un Sevilla deprimido, recién eliminado de manera cruel de la Champions y que no gana en Liga desde septiembre, y un Villarreal que no conoce nada más que la victoria desde que Marcelino se sentó en su banquillo. Por tanto, los amarillos buscan pescar en el mar revuelto sevillista para seguir alejándose de la zona roja de la clasificación.
Ambos equipos llegan desgastados después de jugar entre semana sus respectivos encuentros europeos, pero el conjunto hispalense con mucha más presión por los malos resultados de toda la temporada y la complicada situación extradeportiva que vive. Su entrenador, el uruguayo Diego Alonso, está en la cuerda floja y no puede permitirse muchos más tropiezos. Ese ambiente de duda es el que quiere aprovechar el Villarreal para sumar tres nuevos puntos y continuar en la línea ascendente de la última semana.
Tras vencer al Panathinaikos y conseguir el billete a la ronda eliminatoria de la Europa League, el cuadro de la Plana Baixa quiere volver a sumar tres puntos en la Liga. Para ello no podrá contar con los lesionados Aïssa Mandi, Denis Suárez, Yeremy Pino ni Alexander Sørloth.
La buena noticia es que Juan Foyth, Ilias Akhomach y Raúl Albiol, que fueron sustituidos con diferentes molestias el jueves, están recuperados y disponibles. Además, Francis Coquelin por fin regresa a una convocatoria tras superar nueve meses después su larga lesión de rodilla.
El principal reto de los groguets es que se vea durante el máximo tiempo posible el juego de la primera parte contra el Panathinaikos o el de la segunda contra Osasuna. Un fútbol mucho más organizado, más alegre en ataque y, sobre todo, más seguro atrás. Marcelino espera que el del Pizjuán sea el primer encuentro en el que su equipo consiga dejar la portería a cero.
El Sevilla recibe al Submarino con una necesidad máxima de sumar los tres puntos. Con doce unidades, el conjunto andaluz está peligrosamente asomado a los puestos de descenso. Además, Sergio Ramos y Jesús Navas fueron expulsados en la derrota de la última jornada ante la Real Sociedad, por lo que dos piezas fundamentales del equipo, probablemente las dos de más galones, no estarán disponibles contra el Villarreal.
Tampoco lo estarán los jugadores lesionados Nyland, Marcão, Badé, Soumaré, Lamela y Suso. Con todo, el conjunto dirigido por Diego Alonso se ve muy mermado después de caer eliminado de la Champions por su derrota 2-3 ante el PSV el pasado miércoles.
La afición hispalense, que lleva tiempo mostrando su rechazo a la directiva de Pepe Castro, deberá volver a darlo todo por sus futbolistas para que venzan en un Sánchez-Pizjuán que solo ha visto dos victorias locales en los diez partidos de esta temporada entre Liga y Champions.
En los últimos tiempos al Villarreal no se le ha dado nada bien jugar contra el conjunto de Nervión, ya que los últimos cuatro enfrentamientos se saldaron con dos victorias sevillistas y dos empates. En cuanto a los partidos en el Pizjuán, los tres últimos precedentes fueron victorias locales, siendo el último triunfo del Submarino en diciembre de 2019.
Sevilla: Dmitrović; Juanlu, Nianzou, Gudelj, Acuña; Sow, Fernando, Rakitic; Lukebakio, Ocampos y En Nesyri.
Villarreal: Jörgensen; Foyth, Albiol, Cuenca, Pedraza: Altimira, Parejo, Capoue, Baena; Morales y Gerard.
Árbitro: Isidro Díaz de Mera Escuderos (Comité castellanomanchego).
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán (18:30).
