CASTELLÓ. Claudia Conte, una de las mejores atletas valencianas del momento, reaparece este fin de semana después de estar más de un año lesionada. La castellonense sufrió una fractura en una vértebra el año pasado y, sin saberlo, siguió compitiendo. Hasta que el dolor era tan intenso que ya no pudo soportarlo y se vio obligada a retirarse, después de tres pruebas del heptatlón, en el Europeo de Múnich, hace trece meses.
Todo este tiempo ha sido una lucha en solitario para volver a donde estaba. Porque Conte, que tenía 22 años antes de la lesión, ya había sido novena en el Mundial de Eugene -sólo unas semanas antes, y ya con dolores, del Europeo-, sexta en un Mundial en pista cubierta, y antes, aún como sub23, subcampeona de Europa de su categoría. La atleta de Benicàssim ya está casi a punto y, como no quería acabar el año sin competir, decidió inscribirse en la última competición del año en las pruebas combinadas: el Décastar.
El Décastar es patrimonio del atletismo. Su mitin es uno de los más antiguos del mundo dedicado a las pruebas combinadas, al decatlón en hombres y al heptatlón en mujeres. La primera edición se celebró en 1976 y se convirtió en una cita anual a partir de 1986. Su origen tiene mucho que ver con Guy Drut, un atleta francés que en el verano de 1976, en Montreal, se proclamó campeón olímpico de 110 metros vallas. En Talence, en una ciudad situada en el extrarradio de Burdeos, al suroeste de Francia, le propusieron un reto: enfrentarse a un decatlón.
Drut, que cuatro años antes ya había sido subcampeón olímpico en Múnich como vallista y que poco después anunciaría que se iba a hacer profesional, recogió el guante y participó en esta primera edición en la que cumplió hasta sucumbir en los 1.500 metros, la décima y última prueba. Ese año casi nadie reparó en un jovencísimo decatleta inglés llamado Francis Thompson. El británico, que poco después sería mundialmente conocido como Daley Thompson, tenía 18 años y había pasado de puntillas por los Juegos de Montreal (terminó décimo octavo). En Talence fue cuarto y llamó la atención, eso sí, porque se impuso en el 100, el 400 y el 1.500. Aquel chico sólo tardaría unos años más en batir su primer récord mundial. Lo hizo en el Hypo-Meeting de Götzis, otra de las catedrales de las pruebas combinadas, donde se celebra el mitin más importante de esta suma de especialidades.
El Décastar comenzó a ser anual en 1986 y no incluyó el heptatlón -antes se hacía un pentatlón- hasta 1984. Una de las figuras más destacadas de los 80 fue Christian Plaziat, el francés que tiene el récord con cinco victorias en Talence. Aunque los dos grandes hitos del Décastar son los dos récords mundiales que se batieron en la pista del estadio de Thouars.
El primero fue fruto del ánimo de revancha de Dan O’Brien. El estadounidense, que se había proclamado campeón del mundo de decatlón en 1991, fracasó un año después en los Trials olímpicos celebrados en Nueva Orleans. Allí, en el Estado de Lousiana, en el Tad Gormley Stadium, O’Brien cometió tres nulos en la primera altura que intentó en la pértiga, sumó cero puntos y se hundió en la clasificación, perdiendo todas sus opciones de ir a los Juegos de Barcelona, donde iba a ser el gran favorito. Pero el norteamericano no se rindió, siguió entrenándose y en septiembre, en Talence, logró el récord mundial con 8.891 puntos, y, además, batió al campeón olímpico en Barcelona, el checo Robert Zmelik, por 280 puntos.
El segundo récord mundial llegó en 2018, cuando el francés Kevin Mayer sumó 9.126 puntos. Mayer, curiosamente, acudió a Talence después de haber hecho tres nulos en la prueba de longitud del decatlón del Europeo de Berlín, la ciudad donde, casualidades, Eliud Kipchoge batió el mismo día que Mayer, el 19 de septiembre de 2018, el récord mundial de maratón.
Conte estará este fin de semana en Talence, en un coqueto estadio construido en una zona boscosa, con altos estándares de protección medioambiental, en el escenario del Décastar, un mitin que ha tenido a figuras como Plaziat, O’Brian, Mayer, Tomas Dvorak, Tom Pappas, Roman Sebrle, Eunice Barber, Denise Lewis (tiene el récord de esta competición con 6.831 puntos), Nataliya Dobrynska, Nafissatou Thiam o Heike Drechsler, uno de los últimos productos de la factoría de la RDA, que probó con el heptatlón y se fue hasta los 6.741 puntos después de saltar 6,95 en longitud y correr los 200 metros en 22.84.
En el Décastar también tentaron a la checa Barbora Spotakova, que hizo combinadas de juvenil, y se convirtió en Talence en la primera mujer en lanzar más de sesenta metros (60,90) en la jabalina -la prueba en la que tiene el récord del mundo- del heptatlón. Spotakova logró 5.880 puntos.
Así que no hay mejor lugar para Claudia Conte, atleta del Playas de Castellón, para volver a la competición. El Stade Pierre Paul Bernard es un escenario legendario y la discípula de Manoli Alonso debe dar ahí el primer paso hacia los Juegos Olímpicos de París.