CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló y la Diputación Provincial se preparan para vivir un maratón de plenos antes de acabar el actual curso político. Ambas instituciones celebrarán al menos seis entre junio y julio. A los ordinarios de cada mes (dos y dos, respectivamente) se sumará el de agosto, que tradicionalmente se adelanta por una cuestión organizativa. Incluso, en el caso de la entidad local, no se descarta alguna convocatoria más, siempre de carácter extraordinaria, teniendo en cuenta los asuntos pendientes, como el Plan General y el presupuesto.
La apretada agenda para los concejales y diputados arrancará en apenas dos semanas, especialmente para aquellos que doblan. Es el caso de Patricia Puerta (PSPV), Ignasi Garcia (Compromís) y Vicent Sales (PP). El 17 de junio, la corporación municipal se reunirá para abordar los temas más domésticos. Lo hará siete días antes de lo estipulado por el reglamento (el último jueves de mes) debido a la festividad autonómica del 24 (Sant Joan).
La cita plenaria tendrá su importancia. En principio, debería servir para resolver la situación de la concejala del grupo de no adscritos, Paula Archelós, ex de Ciudadanos. Aunque en mayo los seis partidos con representación institucional trataron hasta en dos ocasiones de llegar a un acuerdo, las distintas sensibilidades impidieron concretar la nueva remuneración de la concejala tránsfuga. Es más, se evidenció la existencia de dos bandos enfrentados con los socialistas y naranjas, por un lado, y el resto, por otro. Un conflicto que continúa presente hoy en día.
Menos de una semana después de esa convocatoria, la administración supramunicipal emplazará a sus diputados para la sesión de junio (en concreto, el martes 22). Será la antepenúltima antes del parón por las vacaciones estivales, ya que le seguirá el pleno del 20 de julio y el ordinario de agosto, aunque todavía no hay fecha para este último. Las dos opciones que se barajan son el 13 y el 27.
Por lo que respecta al Ayuntamiento, la postrera cita para los munícipes se producirá el 29 de julio. No obstante, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos, es posible que la corporación se reúna unos días antes, bien para aprobar parte de las alegaciones del mentado Plan General (las de la pieza Estructural), bien para sacar adelante las cuentas municipales.
En este sentido, cabe recordar que en 2020 el denominado Acord de Fadrell logró validar el presupuesto del ejercicio en curso a escasos días de interrumpir la actividad parlamentaria. De hecho, por la propia tramitación administrativa, el proyecto económico entró en vigor casi un mes más tarde (el 25 de agosto), una vez se constató la inexistencia de objeciones durante la exposición pública.
Con independencia de la organización de un pleno extraordinario, sí es seguro que habrá uno extra al adelantarse la sesión de agosto, al igual que ocurrirá en la Diputación. El motivo de ese cambio obedecerá a la necesidad de dejar fechas libres en septiembre para celebrar el tradicional debate sobre el Estado de la Ciudad, en la que cada formación política expondrá su visión respecto a la gestión del ejecutivo.