Alcaraz se toma la revancha frente a Paul y avanza en Cincinnati con viento y parones por la lluvia

MURCIA. Revancha consumada con mucho esfuerzo y a cuartos de final del Masters 1.000 de Cincinnati, el torneo previo al Abierto de Estados Unidos. Carlos Alcaraz Garfia sufrió para vencer al estadounidense Tommy Paul por 7-6 (6), 6-7 (0) y 6-3 en 3 horas y 11 minutos de un choque de tenis con viento y también con lluvia en su tramo final. En esas condiciones, el murciano avanzó en un campeonato en el que se medirá buscando las semifinales al australiano Max Purcell.

Paul había ganado a Alcaraz en dos de sus tres enfrentamientos previos, el más reciente la pasada semana en el Masters 1.000 de Toronto y se planteaba otro encuentro duro de verdad para el número 1 del mundo, de 20 años, que tenía al otro lado de la pista central de Ohio a un contrincante de 26 y que es el decimotercero en la lista internacional.

En un partido condicionado ya desde el comienzo por el viento, Alcaraz lo inició desperdiciando su primera bola de ruptura al resto y luego anotándose su primer turno de saque en blanco.

Cada jugador fue asegurando el servicio hasta que Paul sí que hizo buena su primera opción de break y se colocó 2-4 y luego 2-5 porque el de El Palmar seguía sin estar fino y, además, perdonó cuando tuvo la opción de hacer daño. De hecho, dejó pasar un 15-40 a su favor y de apretar con lo que hubiera sido el 3-4 se quedó a un solo juego de ceder el primer set.

Como en jornadas precedentes, al pupilo de Juan Carlos Ferrero no se le veía cómodo jugando en pista dura, todo lo contrario de lo que mostró en la gira de hierba que le llevó a ganar Wimbledon y antes el ATP 500 de Queen's.

Pese a ello CA, evidenciando que sabe agarrarse a la pista cuando no está súper, reaccionó y se metió de lleno en la pelea por este parcial haciendo bueno su saque y, por fin, ganando una bola de ruptura en la cuarta ocasión que se le presentó. Así llegó al 4-5 y su tercer juego seguido, además en blanco, supuso el empate.

Carlos tuvo un 0-40 para seguir su progresión, pero volvió a fallar a la hora de cerrarlo y su rival, un jugador completo y con piernas muy rápidas, replicó para asegurarse al menos el tie break.

En esa muerte súbita, a la que se llegaría con el español ganando el saque en blanco, dominó Paul con un 1-3 y más tarde con un 3-5 y, en ambos casos, con un mini break a su favor. Como suele ocurrir, Carlos sacó lo mejor de sí mismo en momentos de máxima tensión y así volteó el marcador hasta el 6-5. Entonces echó una bola fuera que le hubiera dado el set, pero una dejada de las suyas le dio una segunda oportunidad que, esta vez, echando la bola al aire, no desaprovechó. Un derechazo desviado de Tommy puso fin al tie break con el 8-6 después de 1 hora y 1 minuto de intensísima batalla.

En la segunda manga seguirían los problemas para el murciano, que cedió el saque en el tercer juego y eso le hizo ir a remolque (1-2).

Paul seguía con la solidez de la que suele hacer gala y presionando a la más mínima ocasión, pero varios fallos suyos al servicio, incluyendo una doble falta, permitieron a Alcaraz contestar con el contra break y eso jugó a favor de su confianza. El siguiente servicio ganado en blanco y rematado con su tercer ace en el encuentro le devolvió la iniciativa.

Lo siguiente que hizo el de Nueva Jersey fue encadenar precisamente tres aces para establecer el 3-3 y, a continuación, aprovechó la inconsistencia de Alcaraz para lograr el 3-4.

Más curvas para Carlos, a quien Ferrero le pedía desde la grada que se pusiera roca apelando a su dureza física y, sobre todo, mental. Le obedeció para ponerse 0-40 y, aunque Paul puso el deuce, acabó logrando otro contra break que podía ser clave.

No obstante, en un encuentro con tantas alternativas y sin un dominador claro, el número 1 del mundo volvió a verse sorprendido al servicio y se puso a restar para evitar que el choque llegara ya al tercer parcial.

En un auténtico carrusel, que es en lo que se convirtió el encuentro, CA necesitó de otras cuatro bolas de ruptura para conseguir el 5-5 y salvando, además, una de set para su rival.

El jugador que rompió esa dinámica de break tras break fue el español para obtener el 6-5.

El estadounidense respondió con aplomo para llevar el set a otro tie break tras un juego tremendo, que duró más de 15 minutos y tuvo nada menos que nueve deuces.

Alcaraz, quien desperdició tres match ball, se descentró después de tanto estrés y eso le hizo firmar uno de los peores desempates de su carrera. Un inapelable 0-7 no dejó lugar a dudas de quien afrontó mejor esta situación tras 1 hora y 21 minutos más de contienda.

El norteamericano, que ganó los diez últimos puntos de la segunda manga y el primero de la tercera, estaba lanzado, pero el palmareño es de los que se levantan -eso le lleva a estar en el puesto que ocupa-. Así reanudó el choque con su quinto break, el cual confirmó sacando con solvencia: 2-0 y a seguir.

CA dispuso de una opción para el 4-1, pero Paul se sobrepuso para seguir apretando y, lo que le faltaba al partido, llegó con la lluvia.

El cielo encapotado sobre Cincinnati auguraba una posible suspensión del choque mientras Carlos, cansado aunque seguramente algo menos que su contrincante, continuaba mostrándose fiable cuando le tocó servir y de ese modo mantuvo el control (4-2).

Con 4-3 y 15-15, ambos tenistas se fueron al vestuario esperando que pasaran las nubes y durante la interrupción tocó hacer bicicleta para no enfriarse. El choque se reanudó tras casi una hora de parón y CA hizo subir al marcador el 5-3.

Habiéndose jugado tan sólo cuatro puntos volvió a caer agua y los tenistas, otra vez a cubierto. Casi una hora más tarde y ya con el cielo despejado, regreso a la pista y por fin el desenlace. La cuarta bola de encuentro para el de El Palmar fue la definitiva porque Paul la estrelló en la red. Así, tras otros 49 minutos de juego efectivo se puso el carpetazo con el 6-3 a un choque que parecía interminable y que acabó con un 132-122 en el puntaje y 6/23 frente a 4/6 en bolas de break.

"¡No más lluvia!", firmó Carlitos en la cámara y ya a pensar en el siguiente partido, previsiblemente este viernes o la madrugada del sábado, con el pase a semifinales en juego. Será frente a Purcell, de 25 años, jugador número 70 de la ATP y a quien nunca se midió. El oceánico se impuso al suizo Stan Wawrinka en octavos por 6-4 y 6-2.