CASTELLÓ. A tan solo cuatro días del inicio de la huelga, las negociaciones entre los médicos valencianos y la Conselleria de Sanidad siguen en una especie de impasse. Todo indicaba que, tras meses de reuniones y un claro acercamiento de posturas, el sindicato CESM-CV y la administración valenciana conseguirían llegar a un acuerdo que atendiera las reivindicaciones de los facultativos y frenara la huelga. Sin embargo, no ha sido así. Y es que esta misma semana los médicos han ratificado su intención de acudir a la huelga, convocada para los días 6 de marzo, 3 de abril y 8 de mayo. Una decisión que, según explica el presidente del sindicato médico, el doctor Alejandro Calvente, ha venido motivada por un "total y absoluto silencio por parte de la Conselleria de Sanidad" durante las últimas dos semanas y que los profesionales sanitarios han interpretado como el fin de las negociaciones.
En esta entrevista para Castellón Plaza el presidente del sindicato médico asegura que pese a esta última disputa, los facultativos están dispuestos a volver a retomar las negociaciones. De hecho, Calvente confiesa que tanto él como el secretario general del CESM, Víctor Pedrera, han interpelado personalmente al conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, para conseguir algún tipo de respuesta y recuperar la vía del diálogo. En estas líneas, el presidente del CESM explica en qué punto se encuentra el sindicato tras los últimos giros y hace un repaso de los principales motivos que llevaron al sindicato médico a convocar la huelga. Una huelga que, cabe recordar, en un principio estaba prevista para los días 17 y 18 de enero pero que finalmente los médicos atrasaron a los meses de primavera para no contribuir a la saturación y el colapso en los hospitales y centros sanitarios.
-¿En qué punto se encuentra el sindicato tras este giro en las negociaciones?
-En estos momentos estamos un poco decepcionados y sorprendidos, porque llevamos dos meses negociando. Hemos desconvocado movilizaciones, jornadas de huelga y paros puntuales, porque ha habido momentos que parecía que había una buena voluntad por parte de Conselleria de Sanidad y sobre todo por parte del conseller. Pero llevamos 15 días sin recibir noticias. Concretamente desde la pitada del día 15 de febrero frente a la Conselleria de Sanidad. Les entregamos un documento y desde entonces no nos han dicho nada más. Y nosotros les hemos llamado, el jueves pasado coincidimos en una jornada sobre agresiones a los sanitarios y, al terminar, yo personalmente le pedí al conseller que nos volviéramos a reunir para llegar a un acuerdo porque se están llegando acuerdos en todas las comunidades del entorno. Y hemos trabajado mucho en este proceso de negociación como para que ahora se quede así, en punto muerto. No entendemos por qué no nos llaman, les hemos llamado, les hemos puesto mensajes y no nos convocan.
-¿Por qué cree que han dejado de responder?
-Bueno... tampoco somos niños. Esto no es causalidad. Lo están haciendo por algún motivo y esta será su táctica de negociación. Pero esta táctica no lleva a que lleguemos a acuerdos. Ni mucho menos.
-En estos meses de negociación han conseguido acercar posturas...
-Sí, y no entendemos por qué desde hace quince días no hay manera de que nos sentemos a acercar más esas posturas. En estos meses ha habido algún acercamiento, hemos pasado de un documento de muchísimos puntos a uno más resumido. Se ha hablado incluso de alguna cifra. Pero parece que tienen problemas dentro de la propia Conselleria, por el tripartito que gobierna. Unos dicen blanco, otros dicen negro y otros dicen gris. Además, tienen un problema con Hacienda, eso nos lo han manifestado directamente. Pero aún así ¿por qué no nos sentamos y vemos exactamente como llegar a un punto en común? Porque hay reivindicaciones nuestras que no son económicas.
Nosotros estamos haciendo todo lo posible, lo que no tiene sentido es que luego salga Conselleria y un redacte documento diciendo que nosotros rompemos las negociaciones unilateralmente. Eso es falso y lo saben. Eso forma parte de su táctica. Lo que no puede pedirnos el conseller es que estemos callados y que hemos sido nosotros los que hemos roto el acuerdo porque no es cierto. El pasado jueves en la jornada del Comcas, le interpelamos directamente, el viernes lo hicimos a través de nuestro abogado Guillermo Llago y el lunes otra vez. Cuando no recibimos ninguna respuesta entendemos que es porque no quieren contestarnos. Máxime cuando a las pocas horas de salir nuestro comunicado son capaces de redactar uno inmediatamente. Tienen mucha agilidad para lo que quieren.
-Supongamos que consiguen retomar el diálogo. ¿Cuáles serían los puntos en los que Sanidad tendría que ceder sí o sí para conseguir frenar la huelga?
-Hay infinidad de puntos pero muchos están interrelacionados. Uno de los más importantes es el tope en las agendas de los médicos de Atención Primaria.
-¿Sanidad no se comprometió ya a fijar este tope?
