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desde 1985 en activo

Amordemadre, la banda de Castellón creadora del 'kitsch rock'

25/09/2022 - 

CASTELLÓ. No me he podido sacar de la cabeza el estribillo, que ya conocía, de la canción Ganas de tí, de Miguel Gallardo, pero en clave de rock con la versión de Amordemadre (así, todo junto). Los castellonenses, que llevan desde 1985 en activo, han encontrado desde hace años una forma original y poderosa de aproximarse al público y metérselo en el bolsillo en cuestión de minutos. Hacen covers de grandes clásicos de la música ligera llevadas al terreno del rock. Manolo Guía, vocalista del grupo y bajista también en Kasparov, me comenta que “esa canción es con la que dimos el giro al Kitsch Rock”.

El kitsch rock es una invención de la banda, y trata sobre crear versiones rock de aquellas canciones de los 70 y 80 y hacer de estas su recital. Las canciones de siempre pero con el aroma rápido y contundente del rock. Mientras hablamos repasa el setlist del grupo, y me comenta algunas de las canciones que lo componen. Auténticas joyas. Jeanette con Por qué te vas o Raphael con Yo soy aquel, son solo dos de las muchas que tienes remozadas con la energía propia del rock. El día 1 de octubre en el Míticos Festival en el Recinto Ferial de Castellón junto a Loquillo, Fangoria y Los Secretos. 

Cuando tienes la posibilidad de versionar a cualquier banda o cualquier canción de la historia de la música ligera, te vienen a la mente cientos. Algunas que te maravillan, otras que son parte de la historia musical de tu vida y algunas, bastantes, que sabes, sin atisbo de duda, que serán un pelotazo. La elección debe ser difícil. “No es cuestión de elegir”, señala Guía. “Un día se te queda en la cabeza Hoy tengo ganas de tí, coges la guitarra y te pones en el ensayo un día y piensa que te queda chula”.

Fue la primera, abrió la caja de Pandora y claro, chirriaba con el repertorio que llevaban los de Castellón. “La metimos y tuvo mucho éxito y ya no pegaba con cantar una de Oasis, U2 y todo esto, y empezamos a meternos en este mundillo. Y Fíjate que hacemos, No lo volveré a hacer más de Sandro Giacobbe (aunque su título era, El Jardín Prohibido fue más conocida por el estribillo), para recordar la discoteca cuando se bailaba agarrado”, comenta.

“Y esta canción también salió en una publicidad, no recuerdo cuál era, y la publicidad se te mete en la cabeza, aunque no estés mirando el anuncio y la canción se te queda. Y esas canciones tienen tirón que no veas”, explica el cantante

Sin embargo, aunque nos guste una canción ligera italiana o española, convertirla en rock es un trabajo complicado, porque tiene que tener algo la canción para poder adaptarla. “Todas no cuadran”, sentencia. Manolo es un hombre que  siempre está atento a la música, siempre está investigando, proponiendo y descubriendo temas que pueda llevar al rock.

“Yo siempre estoy con el Shazam, capturo y tal, y cuando llego a casa me pongo a probarlo y digo, va o no va, y si va, la llevo al ensayo. Y si puedo, yo ya grabo para que el grupo vea la intención, cómo puede sonar. La última que llevé fue La gata Bajo la Luna de Rocío Dúrcal, pues esa va como un avión, esa cuadra (la tararea, y efectivamente, cuadra)  y hay otra que ni de coña, no hay manera de meterlas”, comenta.

En 1985 en València Amordemadre estaba comenzando a dar sus primeros aleteos de vida. La banda se hacía realidad por partes de tres estudiantes. “Nosotros estudiábamos Ingeniería técnica industrial. Comenzamos en el piso. Hacíamos hasta conciertos allí, imagínate, venían hasta los amigos antes de irnos de fiesta y hacíamos un poco de concierto y luego por ahí”, recuerda.

