BENICÀSSIM. La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués (PP), tal y como anunció el pasado pleno del 2 de enero, ha iniciado una ronda de reuniones con los portavoces de los grupos de la oposición y técnicos municipales con el objetivo llevar a pleno las cuentas para 2023. La búsqueda del consenso, empero, se intuye harto difícil en vista del precedente del pasado mes de octubre, cuando el PSPV, Ciudadanos, Compromís, Ara Benicàssim y el grupo de no adscritos tumbaron el anteproyecto económico.
En efecto, cabe recordar que en el último trimestre de 2022 el equipo de gobierno inició los trabajos para la elaboración del anteproyecto de Presupuestos 2023, manteniendo una reunión con los diferentes portavoces en las que se dieron a conocer, por parte de la intervención municipal los grandes números para el presente ejercicio. Así pues, se propuso llevar a pleno la aprobación de una operación de carácter financiero con el objetivo de equilibrar el capítulo de ingresos y gastos mediante sobrantes de tesorería.
La oposición en bloque votó en contra de dicha modificación, dificultando con ello la presentación de un anteproyecto de presupuesto para el 2023 equilibrado, tal y como marca la ley de Haciendas Locales, cuestión que provocó la salida del Grupo Ciudadanos del equipo de gobierno del que hasta entonces formaba parte. "Una vez más, desoyendo los informes de la intervención municipal, los grupos de la oposición bloquearon las cuentas municipales, primando los intereses electorales de cada partido, por encima de los intereses de los vecinos de Benicàssim, que un año más, empiezan el año con sus cuentas prorrogadas", declara la alcaldesa.
Y es que, tal y como rezan los informes técnicos municipales, "la situación económica que padecemos con una inflación desbocada y el incremento de precios en general, aumentan el capítulo de gastos y, por otro lado, la merma en los ingresos derivados de las entrada en vigor de la nueva ley plusvalías hace que tengamos que prever menores ingresos para el 2023, por ello se propuso al pleno la modificación del pasado mes de octubre, con la incorporación de activos financieros que hubieran permitido equilibrar los gastos e ingresos y empezar a trabajar con las propuestas, aportaciones y planteamientos económicos de cada grupo", denuncia el concejal de Hacienda, Arturo Martí.
Aun así, Marqués se comprometió a escuchar a todos los grupos políticos resaltando que "estamos abiertos al diálogo y a cualquier propuesta que sea real y útil, venga de quien venga. Desde nuestra responsabilidad sabemos que tener unas cuentas actualizadas y ajustadas es lo deseable a la hora de gestionar un municipio, a partir de un documento que sea equilibrado entre los ingresos y los gastos. Lo que no estamos dispuestos es a caer en la trampa de la irresponsabilidad y llevar a aprobación unas cuentas ficticias, desequilibradas y que mermen los servicios y las políticas públicas, como tampoco vamos a consentir que ningún partido amenace, por interés partidista o rédito electoral, la estabilidad de un presupuesto que impidan el avance de la ciudad", agrega.
"Confío en que la oposición sea rigurosa en sus planteamientos y poder alcanzar un consenso porque la ciudadanía merece los mejores servicios y las mejores políticas. Benicàssim necesita un presupuesto serio, real y equilibrado, que no esté sometido a intereses partidistas ni a cábalas electorales", incide Marqués, a la vez que recuerda que "cuando llegué en 2011 había una deuda viva municipal en el Ayuntamiento de Benicàssim de 17 millones de euros y facturas en el cajón por importe de 1.200.000 euros. Hoy, los vecinos de Benicàssim pueden estar tranquilos pues disponen de unas cuentas municipales saneadas y los proveedores ya no esperan", concluye.
