CASTELLÓ. Los iaioflautas se trata de uno de los colectivos más azotados por la crisis sanitaria. Mientras el resto de la sociedad se rige por una nueva normalidad, ellos han de doblegarse a unas medidas con menos flexibilidad. Sorprendentemente, siguen haciendo de las suyas, aunque de otro modo: ahora tienen "vacaciones".
"No hay tanto miedo, pero hay mucha precaución", asegura Javier Hurtado, coordinador de los iaioflautas en Castelló. "Hemos tenido que cancelar la comida del aniversario de la asociación, solo salimos a reivindicarnos", añade.
"Desde que se podía salir, siempre respetando la distancia de seguridad, hemos estado tres lunes en la plaza Santa Clara y hemos hecho dos manifestaciones en los hospitales por la sanidad y por todos los trabajadores que han estado en la calle cuando los demás estábamos confinados", explica Hurtado. Ahora han de adaptarse a una nueva normalidad que les frena. "Estamos muy parados últimamente", admite.
A pesar de haberse mostrado activos, Hurtado destaca que el colectivo se encuentra en una situación de parada. "Estamos de vacaciones", reitera el portavoz. Esta inactividad responde a varias causas. El iaioflauta explica que se debe a la precaución que han de tener por el virus y porque desde siempre se han organizado así, julio y agosto son más flojos. "Mucha gente se va a sus pueblo, a residencias… en fin lo típico", aclara. "A partir de septiembre, seguramente, volveremos a hacer los lunes al sol", adelanta Hurtado. En este contexto, añade que su plan para después de estos meses de verano es "comentar la temporada con una asamblea para analizar la situación social económica y en función del análisis ver las alternativas y movilizaciones", sostiene.
La nueva situación que plantea este virus ha dejado congelados los planes de la organización. Cualquier vecino de Castelló podía vislumbrar todos los lunes en Santa Clara los chalecos de los iaioflautas, cómo desfilaban en fila india. "Eran actos simbólicos", subraya el coordinador. Se podía ver a los activistas cómo ofrecían folletos de sus reivindicaciones: algunas veces sobre las casas de apuestas, otros lunes sobre la sanidad pública, por el cambio climático, por la cultura, el feminismo, por acabar con las guerras, "porque intuyo que no se manifestará mucha gente en Irán", matiza, refiriéndose a las personas que les observan en sus manifestaciones. "Siempre nos han visto con buenos ojos, algunos asombrados", explicaba entre risas Hurtado.
También han salido a a las calles por una iaiaflauta de València denunciada en octubre de 2018, bajo el lema 'Si nos tocan a una nos tocan a todas'. Amparo fue acusada de atacar a dos personas en una manifestación. Se enfrenta a una sentencia de entre 1 y 4 años de prisión. La asociación explica que no ha agredido a nadie, porque es "chillona, pero pacífica". Los iaioflautas colgaban en las redes sociales la siguiente reflexión: "Si con todo lo que pasó en València el 9 de octubre del 2018 cuando se produjeron 17 detenidos por agresiones, detienen y juzgan a Amparo por los hechos del día 1 de octubre, algo NO funciona".
En cuanto a la falta de carga mediática, Hurtado lamenta el "poder" que tenían hace unos años. Profundiza que "el objetivo es llamar la atención. Lo conseguimos, pero no de la manera que queremos, nos gustaría salir más en los medios. Aunque no nos gusta ser protagonistas, en cualquier manifestación que vamos estamos atrás del todo". "Antes éramos 70 personas en la organización, ahora seremos unos 20 o 35. La edad no perdona y la cantidad de actividades que hacemos tampoco. Esta bajada viene por el tiempo, no por el abandono a causa de la covid-19", justifica el portavoz. Por último, recalca de nuevo, "no hay miedo, solo prudencia".