CASTELLÓ. Nadie esperaba que cuando más en boga estaba ver series y películas en casa, asistiríamos de pronto a un retorno de los autocines. Fue una de esas cosas que nos 'regaló' sin querer el 2020. Castellón, que no tenía ni uno solo antes de que se desatase la crisis de la covid-19, pasó a tener dos. La suspensión, principalmente, de macrofestivales propició que municipios como Borriana y Oropesa del Mar se pasarán al cine sobre ruedas. Una alternativa cultural que ya funcionaba, y que también experimentó un crecimiento inusual, en otros puntos de España. Pero el que se convirtió en el gran 'descubrimiento' para los millennials, podría quedarse en un experimento más del verano pasado.
Preguntados por este diario, ni los ayuntamientos de Oropesa ni de Borriana han querido confirmar si abrirán de nuevo sus autocines en la temporada estival. En el caso de Oropesa, la concejala de Juventud, Jennifer Casañ, ha apuntado que en caso de hacerlo será seguro con menos sesiones, únicamente tres para todo el verano, por "lo costoso" que fue sacar adelante el proyecto. El municipio castellonense estrenó en 2020 su autocine en un recinto de 7.000 metros cuadrados, que podía albergar hasta 125 vehículos.
No obstante, las proyecciones seguirán en la localidad con el 'Cinestival', un ciclo de cine a la fresca que el Ayuntamiento organiza cada año -con sillas- cerca de la playa. Una propuesta que, además, la institución ya se ha encargado de renovar. Sacaba a finales de abril a concurso el contrato para gestionar las proyecciones cinematográficas del verano que viene en el Espai Cultural y el Salón de Plenos, y al aire libre, en las Playas de la Concha y Amplaries. Un proyecto que cuenta con un presupuesto base de 185.000 euros (IVA excluido) y en el que la empresa adjudicaría deberá proponer títulos para todos los públicos, pero también de cine independiente.
Por su parte, Borriana, que fue la primera ciudad de la provincia en abrir un autocine, tampoco asegura la continuidad del proyecto. Fuentes de la alcaldía señalan que todavía se está perfilando la programación del verano. Una agenda, de nuevo, condicionada por el avance de la pandemia, la cual -especialmente en las últimas semanas- ha elevado el número de contagios en la localidad.
El Ayuntamiento de Borriana presentó en 2020 un autocine para el que se plantearon dos vías. De un lado, instalarlo en suelo municipal y de otro, en los terrenos del Puerto, dejando su gestión en manos privadas. Finalmente se optó por la primera opción y el autocine se desarrolló en la zona de los cámpines del Arenal. Con pases gratuitos cada domingo, la alcaldía define la experiencia como "muy positiva", ya que lograron una alta presencia en cada una de sus sesiones. Sin embargo, reconocen que se están barajando más alternativas de cara al verano.
La que más resuena, de puertas hacia fuera, es la creación de un ciclo de conciertos que mantenga 'viva' la marca del Arenal Sound. Y es que, pese a que el macrofestival todavía no se ha pronunciado sobre su nueva edición, si continúa o no, es bastante improbable que pueda celebrarse con los aforos que ahora misma Sanidad permite. También ocurre lo mismo con el Festival Internacional de Benicàssim, el cual mantiene su cartel y sus entradas en stand-by. Ahora bien, la promotora responsable de ambos proyectos, The Music Republic, ya ha creado una marca alternativa llamada Luce Benicàssim en la localidad para ofrecer conciertos de menor formato. Un 'plan b' que ha reproducido en otras localidades y que podría extenderse perfectamente hasta Borriana. Eso sí, según palabras del Ayuntamiento, cualquier propuesta está ahora mismo "verde" por el disparo de casos.
Sea como sea, el 'boom' de los autocines en Castellón parece haberse desinflado y es que tampoco se han sumado nuevos municipios a esta tendencia viajera.