CASTELLÓ. La zona del parque Ribalta donde se alzaba la cruz hasta el pasado 4 de enero exhibe varias pintadas desde hace días. Inscripciones como "Rajoy culpable", "Dónde está la cruz? Respeta mi fe" o "Viva Cristo" tiñen el muro de la plataforma. Asimismo, parte del vallado orientado al paseo permanece caído en el suelo, con lo que cualquiera pueda acceder al interior de la zona.
La adjudicataria de retirar el monumento y restituir el jardín de 1926, Vainsa Infraestructuras, consume casi un tercio del plazo de ejecución sin avances. Desde el traslado del lábaro a su emplazamiento de la parroquia Santo Tomás de Villanueva, la obra está parada. Este miércoles, 18 de enero, se cumplirán dos de las seis semanas que contempla el proyecto para realizar la actuación.
Ante la inacción de la mercantil, el Acord de Fadrell se remite a ese plazo de ejecución para transmitir tranquilidad. De acuerdo con el cronograma, antes de la reseñada data, debía completarse el derribo y eliminación tanto del entarimado de hormigón como de los muros, escaleras y bordillos. Completada esa fase, llegando al terreno natural, tendría que diseñarse el nuevo espacio para proceder a la colocación de los adoquinados, pavimentos y bancos de piedra y cerámica.
Sin embargo, ninguna de esas operaciones se ha realizado hasta la fecha, con lo que la concesionaria tendrá que correr en el momento que retome la obra para ceñirse al plazo estipulado en el expediente. Según las cláusulas administrativas, en caso de incumplimiento o cumplimiento defectuoso por demora, se establece la imposición de "penalidades diarias en la proporción de 0,60 euros por cada 1.000 euros del precio del contrato, IVA excluido". En este caso, el presupuesto asciende 58.908,16 euros.
Vainsa Infraestructuras ganó la licitación de la cruz el 7 de noviembre de 2022, cuando la Mesa de Contratación elevó su propuesta a la Junta de Gobierno Local. El 21 de ese mes, el Ayuntamiento de Castelló oficializó la adjudicación, aunque hubo que esperar hasta mediados de diciembre (el día 16) para hacerse efectiva la formalización del contrato.
Este trámite administrativo activó la cuenta atrás con vistas al inicio de la ejecución. La mercantil acreditó su solvencia y presentó el plan de seguridad, que el equipo de gobierno aprobó a finales de año. La retirada del monumento no se produjo hasta el 4 de enero, en una jornada especialmente larga y tensa por las protestas.
Los trabajos de la empresa se alargaron hasta la madrugada de aquel día. La extracción del lábaro superó las 15 horas, de manera que la colocación en la nueva ubicación se ejecutó de noche. La compleja tarea siempre se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad para evitar incidentes. Con la cruceta fuera del parque, la recuperación del jardín se suponía que arrancaría el lunes 9. No obstante, desde entonces no ha vuelto a producirse ningún movimiento en el parque.