Foto: Open ArmsCASTELLÓ. En la actualidad existen más de 272 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar su país de origen en busca de una vida mejor. Los conflictos bélicos, la falta de recursos, el aumento de la pobreza o la crisis climática son algunas de las principales razones que les han conducido a hacerlo. Y es precisamente esta última de las razones la que se ha abordado este martes en la Universitat Jaume I de Castelló. La plataforma Comunidad UJIxPlaneta ha celebrado la jornada Emergencia climática y movimientos migratorios: la experiencia del Open Arms junto al activista de la ONG Proactiva Open Arms, Lluís Fuster, y en la que también han participado el catedrático en Economía Aplicada, Celestino Suárez, y el delegado del área de gobierno de Sostenibilidad y Lucha contra el Cambio Climático del Ayuntamiento de Castelló, Fernando Navarro.
Los participantes en el seminario han analizado la emergencia climática y su estrecha relación con el movimiento migratorio desde su perspectiva como profesionales, moderados por la portavoz de UJIxPlaneta, Estefanía Aguilar. Y de las intervenciones ha destacado sobre todo, por su contundencia, la del experto en economía ya que, utilizando en contexto la grave crisis que también sufre el sector citrícola castellonense, ha sorprendido a los y las asistentes afirmando que "o naranjas o pateras, si no dejamos que los países menos desarrollados comercialicen, van a coger la patera y van a venir aquí".
Sin embargo, la gran protagonista de la jornada ha sido sin duda la ONG Proactiva Open Arms, que además tiene una de sus embarcaciones atracada desde el pasado mes de febrero en el puerto de Borriana, haciendo reparaciones. El seminario ha comenzado de la mano del activista de la organización, Lluís Fuster, que ha desgranado punto por punto la historia de cómo nació Open Arms y la importancia de la labor que ejercen rescatando a personas en el mar Mediterráneo. Y es que a través de imágenes de los diferentes rescates que han llevado a cabo y de los testimonios de las personas migrantes, el activista ha dado un baño de realidad a todos los allí presentes.
La organización comenzó su actividad en el año 2015 cuando su fundador, Óscar Camps, vio por la televisión la famosa imagen del niño sirio Alan Kurdi, que apareció ahogado en la costa de Turquía tras huir de Siria junto a su familia por el mar. "Las familias que intentan huir de Siria, se ponen en manos de mafias que trafican con personas y los meten en barcas hinchables que no reúnen las condiciones necesarias para cruzar el mar. Estas personas se encuentran con tres opciones cuando se lanzan al Mediterráneo buscando asilo en un país mejor: morir en el mar, encontrarse a guardacostas libios -grupos armados y milicias que los retienen en centros de trabajo o los reportan a su país de origen-, o encontrarnos a nosotros" ha destacado Fuster.
La ponencia del activista ha dado paso al debate junto a los demás participantes y el público, en el que se han expuesto diferentes puntos de vista y se ha analizado "la dificultad" que hay para establecer un nexo entre el problema del cambio climático y el movimiento migratorio, pero que tal y como apuntan científicos expertos, de aquí a 2050 habrá más de 150 millones de desplazamientos por el cambio climático.
Los ponentes han coincidido en que la mayoría de conflictos, que hacen que millones de personas migren a otros países, vienen producidos por la falta de recursos y la economía. "El cambio climático genera desplazamientos de poblaciones enteras. El descenso de la productividad de las cosechas, el aumento de la pobreza vinculada a los fenómenos costeros, el empeoramiento del acceso al agua potable, la propagación de enfermedades o los conflictos bélicos: todas estas consecuencias están determinando movimientos migratorios", ha explicado Suárez.
Por su parte, Fernando Navarro ha defendido que Open Arms está "haciendo de parche social" en una problemática que considera fruto de un error institucional, político y judicial, y ha incidido en la necesidad de que la Unión Europea cambie su política migratoria. Asimismo, durante la mesa redonda, también se han analizado claves y pequeñas acciones que individualmente la sociedad puede hacer para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
De esta manera, tal y como apuntan desde UJIxPlaneta, es innegable que la emergencia climática también está detrás de muchos de los movimientos migratorios que tienen lugar alrededor de todo el mundo. Solamente en 2018, 20 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares a consecuencia del cambio climático y la mayoría de éstas lo hicieron y lo siguen haciendo en condiciones infrahumanas.
(Fotos: EP/EFE)
