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la historia, rodada en culla, se abre hueco en festivales 

Crear como alumno, pensar como profesional: el trabajo tras el corto 'Sobre nosotros'

23/11/2022 - 

CASTELLÓ. Las fotografías de supermercados vacíos empezaron a circular de forma masiva por nuestro teléfonos durante la pandemia y, como consecuencia, el miedo al desabastecimiento empujó a miles de personas a comprar irracionalmente aquellos productos básicos que nunca querrían que les faltasen en sus provisiones. Poco importaba que se avisara de que nadie iba a quedarse sin comida o papel higiénico, porque las fotos corrían como la pólvora advirtiéndonos de que o nos apresurábamos o nos quedaríamos sin nada. En Sobre nosotros no se habla de este episodio en concreto, pero sí de la histeria colectiva, de esa sensación totalmente irracional que se propaga y no nos deja pensar con claridad. Con su cortometraje, Alexandra Croitoriu (directora), Claudia Escrig (ayudante de dirección), Ana Navarro (guionista), Raúl Rosas (director de fotografía) y Adelina Balan (directora de arte), se proponen plasmar el momento en el que nos encontramos: "un contexto donde la información -sea cierta o no- se transmite rápidamente y cobra mucha importancia". 

En un pueblo recóndito, un hombre mayor corre despavorido para avisar a sus vecinos de que ha sufrido el ataque de un OVNI. O al menos eso cree. Una vez todos están a salvo, se dan cuenta de que uno de sus convivientes no ha acudido a la llamada y, presos del pánico, debatirán si salir al exterior, o no, a salvar su vida. Pero, ¿será verdad que ha sido un OVNI lo que le ha atacado? Todo parece indicar que sí...

"Si la desinformación existe en todas partes, en los pueblos todavía tiene mayor efecto. Por eso, queríamos mostrar cómo se corre la voz de rápido en estos y por qué no tenemos que creernos lo primero que nos cuentan", señala Croitoriu.

Fotograma del cortometraje  

Un trabajo profesional pensado en el aula

Con esta historia, el equipo de Sobre nosotros se alzó el pasado sábado con el premio a Mejor Cortometraje rodado en las comarcas de Castelló, en el festival Fesohcurt de Nules. Además, estuvo seleccionado en la Mostra de Cinema Jove d'Elx y ahora sus autores esperan poder llevarlo a más certámenes. Un film que, aunque nació a propósito de su Trabajo de Final de Grado, ha sido pensado para alcanzar un objetivo mayor. "Nuestra disposición es completamente profesional", afirman sus creadores. 

Pese a que el film contó con un presupuesto de únicamente tres mil euros, conseguido gracias a una campaña de crowdfunding en Verkami, el equipo actoral estaba formado por profesionales. Algo que, sin duda, ha ayudado al resultado final. "Nos costó un poco encontrar a actores para ciertos personajes, pero queríamos intentar que todos fueran profesionales", expone su directora, quien decidió ampliar la búsqueda y abrirse a profesionales de fuera de la provincia. Así, Carlos Villarino viajó desde Galicia para grabar y Ethan Blanco lo hizo desde Madrid. A ellos se suman Estela Martínez, Martín Hernández, José Enrique Muñoz, Ana Revert, Vicente Guillot y Lola Mallen desde Castellón y València.

Equipo al completo 

Contar con un elenco curtido facilitó mucho las cosas en el rodaje. "Los fallos, por así decirlo, eran casi todos técnicos y de producción. Los actores no tenían problemas de no saberse el texto y todo era más fluido. Jugábamos con gran ventaja", considera Alexandra. Además, según explica su directora, buena parte del presupuesto se invirtió en dietas, vestuario y en material de protección por la covid-19. 

En este sentido, grabar en una localidad pequeña como Culla también jugó a su favor. "El Ayuntamiento se portó espectacular. Nos facilitaron de todo. Desde alojamiento hasta el espacio para rodar. Fueron días muy intensos y estuvimos como en casa". Eso sí, a cambio estos regalaron a los vecinos una historia ambientada en la localidad que, en poco más de 14 minutos, ayuda a imaginar cómo es la vida en un municipio con pocos habitantes. "Los diálogos son en valenciano y castellano, porque el primero simboliza a la gente, normalmente mayor, que vive en el pueblo, mientras que en castellano suele hablar la gente de grandes ciudades que viajan hasta el pueblo. Queríamos reflejar la vida en un pueblo valenciano con algunos detalles", cuenta su directora.  

El sueño de crear ficción 

Con todo, no es fácil crear un cortometraje de ficción por los gastos extra que comporta. Desde el vestuario y la creación de un decorado hasta contratar a actores y actrices; el coste es mucho mayor que, por ejemplo, el de realizar la grabación de un documental. Aún así, Alexandra Croitoriu tiene claro que este es el camino por el que quiere continuar. "Hacer ficción es difícil, pero la ilusión está. Ahora estoy estudiando un máster de Producción Ejecutiva para Cine en Madrid y estoy abierta a nuevos proyectos", manifiesta la castellonense.



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