Memoria del Comité econòmic i social de la comunitat valenciana correspondiente a 2020

Más de la mitad de los municipios con riesgo de despoblación de la Comunitat están en Castellón

19/07/2021 - 

CASTELLÓ. La “Memoria sobre la situación Socioeconómica y Laboral de la Comunitat Valenciana en 2020”, del Comité Econòmic i Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV) ha vuelto a incidir en el grave problema que supone el fenómeno de la despoblación que afecta a las comarcas del interior de la Comunitat. El problema vuelve a afectar sobre todo a la provincia de Castellón, que acapara más de la mitad de las localidades vaciadas, con un grave déficit demográfico. Para el CES-CV se trata, según se señala, de un proceso lento, pero imparable. El informe alerta de que en la Comunitat hay 171 municipios en riesgo de despoblación, los mismos que en 2019, aunque se reduce el número de personas afectadas al pasar de 78.897 a 76.542, el 1,51 por ciento las 5.049.415 censadas. De ahí, según concluye, la necesidad de implementar medidas que pasan por la construcción de un nuevo discurso de la ruralidad.

El informe del Comité refleja que en el listado de municipios en riesgo alto de despoblarse entran Agres, Andilla, Benagéfer, Benimarfull, y Benisuera, mientras que salen los de Almisera, Fuente la Reina, Jérica, Llocnou de Sant Jeroni y San Rafael del Río. En la provincia de Alicante hay 29 municipios en esta situación, en la de Castellón 86 y en la de Valencia 56. Añade la Memoria que estos municipios concentran a 76.452 personas de las 5.049.415 censadas en la Comunitat a 1 de enero de 2021.

La Memoria del CES-CV apunta que en 2020, “según los datos del INE, la pandemia por la covid-19 ha tenido un doble impacto sobre la Estadística de Migraciones y sobre las Cifras de Población. Por un lado, las restricciones de movilidad han producido una reducción de los flujos migratorios, tanto exteriores como dentro de nuestras fronteras. La mortalidad también se ha incrementado, por lo que el saldo vegetativo se ha reducido considerablemente”.

Añade también que “la gestión padronal por parte de los ayuntamientos, de la que se nutre la Estadística de Migraciones, se ha visto afectada porque los ayuntamientos no han podido trabajar con normalidad y porque los plazos administrativos sobre caducidad y comprobación de residencia de extranjeros se han visto ampliados”.

Los últimos datos publicados en el padrón, datos provisionales, a 1 de enero de 2021 la población censada en la Comunitat Valenciana descendió en 7.938 personas, totalizando 5.049.415 personas, lo que supone un descenso de un 0,16%.

De acuerdo con los datos oficiales del INE que recogen la evolución de la distribución de la población en la Comunitat Valenciana para el periodo 2014-2020, en 2020, las tres provincias registraron un aumento de las personas empadronadas, a 1 de enero; y únicamente en seis comarcas bajó el padrón: una en Alicante, dos en Castellón y tres en Valencia. Así, Alicante suma 21.205 personas más empadronadas que en el año 2019, Castellón 5.628 y Valencia 26.751.

Distribución en costa e interior

Dato a tener en cuenta es la distribución de la población por comarcas costeras y de interior. El informe del CES-CV destaca la existencia de una concentración de habitantes en las comarcas costeras, 4 millones de personas, el 78,49% de la población.

La distribución de la población por sexo y edades también permite conocer la estructura poblacional. Así, de los 2.492.121 hombres empadronados en la Comunitat, 429.985 tienen más de 65 años; 1.683.834 tienen entre 15 y 64 años, y 378.302 tienen entre 0 y 14 años. En cuanto a las mujeres, de las 2.565.232 empadronadas, 551.767 tienen más de 64 años, 1.657.241 están entre 15 y 64 años y 356.224 mujeres tienen entre 0 y 14 años.

Una estructura demográfica envejecida y masculinizada es una de las características de la población que vive en el medio rural, tal como recoge el informe del CES CV. Es en este medio rural donde se registra un importante descenso del número de vecinos. Pérdida poblacional que se puede atribuir a causas como el descenso de los nacimientos y a la emigración a la costa o a las zonas industriales en busca de trabajo.

En la presentación de la Memoria el presidente del CES-CV, Carlos Alfonso, ya apuntó que durante los meses marcados por la pandemia, “han aumentado las carencias en zonas rurales y se han evidenciado los problemas en servicios como la falta de oficinas bancarias, la lejanía de los centros médicos y falta de otros equipamientos públicos que potencian la despoblación”.

Estas son las propuestas que hace el CES

La descripción de la estructura demográfica de la Comunitat Valenciana evidencia unas carencias que se han de corregir. Para ello, el CES CV propone la construcción de un nuevo discurso de la ruralidad; la adopción de un enfoque territorial supramunicipal o subregional que complemente la visión municipal; el refuerzo de la cooperación público-privada para maximizar la movilización de los recursos territoriales; la adaptación de los procesos administrativos y marcos legales a la realidad del medio rural, o acometer una política integral de fomento de la iniciativa empresarial, en particular de la economía social, que ponga en valor el papel estratégico de la cadena agroalimentaria.

También estima precisa la puesta en marcha mecanismos de flexibilidad para dar respuesta ágil a las necesidades en materia de vivienda y suelo empresarial; introducir mejoras de la legislación en materia de protección medioambiental y protección territorial; el establecimiento de una política fiscal diferenciada en los territorios en riesgo de despoblación; la Mejora de la movilidad y conectividad para la equidad en el acceso a los servicios públicos, o impulsar medidas que permitan captar el talento joven, y especialmente el femenino, al medio rural incentivando la profesionalización.

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