CASTELLÓ (EFE). El Ayuntamiento castellonense de Benicàssim exigirá unos "estándares" altos a la empresa The Music Republic, organizadora del Arenal Sound de Burriana, en caso de que esta finalmente alcance un acuerdo con el FIB para su compra en el marco de unas negociaciones que ya son "firmes". Según publica este lunes el periódico Mediterráneo, se ha perfilado un acuerdo que le permitirá a dicha empresa la explotación de la cita durante un periodo de 15 años, prorrogable a otros 15.
Fuentes del Ayuntamiento de Benicàssim han señalado a EFE que la alcaldesa, Susana Marqués, mantendrá este martes una reunión con representantes del Arenal Sound y del Festival Internacional de Benicàssim para tratar los condicionamientos que impone el municipio para la organización del festival y que deberán ser cumplidos por aquella empresa que asuma su dirección. Estos estándares pasan por unas medidas de limpieza, de seguridad y de organización concretas y han hecho del FIB un cita "modélica" a la hora de ofrecer confort a sus asistentes, añaden.
Según han explicado a EFE fuentes conocedoras del proceso, los contactos para la compra se habrían iniciado tras sanearse las cuentas del FIB tras el concurso de acreedores declarado en 2013 -un extremo que confirmó su actual director, Melvin Benn, el 9 de julio- y la empresa The Music Republic estaría negociando con la dirección del FIB una compra en un proceso que avanza de manera "firme".
Las empresas, sin embargo, guardan silencio y fuentes del FIB han explicado a EFE que "ha habido otras ocasiones en las que se han difundido rumores de compra", sin confirmar ni desmentir las negociaciones con The Music Republic.
La promotor actualmente organiza, además del festival Arenal Sound, el festival Viña Rock, el Granada Sound, el Festival de Les Arts, el Interestellar Sevilla y Madrid Salvaje. David y Toño Sánchez, los hermanos al frente de la misma, han estado visitando la última edición del FIB y no sólo charlaban en la zona VIP con representantes de la cita benicense sino que disfrutaron de varios conciertos entre el público, en los que se les vio hacer fotos y vídeos.
Melvin Benn, por su parte, solo se dejó ver fugazmente en la zona VIP el sábado a primera hora con semblante serio y no participó el domingo en la tradicional rueda de prensa que tiene lugar en cada edición, porque ésta no se celebró. Este hecho levantó ya suspicacias entre las docenas de periodistas que cubren el festival, que además vieron que el comunicado de balance llegaba cerca de las dos de la madrugada, aunque había sido anunciado para el mediodía.
Ese comunicado constataba algo que no había pasado desapercibido para nadie, la pérdida de público precisamente para celebrar el 25 aniversario del FIB con un cartel menos atractivo de lo habitual que se cobró 12.000 espectadores diarios, ya que se pasó de una cifra global entre los cuatro días de conciertos de 160.000 "fibers" en 2018 a 114.000 en la de 2019.
Las reacciones en las redes sociales ante una posible venta al Arenal Sound no se han hecho esperar y la decisión ha provocado malestar general y miedo a que el modelo del festival de la playa burrianense -dirigido a un púbico joven y con una programación cada vez más centrada en ritmos urbanos, como el reggaeton, y electrónicos- se pudiera trasladar al FIB.