CASTELLÓ. Al Castellón se le empieza a reducir drásticamente el margen de maniobra para presentar un proyecto serio en su segunda temporada en Primera RFEF. El club albinegro, inmerso en negociaciones para incorporar un inversor, está con movilidad reducida en su día a día, sin una propuesta deportiva definida y con una incertidumbre creciente en lo que a sus maltrechas finanzas se refiere.
La situación sería algo más llevadera si no fuera porque faltan solo seis semanas para que se inicie la Liga y que el club lleva más de un mes sin dar señales reales de vida a su afición.
Han transcurrido 48 días desde que el primer equipo disputó su último partido de Liga y lo único que ha trascendido es el interés, declarado por Vicente Montesinos, de encontrar un socio que garantice, con su inversión, el proyecto deportivo del club. Eso fue hace un mes y medio. Desde entonces, el club no ha dado ningún paso claro en sus propósitos para el próximo curso. Solo el fichaje del defensa Manu Sánchez ha roto la parálisis total del club en su planificación. Pero sigue pendiente lo más importante: la incorporación de un entrenador y la llegada de refuerzos que marquen diferencias y que compensen las salidas de jugadores como Kevin Sibille, Mario Barco y Dani Torres, que no seguirán en el equipo.
Esta falta de mando hace que el Castellón tenga el dudoso honor de ser el único equipo del grupo 2 de Primera RFEF que aún no cuenta con entrenador. Hasta hace poco, el club albinegro compartía este vacío con Sabadell y Eldense. Pero en los últimos días los catalanes ficharon a Gabri García y los alicantinos a Fernando Estévez, dejando al Castellón como único club sin los deberes hechos en este apartado.
Tal es así que el primer equipo albinegro ha tenido que retrasar su regreso a los entrenamientos, previsto para el pasado lunes, para resolver la cuestión del banquillo y de la planificación. Pero, a cuatro días de la nueva fecha de inicio de pretemporada, la entidad albinegra sigue sin avanzar en un tema de máxima prioridad.
Tampoco hay señales alentadoras en lo que respecta a la entrada de un inversor. Montesinos esperaba tener algo cerrado en la semana del 20 de junio, pero la incertidumbre ya se ha alargado tres semanas más. Así, en caso de que llegue este socio, su reto será diseñar un proyecto en tiempo récord. Lo tendría que hacer invirtiendo en una empresa que se presume muy arriesgada dadas las premuras de tiempo, ya que dispondría, como mucho, de seis semanas antes del inicio de Liga.