CASTELLÓ. Gemma Gili se inició en el fútbol de forma improvisada. Su madre estaba inscribiendo a su hermano, de 7 años, en el San Pedro, y ella, al ver que se apuntaban muchos niños, quiso unirse a ellos. Se iniciaba así un idilio que le ha llevado, 20 años después, a ganarse un sitio en la final de la Champions.
La etapa de la castellonense en el San Pedro fue el comienzo de una ascensión que le llevó, en poco tiempo, al Castellón, Valencia y Barcelona, donde cumple su séptima temporada. Cuenta en su haber con tres títulos ligueros y cuatro Copas de la Reina y este año ha dado un salto de gran magnitud al clasificarse para la final de la máxima competición europea de clubes, algo que ningún equipo español había logrado hasta ahora.
El 18 de mayo, en Budapest, Gemma Gili hará realidad el sueño de muchas generaciones de jugadoras en este país, en un partido que marcará un antes y un después en la historia del fútbol femenino español. Atrás queda todo el trabajo hecho desde la base hasta su incorporación al fútbol profesional: “Siempre es bueno echar la vista atrás y ver de dónde vienes porque cuando empiezas a tener sueños, te das cuenta de que se pueden hacer realidad gracias al trabajo de muchos años”, comenta Gili.
Para llegar a esos niveles tuvo que empezar jugando con chicos, ya que en sus primeros clubes no había equipos femeninos. “A mí me trataban como a una más y en ese momento no era consciente de que ellos eran chicos y yo chica. Sí que es verdad que cuando íbamos a jugar a otros campos, parecía raro, pero no tuve muchos problemas en ese sentido”, recuerda.
Esa etapa fue decisiva para alcanzar el éxito actual. “En esos años aprendí a disfrutar del juego y de formar parte de un equipo. Si en esos inicios no hubiese sido feliz ni me hubiese divertido con lo que hacía, probablemente nunca habría llegado hasta aquí”.
Precisamente la falta de equipos femeninos le obligó a buscar otros destinos, pero las cosas han cambiado desde entonces. “Me tuve que ir a Valencia porque si me quedaba en el Castellón tenía que jugar en categoría amateur con chicas mucho más mayores que yo. Es bonito ver que esto ha cambiado y que las niñas de Castellón ya no tienen que irse a jugar fuera y que encima hay clubes como el Castellón y el Villarreal que están apostando por ello”, comenta la jugadora, que tras su paso por el Valencia llegó al Barcelona, donde sus buenas actuaciones le permitieron convertirse en internacional absoluta con España.
Gili tiene los cinco sentidos puestos en la final de Budapest después de que el pasado fin de semana cerrara la Liga con el subcampeonato, en un año difícil en lo individual debido a una lesión en la sindesmosis del tobillo izquierdo que le obligó a pasar por el quirófano y de la que tardó cuatro meses en recuperarse. La opción de jugar la final de la Champions no estaba en los planteamientos iniciales del Barcelona esta temporada, pero no tardó en convertirse en un objetivo. “Al ver el sorteo nos dimos cuenta de que había posibilidades reales de estar en la final y poco a poco nos fijamos esa meta”, reconoce la castellonense.
El conjunto azulgrana logró el pase al partido por el título después de deshacerse en la penúltima ronda del Bayern de Munich, con victoria por la mínima en los dos encuentros disputados. Su rival por el título será el Olympique de Lyon, campeón en las tres últimas ediciones y poseedor de la cifra récord de cinco títulos. “Somos conscientes de que es, probablemente, el mejor equipo del mundo y que va a ser difícil ganarle. Pero es una final, son 90 minutos y creo que a un partido puede pasar cualquier cosa. Ellas mostraron sus debilidades en la eliminatoria contra el Chelsea y tenemos que ir por ahí e intentar hacerles daño”, señala.
Gemma Gili señala a sus padres y a su hermano como soportes principales de su carrera. “Me han apoyado siempre. Han estado ahí en todos los momentos en que he conseguido cosas. Son parte de esto porque, sin su apoyo, no lo hubiera conseguido”, destaca la internacional, quien recuerda que fueron ellos quienes la llevaban a entrenar cada día a Valencia para seguir con su formación. Este 18 de mayo también la acompañarán en Budapest, donde Gili tendrá la posibilidad de jugar el partido más importante de su carrera.