-Sí, se comprometieron. Pero eso no ha quedado plasmado en ningún sitio. Necesitamos saber cómo van a gestionar el exceso de pacientes, que nos concreten. Llevamos mucho tiempo de inconcreciones y el sindicato lleva dos meses demorando acciones reivindicativas, acudiendo a las reuniones...
"es inasumible que un médico de Atención Primaria vea a 60 o 70 pacientes en una mañana"
Volviendo al tope en las agendas, es inasumible que un médico de Atención Primaria vea a 60 o 70 pacientes en una mañana. Por otra parte también reivindicamos la regulación de las guardias localizadas. No puede ser que un médico esté de guardia localizada medio mes seguido. Durante ese medio mes no se puede mover de cerca del hospital, de su domicilio, con el móvil. Eso no puede ser así. Habrá que reestructurar los servicios y hacer otro tipo de oferta. También queremos un incremento del precio de la guardia y una limitación de las guardias hospitalarias. Porque hay una ley que dice que hay un tope de tres, pero no se cumple en ningún sitio. Excepcionalmente sí se cumple. Habrá que reestructurar eso y conseguir que los médicos hagan más guardias, pero no a base de esclavizarlos sino a base de bonificarles su trabajo.
Por otra parte, nuestros residentes quieren salir a hacer su rotatorio formativo y Conselleria debe abonárselo. De hecho hay una normativa nacional que dice que tienen que abonárselos y esto Conselleria no lo cumple. Ahora en el acuerdo para los residentes estamos pidiendo que se les abonen esos desplazamientos a nivel nacional. Está claro que los rotatorios internacionales a lo mejor no se pueden cubrir, pero a nivel nacional pensamos que sí. Al final formamos a nuestros médicos para que se queden aquí y si tienen que ir a Madrid o Barcelona o donde sea que haya un centro especializado se les tienen que abonar esos desplazamientos. Hay que recordar que son médicos cuyo salario es mileurista, que cada vez está más cerca del salario mínimo interprofesional. No estamos pidiendo ninguna locura. Otro de los puntos está relacionado con los profesionales del SAMU. No puede ser que no se le paguen las dietas cuando están 24 horas trabajando. En otros ámbitos sanitarios sí que se pagan y eso es lo normal, lo natural.
-¿A cuáles estaría dispuesto a renunciar el sindicato para llegar a un acuerdo?
-A ver, nosotros hemos renunciado a una lista de reivindicaciones que contenía más de 40 puntos. Ahora estamos hablando de una lista de 5, 6 o 7 puntos para negociar. Creo que ya se renunció bastante. Seguir renunciando supone decir, bueno, si no queréis hacer nada, no hagáis nada. Ellos dejarán en evidencia cuál es su interés por mejorar la sanidad. Luego además las palabras de nuestra negociación las hacen suyas, lo cual no nos parece mal tampoco. Quiero decir, si pedimos medias de seguridad para los centros de salud y la atención continuada y puntos conflictivos, primero nos dicen que es imposible y luego nos dicen que lo van a hacer. Bueno, por un lado dicen también que van a hacer un hospital de 700 camas, ¿no? Pero que ellos ya lo piensen o lo utilicen en su discurso, pues a lo mejor resulta que algún día conseguimos que eso sirva para algo. Pero tenemos ahí unos mínimos que tienen que ser eso. Y necesitamos que sea de verdad una voluntad negociadora, realista.
Tendrán sus problemas con sus socios de gobierno, con la Consellería de Hacienda y lo que quieran. Pero tenemos que sentarnos sobre la realidad. Nosotros no pretendemos nada que no esté pasando en las otras comunidades autónomas. También tienen sus problemas de hacienda, sus socios de gobierno y ven que no hay médicos, que hay que arreglarlo, que hay problemas en la sanidad que tenemos que poner encima de la mesa y solucionar. ¿Por qué no lo hacen aquí? Pues no lo sabemos. Pero es su responsabilidad.
-Teniendo en cuenta el hecho de que preavisaron de la intención de hacer huelga con muchos meses de antelación y que llegado el momento decidieron aplazarla... ¿Qué tiene esta huelga de amenaza y qué de realidad?
-No es una amenaza. Nosotros, previo incluso a lo que tú dices, le hemos enviado innumerables cartas poniendo negro sobre blanco porque en la sanidad pública valenciana hay muchos problemas que se tienen que corregir. Nosotros somos médicos, somos un sindicato apolítico y lo único que queremos es que la sanidad funcione bien. Tenemos 20.000 médicos españoles trabajando en la Unión Europea. Eso es una sangría enorme que luego nos faltan aquí y tenemos que importar a otro tipo de médicos. Tenemos muchos problemas muy graves que le hemos ido comunicando previamente, hicimos ese aviso de huelga con mucho tiempo por el medio para poder negociar y pactar y ver si se podía llegar a un acuerdo sin llegar a un conflicto y no perjudicar a los pacientes, porque somos médicos y no queremos perjudicar a los pacientes.
