El Partido de las Leyendas: una cita llena de emotividad e historia 'grogueta'

VILA-REAL (EFE). Un día para la historia del Villarreal CF. El Estadio de la Cerámica albergó este sábado uno de los grandes actos del Centenario del club groguet: el Partido de las Leyendas. Jugadores históricos del Villarreal y de España se midieron durante la tarde del sábado en un encuentro repleto de grandes futbolistas pero que fue mucho más que eso. La entidad de la Plana aprovechó para elegir el mejor once de su historia, el mejor gol y reconocer la figura del defensa internacional Pau Torres.

En los prolegómenos del partido el club realizó un homenaje a alrededor de 150 exjugadores que durante distintas épocas defendieron la camiseta amarilla. Todos ellos se fotografiaron con el presidente Fernando Roig, que fue uno de los grandes protagonistas de la previa sobre el césped de la Cerámica. Divididos por décadas en un primer momento y en una gran foto de familia posterior, inmortalizaron ese especial momento.

Acto seguido, los 24 futbolistas que disputarían El Partido de las Leyendas se retiraron al túnel de vestuarios y fueron saltando uno a uno al terreno de juego con una espectacular presentación y posterior ovación por parte del público. Cuando ya todos habían saltado al césped se colocaron para hacerse una foto de equipo junto al presidente y el entrenador Benito Floro.

El mejor equipo

La elección del once y el mejor gol se ha realizado bajo votación por todos los aficionados en los canales oficiales del club, y que decidieron que el once de la historia del Villarreal es el que forman Sergio Asenjo como portero, Juan Foyth como lateral derecho, Gonzalo Rodríguez y Raúl Albiol como centrales, Joan Capdevila como lateral izquierdo; Marcos Senna y Bruno Soriano como pivotes; a los que acompañan Santi Cazorla y Juan Román Riquelme como volantes; siendo los delanteros el uruguayo Diego Forlán y Gerard Moreno.

El gol del primer ascenso

En el capítulo de mejor gol de la historia, el club ofreció una lista de más de 20 goles en estos cien años de historia y el elegido fue el de Alberto Saavedra en Compostela, que significó el ascenso del Villarreal a Primera por primera vez en su historia, coincidiendo además, por ser un gol de muy bella factura, ya que fue un centro chut desde casi el banderín de córner, que entró por la misma escuadra.

Para los aficionados, ese gol significó algo tan inesperado y tan especial, que marcó el cambio definitivo para el club.

Además del mejor once y el mejor gol, el Villarreal quiso entregar la insignia de oro y brillantes del club al futbolista a Pau Francisco Torres por representar todos los valores que el club cree que le identifican. Un joven criado en la cantera y de Vila-real, que ha llegado a lo máximo siendo un jugador importantísimo en el club.