CASTELLÓ. Bilal Kandoussi (Madrid, 2000) se ha convertido en una de las grandes revelaciones en el CD Castellón del presente curso. Su descaro y desborde le han llevado a participar en la mayor parte de encuentros disputados, hasta ahora a pesar de su condición de cantarano al haber promocionado esta temporada procedente del filial.
Bilal es un jugador diferente, de la vieja escuela. Sufre cuando el equipo está en fase defensiva y hay que aplicar el libreto táctico. Cuando tiene el balón, todo es posible. Depende de la inspiración. Nada que ver con gran parte de los futbolistas que llegan seleccionados de las escuelas de fútbol que filtran a los jugadores en base a unos criterios concretos que muchas veces encorsetan el talento natural. El suyo es un fútbol de calle. Y de momento le está haciendo brillar. Preguntado por esos ‘chispazos’ con el balón pegado al pie, Bilal asegura que “hago lo que me sale, muchas veces no lo pienso, personalmente no me incomoda la presión ambiental y juego como me sale, la verdad que muchas veces ni lo pienso”.
Así inventó, por ejemplo, la asistencia a Mario Barco que convirtió el tanto del triunfo ante el Betis B “son jugadas que en el momento no las piensas, sí que siempre me gusta mentalizarme en que me va a salir bien y trabajar para ello. Si se dan situaciones como la del día del Betis, pues mejor para ayudar al equipo a llevar esta buena racha y muy contento por la victoria y el contexto en el que estábamos, empatados y casi al final del partido”.
Bilal llegó al CD Castellón en el mercado invernal de la temporada 2019-2020 procedente del juvenil del Getafe, siendo entrenadores Óscar Cano y Elías Martí. El técnico granadino le hizo debutar en Castalia ante el CE Sabadell. No volvió a jugar más en el primer equipo y disputó los partidos con el filial. La temporada pasada jugo cedido media campaña en la SD Logroñés, para después convertirse en uno de los futbolistas clave en el ascenso del Amateur a Tercera División. Desde entonces, su progresión le llevó a convertirse en uno más de la plantilla ésta temporada “cuando llegué no tenía una expectativa concreta, pero si vine con muchas ganas y hasta día de hoy no sé dónde voy a estar el año que viene en fútbol nunca se sabe. El futbol es un camino, nunca sabes dónde vas a acabar y por ahora estoy en ello, y muy contento en la etapa en la que estoy”.
De momento se siente muy arropado por sus compañeros “todos me ayudan, unos me dan consejos y otros de otra manera”.
El domingo vuelve a la que fue ‘su casa’ en su etapa de formación: Valdebebas. Bilal tuvo como entrenadores a Álvaro Benito o Guti entre otros, aunque apenas coincidió con Raúl “porque en aquella época venía días sueltos a hacer entrenamientos de tecnificación”. Reconoce que “es un partido muy especial porque siempre es bonito volver a un sitio donde jugaste, con muchas ganas por el equipo de hacer un buen partido, tenemos que seguir con la buena racha que tenemos y vamos con todo a por ello. Siempre jugué en Madrid desde pequeño y voy a muerte, pero como en cualquier partido, es cierto que es una motivación extra porque es un equipo en el que has jugado y siempre es bonito volver, pero mi objetivo es ganar como en cualquier otro partido”.
En éstas situaciones, siempre se suele preguntar si celebrará un gol ante su ex equipo en caso de marcar. El joven jugador nos sorprende reconociendo que “no se celebrar goles, nunca he sabido, pero si marco, lo celebraré con mucho ánimo y con ganas, pero no sé qué haré, la verdad”.