"La huelga no es una amenaza, queremos visualizar los problemas de la Sanidad"
La del lunes es la primera de las fechas que hemos puesto. La hemos puesto así porque precisamente no queremos perjudicar a los pacientes. Si hiciéramos una huelga indefinida perjudicaríamos mucho a los pacientes. De esta manera, lo que queremos es que se visualice cuál es la problemática y que se vea cuál es la actitud de Conselleria. No estamos hablando por hablar, es que llevamos dos meses intentando llegar a un acuerdo. Hemos desconvocado días de movilizaciones, días de huelga por problemas de salud de los pacientes y Conselleria debe haber entendido que nosotros no vamos a seguir reivindicando. Pero seguiremos porque estos son problemas muy serios y hay que corregirlos. No amenazamos, simplemente queremos que se vea.
-La postura de la Conselleria de Sanidad respecto a la huelga siempre ha sido bastante optimista. ¿Qué opina de eso?
-Bueno, las declaraciones del conseller en los medios siempre ha ido en ese sentido. En las reuniones en persona su actitud parece muy razonable pero luego a la hora de llegar a un acuerdo cuesta. Hay dos opciones, o está secuestrado por su equipo, que es el mismo que había con la anterior consellera, o simplemente es una fachada. Nosotros confiábamos mucho en su voluntad negociadora, parecía que nos entendía, pero no entendemos ese optimismo desmesurado diciendo que la sanidad es una maravilla y que aquí no hay ningún problema. El colapso en la Sanidad no es coyuntural, eso es falso y lo sabe Mínguez y lo saben los pacientes. Ahora mismo hay entre 15 y 20 días de demora para acudir al médico en los centros de Atención Primaria. Eso es un problema y hay que solucionarlo. En estos momentos han puesto en marcha un sistema en el que el propio cirujano que apunte a alguien en lista de espera para una operación directamente ya le tiene que derivar a un centro privado si tiene una lista de espera determinada. Cuando ese médico lo que tiene que hacer es trabajar todo lo que pueda y tratar a sus pacientes, no derivarlos a un plan de choque privado. Para eso están las unidades de gestión, que tendrán que explicarle al paciente eso. Se está obligando a hacer a los médicos tareas que no son suyas, a llevar a pacientes a la privada.
Luego el conseller se dedica a dar charlas por las universidades para intentar que los estudiantes se queden y le montan unas broncas de cuando en cuando porque se dan cuenta de que lo que les están diciendo no es cierto. Los estudiantes durante la carrera ya hacen prácticas, pasan por centros de salud y se dan cuenta de la realidad. A Medicina Familiar no quiere ir casi nadie. Si cogen esa plaza es para luego marcharse porque saben de la saturación y de las pésimas condiciones. Y esto no se corrige yendo a dar charlas a las universidades.
-¿Por qué cree que el conseller tiene este discurso? Quiero decir, él es médico, sabe lo que se vive en la otra parte...
-Cuando tomó posesión fui a reunirme con él y le expresé lo importante que era para nosotros que él fuese médico. Mínguez ha trabajado en diferentes ámbitos de la sanidad pública y nadie le tiene que explicar cómo funciona la sanidad, la ha vivido desde dentro. Lo cierto que cuando iniciamos las negociaciones teníamos muchas esperanzas, parecía que nos entendía, que compartía nuestra forma de ver las cosas y que podíamos llegar a un acuerdo. Pero este cambio de actitud nos ha defraudado, nos sentimos un poco frustrados, engañados. Y nos parece un acto un tanto electoralista. Estamos muy cerca de las elecciones y están tapando los problemas que hay diciendo que la sanidad es una maravilla. ¿Ahora vamos a tener un hospital nuevo con 700 camas cuando en 4 o 5 años no han sido capaces de hacer la reforma de las urgencias? ¿Ahora nos vamos a creer que vamos a tener un súper hospital? Ojalá.
-¿Tienen alguna previsión del seguimiento de la huelga?
-Te podría hacer una aproximación. Yo te diría que los médicos nos están diciendo que quieren ir a la huelga. Eso traducirlo el lunes en cuanta gente se pondrá de huelga, como no tienen ninguna obligación de decirlo, sería una aproximación. Pero hay que cumplir los servicios mínimos porque además hay que atender a los pacientes. Pero una cifra exacta... podemos hablar del 60 o el 80%, pero no te puedo decir exactamente una cantidad. Además, los servicios mínimos siempre vienen impuestos por la Conselleria y al final deja a prácticamente todo el personal trabajando. Por un lado eso no perjudica a los pacientes pero por otro dificulta mucho la capacidad de reivindicación. Nosotros siempre nos movemos entre la espada y la pared, no queremos perjudicar, pero queremos reivindicar. Por eso nos hace falta que los pacientes se den cuenta de que esto va por ellos, no es solo para nosotros. Es un tema de los pacientes. Si conseguimos que funcione mejor será para todos.