CASTELLÓ. Las obras de remodelación de la plaza de la Paz en Castelló ponen al descubierto hallazgos arqueológicos, cuyo valor patrimonial están por determinar. Una evaluación preliminar descarta que se trate de un conjunto de vestigios significativo, que incluso obligue a modificar el proyecto para su protección. Los restos corresponden a una cimentación de finales del siglo XVIII o principios del XIX.
La revelación se produjo la semana pasada durante la realización de las canalizaciones en la zona próxima a la confluencia entre las calles Mayor y Gasset. Las ruinas, anteriores a la construcción del Teatro Principal, tienen una altura de 60 centímetros, aproximadamente, y una longitud de varios metros que discurren por debajo del pavimento. Por las características y los materiales, se asemeja a un muro, posiblemente de un patio exterior.
A raíz del descubrimiento, una arqueóloga trabaja sobre el terreno desde hace días para realizar el correspondiente informe que concrete la importancia de los restos. Ese estudio in situ no afecta al desarrollo normal de los trabajos de la adjudicataria de la reforma de la Paz. Al descartarte inicialmente que la cimentación obedezca, por ejemplo, a la muralla Medieval de Castelló, la propia empresa, Pavasal, ha cubierto la zona para continuar con el cronograma de la ejecución.
El objetivo del análisis técnico no solo persigue aclarar el interés histórico del hallazgo, sino también catalogarlo para que conste en el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento. Otra cosa bien distinta sería que el cercado tuviera una trascendencia, con lo que habría que informar a la Conselleria de Cultura. Una eventualidad que sí condicionaría las obras.
La actuación en la plaza de la Paz arrancó a principios de enero. Lo hizo con el vallado del perímetro y la retirada del mobiliario urbano. En la actualidad, la concesionaria trabaja en la culminación de la implantación de los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), esenciales a fin de aportar una solución urbana innovadora para la gestión de las escorrentías. En paralelo, se rematan las canalizaciones con vistas a facilitar las instalaciones del alumbrado público y semáforos.
El proyecto de reforma cuenta con una inversión de 834.000 euros, con fondos europeos, y tiene un plazo de ejecución de 10 meses. En la intervención, se incluyen propuestas ciudadanas recogidas a través de un proceso participativo. Entre las modificaciones, cabe mencionar la integración del carril bici previsto en un principio en el ámbito de la plaza a modo de ciclocalle, una mejora que contribuye a establecer la plataforma única. Esa sustancial modificación en relación a la solución inicial permite aumentar el ancho de la acera que une Asensi y Escultor Viciano. Asimismo, se incrementa ligeramente la peatonalización de la plaza.
Otro aspecto a destacar de la remodelación estriba en la limitación del paso de vehículos en el tramo de calzada que conecta Herrero con la calle Mayor a una única rodera frente a las dos actuales. Del mismo modo, se contempla un cambio en el modelo de bancos, que incorporan respaldo y apoyabrazos en el porcentaje determinado por la normativa de accesibilidad. Además, se traslada el aparcamiento de bicicletas hasta la bancada del Bicicas en la calle Gasset.
La renovada plaza de la Paz prevé incorporar elementos para sumar atractivo y funcionalidad. Por ejemplo, una fuente tipo géiser, con chorros regulables en función de las necesidades. También se proyectan jardines verticales y se amplían las áreas de descanso.