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diferentes cortos convergen en una película

Cuéntame otras historias: Cortoformo da oxígeno al cine experimental y crea un film colectivo

Para su primera película Cortoformo captó a 21 cineastas que, a través de 21 cortometrajes, utilizaban los campos de naranjas de Castellón. Ahora, la temática que piden retratar es el 'abandono'

10/01/2020 - 

CASTELLÓ. ¿Eres de los que no encuentran nada que ver en la televisión? ¿Te cuesta incluso hallar algo de interés en las plataformas más solicitadas de la red? Seguramente estés hecho de otra pasta. La del cine alternativo y más experimental. En Cortoformo te entienden, porque ese tipo de narrativas -que huyen de los estándares y lo convencional- son las que quieren precisamente ejercitar en su proyecto de cine cooperativo. "No aspiramos a historias muy faraónicas, no es necesario. Se pueden contar historias más simples y profundas además sin pecar de hacer algo muy tradicional", defiende uno de sus organizadores, Nacho Viedma. Junto a él, Pau Tormo, Lucio Celomundo, Nacho Badenes y Clara Rodríguez tuvieron la idea hace 5 años de cohesionar diferentes cortometrajes en un mismo film que respirará sobre temas cotidianos castellonenses. Como un mosaico, pero con las normas del séptimo arte. 

Así se dio su primer film, Naranjos, que contó nada menos que con 21 directores y 21 cortos. La película sirvió de escaparate de la agricultura y de los campos, pero también llevó este símbolo valenciano hasta otro tipo de tramas, mucho más singulares. "Para la gente de fuera, los naranjos son algo muy exótico. Por eso nos atrajo la idea de hacer algo diferente sobre el tema", añade Viedma. Los cortos, de escasa duración, dieron lugar así a un film de 61 minutos en el que conviven, además, todo tipo de géneros y estilos. Ha sido, en efecto, esta peculiaridad la que se ha vuelto un hándicap para hacer rodar la obra por el circuito de festivales nacional. "El mediometraje ya es de por sí un formato con muy pocas opciones, porque estamos en tierra de nadie. Pero a eso hay que sumar que es un film muy difícil de categorizar". 

Sin embargo, Cortoformo repite fórmula y ya busca a nuevos participantes para su nueva película colectiva que, en esta ocasión, versará sobre el abandono. "Al principio optamos directamente por las secuelas del boom inmobiliario, porque pensamos que es una faceta de nuestra provincia que es necesaria corregir, pero pronto germinó en otras ideas. Por eso, damos carta blanca a los autores", explican sus organizadores. 

De este modo, además de granjeros despoblados, fábricas arruinadas por la crisis, bloques de casas vacías deshabitados, zonas desiertas donde se inició una obra pero no se terminó y edificios públicos en estado ruinoso, los cuales han de aparecer al menos en una de las escenas de la película. El film también puede interpelar a otros ámbitos como son el del abandono de animales. "España es uno de los países de la UE que más abandona, con 137.000 cada año, según fuentes de Fundación Affinity", exponen sus organizadores. Así pues, el duro día a día de las personas sin hogar o los desahucios son otros de los temas candentes sobre los que poner la lupa. Aunque, eso sí, el proyecto de film nace con la convicción de no mostrar únicamente el lado pesimista del abandono, sino también manifestar un aspecto optimista basado en que las cosas pueden cambiar a mejor. 

"Queremos formar un grupo de cineastas, músicos, actores, artistas y profesionales audiovisuales para desarrollar juntos un proyecto inspirado en Castellón y el abandono que sufre. También nos gustaría invitar a varios artistas tanto nacionales como internacionales para así promover la cultura local hacia el exterior", añaden sus responsables. Con ello, esta segunda convocatoria sí sufrirá alguna que otra modificación. En primer lugar, cuantitativa, y es que Cortoformo quiere reducir el número de directores implicados para condensar más sus esfuerzos. "Seguiremos sin límite de número, pero intentaremos que sean menos participantes y que haya más cohesión entre ellos, que tengan elementos comunes. Trabajamos sin presupuesto, con autofinanciación y sin ayudas. Por eso necesitamos controlar más que se hace", señala Badenes. Y el segundo aspecto será el tiempo. Si bien el proyecto nació con carácter bienal, a fin de producir un film cada dos año, ahora no habrá límite de tiempo para conseguir trabajos más pausados. 

Por el momento, ya se han rodado dos cortometrajes, de un cineasta americano y otro hospedado en Finlandia, que visitaban estos meses la provincia. "Aunque cada pequeño corto tiene su autoría, nos aportamos mucho los unos a los otros. Incluso hemos llegado a intercambiar roles", aseguran desde Cortoformo. Con ello, aunque no se contempla que un creador llegue únicamente con su idea bajo el brazo, la iniciativa ayuda a los creadores con temas de logística o en la búsqueda de localizaciones y actores. Igualmente, pese a que el trabajo final funciona como un mediometraje, sus autores pueden participar independientemente en otros festivales y exhibir la pieza por separado.

Rodaje de los primeros cortos sobre abandonos

"Creemos que las historias íntimas y lo que uno sabe o siente de verdad vale más que hablar de temas lejanos a uno mismo, que siguen modas impuestas por el mercado, algo muy habitual en el cine más comercial/convencional que trata de agradar al gran público. Esto no es un concurso, no hay premios. Tampoco tenemos manías, pero puestos a sentar las bases de una nueva escena creativa creemos que lo mejor es no acogerse a lo ya conocido", rezan para terminar desde Cortoformo. 

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