Amordemadre no comenzaron haciendo versiones ni nada por el estilo, sino con sus propios temas, algo muy típico en la época. “En un principio comenzamos con temas propios”, apunta. “En aquellos tiempos ninguna banda hacía versiones, todas hacían sus canciones. Nosotros la primera versión que hacemos es de los Godfathers, She gives me Love (¡menudo temazo!) y es porque en esos momentos estaba con nosotros Óscar Vidal, que era un guitarrista de El Grao que te cagas. Y el tío tenía oído y sacaba versiones. Los dos cedés que hemos sacado son de temas propios”, aclara.

Tampoco comenzaron el rock, sino que estuvieron adscritos al punk por su escasa complejidad técnica, aunque con referentes de altura como Sex Pistols. “Cuando empezamos en el piso todo era punki porque éramos muy malos, y entonces yo le estaré toda la vida agradecido al punk porque nos dio la oportunidad de a la gente que no teníamos ni puta idea, podernos meter en un escenario”, señala.

El punk le voló la cabeza a mucha gente que se acerca al sonido sorprendido por la inmediatez, fuerza y facilidad. “La verdad es que fue un soplo de aire fresco, porque veníamos de las grandes bandas Pink Floyd, Genesis, que eran todos virtuosos y tú no podías si no sabías”, comenta. “Y el punk nos hizo descarados con cuatro acordes arriba y abajo, abajo y arriba. Y entonces nosotros comenzamos con el punk, nos gustaba mucho en aquella época La Polla Records, salió el primero Salve, los Cramps, los Sex Pistols

El punk como catalizador de otros sonidos. Y también de una época de expansión y de una València en la cima de la cultura musical. “Nosotros vivíamos en València, en aquella época daba gusto”, recuerda. “Cuando yo llegué a València en el 81, vino por segunda vez a  España los Ramones a la Bony de Torrent”, sucedido el 10 de noviembre del 81.

De aquellos años del punk rock en los que Amordemadre militaban en el sonido, salieron cientos de anécdotas. Eran unos chavales con ganas de comerse el mundo y los medios eran precarios. “En nuestros inicios, en nuestra época punki, tocábamos en un bar mítico de El Grao, que se llama La Pacheca, que nosotros nos hemos criado ahí. Había un escenario montado fuera y ya lo teníamos todo montado, y llegó la madre del dueño del garito, que entonces todavía eran los padres los dueños, y nos desenchufó y nos dijo que ni de coña cogíamos la luz de allí. Entonces un colega nuestro que estaba viendo allí el concierto, se subió a las cajas de la luz por una reja, y enganchamos al alumbrado público, y tocamos ese día enganchados al alumbrado público”, recuerda.

Toda aquella efervescencia musical pudo ser uno de los detonantes para que Amordemadre fuera una realidad, y también para muchos grupos acabaran de conformarse. “En aquellos momentos València era la hostia, todas las semanas había un concierto en Pachá”, recuerda. Manolo asistió a conciertos míticos, de esos que inundaban la ciudad, como la llegada de Nirvana, el grupo clave de los 90. “Tengo la entrada de Nirvana con Teenage Fanclub y Surfin´ Bichos. Uno de los palos más grandes que me he llevado en mi vida, muy flojos, muy flojo en todos los sentidos porque se vendió un tercio de las entradas”.

Sin embargo, aunque el combo se forjó en 1985, no fue hasta 1988 cuando dieron su primera descarga en directo. “El primer concierto que hicimos con Amordemadre fue en el 88, antes las bandas no tocábamos tanto como ahora, que se toca una animalada, las bandas tocábamos dos veces al año, una en Magdalena y otra en les Festes de Benicàssim. Entonces nos estrenamos en Magdalena. Y llegamos a tocar en la sala mítica de Gasolinera de València en el 90 o por ahí”, apunta.

