Hoy es 15 de noviembre

Figuratio I, “Mein Logos!” 

David Moliner estrena nueva obra junto a la Joven Orquesta Nacional de España

13/01/2021 - 

CASTELLÓ. Figuratio I, “Mein Logos!” es un concierto para percusión y orquesta, por encargo de la Fundación SGAE y la AEOS. Una obra donde David Moliner exprime su doble faceta: compositor e intérprete solista, y que se estrena en las jornadas del 'Encuentro Sinfónico' de la Joven Orquesta Nacional de España.

La JONDE bajo la dirección de Lucas Macías –con Isabel Rubio como directora asistente– presenta un programa que incluye el estreno absoluto de dos piezas, la anteriormente citada del castellonense David Moliner Figuratio I, “Mein Logos!” y Sonic Canvas de Raquel García-Tomás, reciente Premio Nacional de Música 2020 en la modalidad de composición, ambos participan en este encuentro como compositores residentes. Además, el programa se completa con la Sinfonía nº.2 op. 73 de Johannes Brahms. 

La Joven Orquesta Nacional de España con su tradicional 'Encuentro Sinfónico' realiza cuatro conciertos en enero, dos en Zaragoza, uno Madrid y otro en Ávila.

La percusión como instrumento concertante

En otras épocas era común que los intérpretes fueran también compositores, como J.S. Bach, W.A. Mozart, L. van Beethoven, F. Chopin o F. Liszt., ahora, en nuestra cultura occidental y la constante especialización se ha convertido en todo lo contrario. A diferencia de otras corrientes musicales, en la clásica existe la figura del compositor–director, pero escasea la del compositor–instrumentista.

Y aún escasea más las incorporaciones de la percusión como instrumento solista, y que cuyo creador sea, a su vez, el intérprete. Hasta la aparición de creadores como E. Varèse o I. Xenakis, la percusión tenía un protagonismo escueto en la orquesta clásica. Pero su auge en el siglo XX ha disparado la atención de muchos compositores hasta consolidarlo como un instrumento determinante con infinitud de posibilidades tímbricas.

David Moliner, quién estudió con Pascal Dusapin y Jörg Widmann, en Ginebra y Berlín respectivamente, es cuando se influye de dicha premisa, la doble faceta de compositor y percusionista.

Por lo que hace a este concierto, asegura que “es muy especial, cuyas ideas parten de varios estratos que se superponen tímbricamente. La percusión no actúa como un instrumento aislado a la orquesta, sino que fluye entre sus timbres y se nutre de su existencia. La percusión no actúa como un ente solista clásico sino como un nuevo bajo continuo superponiéndose sobre sonoridades atípicas que fluyen  entre ellas a modo de perpetuum mobile”.

Moliner explica que “Figuratio I parte de una idea sencilla; la línea como elemento motor de un discurso musical; la línea en todas sus vertientes, horizontalidad, permutación cíclica, desarrollo semivertical y oscilaciones temperadas. La parte lógica de la interacción lineal, es decir, el logos, es el elemento clave de la concepción artística de la obra, que deriva en estados emocionales incluyendo vertientes como pitos, campanas, susurros o golpes corporales”.

También destaca que a similitud de A. Bruckner con el órgano, en su producción la percusión está inconscientemente presente, aunque no componga explícitamente para ella. De hecho, el instrumento que concibe incluye cuerpo y física de su propia técnica buscando constantemente nuevos géneros.

Así mismo, el género música corporal, incluyendo voz, cuerpo y gesto sensitivo, es un término que según Jörg Widmann ha ideado el propio David Moliner. A palabras del propio Widmann, “no conozco ningún compositor con tanta precisión en la búsqueda entre física y gesto. A parte de ser un volcán creador para su juventud, podemos definir el género música corporal como un término suyo que, a diferencia de R. Wagner con el gesamtkunstwerk, no incluye exclusivamente música escénica, también absoluta”.

Moliner después de estrenar sus cuatro solos para percusión (vibráfono, marimba, percusión corporal y caja) el pasado mes de septiembre en la Pierre Boulez Saal y Konzerthaus de Berlín explica que este no es el único de sus trabajos para dicha formación, “creo que este concierto es el inicio de una tetralogía de obras entre ambas formaciones que iré diseñando en el tiempo”.

Afincado entre Castellón y Berlín, habla del metamodernismo como una de sus grandes influencias: “nos ha inspirado, quizás de manera inconsciente, a toda nuestra generación. Vamos transformando nuestro material incorporando nuevos géneros estéticos y melódicos, la solución al problema melódico es una de nuestras grandes aportaciones”. El contacto con Jörg Widmann fue fundamental para Moliner, para consolidar su visión estética.

A la espera de disfrutar con el estreno de su obra Figuratio I, “Mein Logos!” con la JONDE y Moliner como solista, los proyectos de David continúan, recientemente ha grabado un monográfico de sus obras con Plural Ensemble y Fabián Panisello. Y, para 2024, tiene en mente su segunda ópera, a la espera que la primera, titulada Mental Crash!, pueda estrenarse, ya que tenía previsto su estreno en 2022 pero ha sido aplazada por el COVID19.

 

Noticias relacionadas

next