CASTELLÓ. Vall d’Alba contará con un Auditorio Municipal. Así lo acaba de anunciar la alcaldesa de la localidad, Marta Barrachina, quien explica que el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la propiedad del inmueble que en su día acogió la mítica discoteca Susan-2 “con vistas a transformar el edificio en un Auditorio Municipal y más servicios para los valldalbenses”.
“Estamos muy ilusionados. Había posibilidad de adquirir un inmueble que ahora mismo está sin uso, bien situado y con unas importantes dimensiones. Y todo esto, con una inversión muy razonable. De ahí que hayamos decidido dar este importante paso, que va a permitir que los valldalbenses dispongan de un nuevo recinto al servicio de la cultura, el ocio y el entretenimiento”, ha subrayado Marta Barrachina.
La alcaldesa avanza que la operación de compraventa ya ha sido formalizada ante notario, por lo que el edificio ya ha pasado a formar parte del patrimonio municipal. “A partir de este momento, comenzamos a trabajar desde el punto de vista técnico, con vistas a diseñar y sacar adelante el mejor proyecto con el espacio disponible. Queremos que sea un proyecto emblemático, del nivel que merecen los vecinos de Vall d’Alba”, ha añadido.
En este sentido, Marta Barrachina resalta que “se trata de un espacio de enormes dimensiones”, por lo que se trabaja con la idea de poder destinar el recinto a otros usos complementarios. “Todas estas incógnitas las iremos despejando a medida que vayamos cubriendo etapas y dispongamos de un primer estudio”, ha asegurado.
El inmueble que acogerá el Auditorio Municipal de Vall d’Alba se encuentra en la avenida Vilafranca, si bien también conecta con la avenida Castellón, un emplazamiento amplio, confortable y accesible para todos los ciudadanos.
“Hoy damos un importante paso con vistas a seguir dotando a Vall d’Alba de más servicios. Ahora, con este proyecto, conseguiremos que un recinto mítico, que ha formado parte de las tardes y noches de ocio de miles de personas a lo largo de los años, vuelva a la vida, y siga conservando un uso vinculado a la música”, ha concluido Marta Barrachina.
