CASTELLÓ. Alta tensión en la campaña electoral. A seis días para los comicios municipales y autonómicos, saltan chispas entre los bloques de la izquierda y de la derecha en Castelló. La tensión y la agitación resultan especialmente palpables en las candidaturas del PSPV y el PP, las dos formaciones políticas que más se juegan en las instituciones, con independencia del ámbito territorial.
Sin equipararse los anuncios de denuncias por las facturas del hermano del president, Ximo Puig, y por la supuesta vinculación del PP con las pintadas CorruPSOE y GolPSOE de Estado, lo cierto es que la guerra de guerrillas va in crescendo a medida que avanzan los días. Esa estrategia, además de desprestigiar al rival, pretende atraer al votante indeciso que, según los sondeos, se vislumbra clave para desequilibrar las balanzas.
Castelló ciudad no es ajena a la igualdad que reflejan las encuestas en otras instituciones (Generalitat o Diputación Provincial). Un simple regidor puede cambiar el signo del gobierno municipal, bajo el control de la coalición progresista (PSPV, Compromís y Podem-EU) desde 2015 tras 24 años de gobernanza del PP. El estrés de los candidatos, conscientes de la importancia del 28M, se refleja en los debates organizados, como el primero de alcaldables de adComunica, y en las maniobras plebiscitarias.
La denuncia del Partido Socialista ante la Fiscalía por la citada campaña de las pintadas supone una vuelta de tuerca más. A raíz de la comparecencia del secretario de organización local, José Luis López, otras fuerzas que concurren a las elecciones se han sentido de alguna manera identificadas. Som Castelló, agrupación municipalista, advirtió días atrás en un comunicado que había puesto en conocimiento de la Policía Nacional el acoso de una furgoneta negra y las amenazas telefónicas a sus candidatos. El primer incidente coincidió en el tiempo con el que el número dos de la lista de la alcaldesa socialista, Amparo Marco, describió este lunes en el Palacio de Justicia.
Según López, en la madrugada del jueves al viernes de la semana pasada, él mismo reconoció un vehículo muy similar al relatado por el alcaldable de Som, Javier Más, que se encontraba parado en una rotonda de acceso sur al lado de una pintada nueva que apareció es misma noche y en la que había una persona subida con la cara tapada y otra dentro.
"Hemos recibido información de vecinos que decían que una furgoneta negra, durante todas estas semanas, estaba produciendo esas pintadas y, posteriormente, hemos comprobado -por la matrícula- que las características de esta furgoneta que identificamos coinciden con una de las que está utilizando el PP de Castellón durante toda la campaña", explicó el secretario de organización socialista.
Horas después de presentar la denuncia, y en los comentarios que surgieron en las redes sociales (Facebook y Twitter, principalmente), la actual concejala de Ciudadanos y número 5 de la candidatura de Eduardo del Pozo, Mari Cielo Leirós, advirtió que "hay prácticas muy poco democráticas. A nosotros también nos han tapado la cartelería. A qué no sabéis quién? Pues eso".
Ante las acusaciones e insinuaciones al PP, su director de campaña en la capital de la Plana, Sergio Toledo, se apresuró a condenar "la campaña barriobajera del PSOE". Asimismo, indicó que "no tenemos nada que ver con esos hechos y nos reservamos las acciones oportunas".
Tanto socialistas como populares llevan toda la legislatura como el perro y el gato. Los encontronazos entre sus representantes han sido una constante en los plenos del Ayuntamiento y de la Diputación. En la precampaña, los recursos ante la Junta Electoral para evitar actos o ruedas de prensa tensaron todavía más las relaciones, anticipando lo que ocurriría en las dos últimas semanas hasta el 28 de mayo. Y a seis días para la cita con las urnas, todo hace indicar que ese choque irá a más.