Manolo no ha dejado de descubrir nuevas bandas, no solo bucea en las canciones ligeras de hace varias décadas, sino que está al día de lo que se cuece en Castellón, una de las escenas más interesantes de España. “Yo soy de los que van a todas las bandas nuevas de Castellón y luego ya veo si me han gustado o no”

De sus comienzos recuerda algunas bandas que machacaban la ciudad a base de rock. “En aquellos momento el tope era Morcillo El Bellaco, los Romeos y en València en aquella época era Seguridad Social el que mandaba. Rafa Villalba era el batería y tenían un pub debajo de nuestra casa, y nosotros íbamos mucho, y allí había bastante artisteo, que se llamaba Brillante

Tardaron bastante en editar su primer trabajo, cuando otras banda saturan el mercado de Ep´s, discos y directos el mercado. Su primer disco, Amordemadre es de 1999. “Nosotros nunca hemos sido una banda al uso, nunca hemos tenido metas musicales ni nada, hemos ido funcionando, y por eso hemos sido tan longevos y aquí estamos”, dice el cantante. ¿Y cómo fue el proceso de grabar el disco? “Vinieron muchos invitados a tocar la guitarra, gente que había pasado por Amordemadre, lo grabamos en el Polka Waves de Almazora, ahí íbamos a grabar, de fiesta, espectacular. Hicimos una portada con las caras de nuestras madres con fotos antiguas y la gente lo veía y no sabían si aquello eran boleros o qué”, comenta.

“Hicimos un cedé muy chulo que lo produjo Alfonso Pachés, que hoy en día es un batería de aquí de Castellón de la hostia, que está en muchos proyectos. Y después grabamos el segundo en castellano, porque el primero lo hicimos en inglés”, dice.

Primero disco en inglés con título en castellano, segundo, Dirty World (2007) con título en inglés y temas en castellano. “Siempre hemos jugado al escondite (risas)”, me sorprenden pero también me alegro de la libertad creativa y de sorpresa del grupo. Han hecho lo que han querido, una de las esencias del rock.

El segundo elepé, ya en castellano, contiene letras comprometidas, de temas de actualidad, y también de los problemas de toda la vida. Un trabajo arriesgado. “En ese estábamos muy serios, todas tenían su mensaje; una trataba sobre el racismo, la otra sobre la violencia Y adapté un poema de Dulce de Chacón, El Diario de una mujer muerta; pero todo era muy comprometido, que ahora lo veo y digo, no es que se hayan ido, es que se agravado todos. Lo que nosotros denunciábamos ahí, ahora es mucho más grave”

El día 1 de octubre tocarán en el Míticos Festival en Castellón junto a leyendas del rock, una primera edición que promete congregar a miles de personas. Amordemadre ya estuvo en un concierto en 2019 con otras bandas de altura. “Hicieron un concierto en la Plaza de Toros con La Unión, Los Rebeldes y la Frontera y nosotros tocamos entre La Unión y Los Rebeldes, y estaba aquello al reventón. Fue en el 2019”. El carteles de lo mejor que ha pasado por Castellón en este año, y entre ellos, Amordemadre; un momento fabuloso para descubrir a la banda o redescubrirla sobre las tablas. “Este concierto estaba ya para octubre del 20, el 20 no pudo ser, el 21 tampoco y se ha pasado ahora, se ha caído del cartel Mikel Erentxun y han puesto a Los Secretos. No vamos a tocar nada propio”

No podemos obviar la pandemia, pues Manolo estuvo muy activo y siguió trabajando en la música, su verdadera pasión. “La pandemia para mí fue agua bendita, llevaba un tute de conciertos enorme, y yo tengo la cabeza siempre llena de historias”, señala. Se desdobló o triplicó, para montar una banda imaginaria. Un grupo que publicó tres canciones y con la que, además de dar rienda suelta a su bulliciosa creatividad, se lo pasó bomba. “Monté una banda aquí con tres personajes (ríe) que era yo los tres personajes evidentemente, pero claro, como grababa aquí las canciones, para dar la apariencia de grupo, monté una banda imaginaria, que se llama los One Eyed Project o Garcho, que es mi apodo. Saqué unos temas e incluso hice aventuras de ellos aquí en casa, y me lo pasé cojonudo. Y los viernes hacía balconeo. Grabé tres temas”, puedes encontrar los temas en Youtube, te sorprenderán.

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