CASTELLÓ. Que los partidos políticos en el Ayuntamiento de Castelló están en precampaña desde hace tiempo resulta una obviedad. También que la oposición (PP, Ciudadanos y Vox) porfíe en su estrategia de enturbiar los plenos para desgastar al Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EUPV). Sin embargo, el tono de las intervenciones va in crescendo conforme pasan los meses. Los rifirrafes entre los concejales de una y otra bancada dejan perlas cada vez más sonadas, como las que se pudieron escuchar este jueves en la sesión ordinaria de septiembre.
La puesta en escena y retórica de los regidores desde el atril deslucieron por enésima ocasión los acuerdos adoptados. La batalla dialéctica derivó incluso en enfrentamientos directos por alusiones. Y es que las cabriolas de los munícipes para provocar al oponente se repitieron, de manera que no siempre el debate y la explicación de voto se ciñeron al punto del orden.
Como viene siendo habitual, la derecha y extremaderecha acusaron al equipo de gobierno de "partidista" y de incluir criterios "ideológicos" para diseñar ordenanzas. En este caso, la de movilidad sostenible, que salió adelante con los votos del Fadrell y de la munícipe del grupo de no adscritos, Paula Archelós. Tanto el portavoz de Vox, Luciano Ferrer, como el líder de Ciudadanos, Vicente Vidal, utilizaron ambos calificativos para afear al gobierno municipal el contenido del texto. En la misma línea, el adjunto del PP, Sergio Toledo, tildó de "capricho" la remodelación de la avenida Lidón, refiriéndose a la alcaldesa, Amparo Marco.
El fuego cruzado se incrementó con las mociones presentadas por el Partido Popular y que murieron en la orilla. Una sobre impulsar ayudas al comercio de Lidón para compensar las pérdidas por las obras. Otra acerca de crear una línea económica por la 'vuelta al cole'. En el debate sobre la primera, la concejala socialista Mary Carmen Ribera reprochó al principal partido de la oposición su actitud. "No tienen en cuenta el daño que hacen con la reputación de la ciudad. La señora Carrasco [Begoña, portavoz popular] pasará a la historia como la política de la propaganda de las siete plagas que, según ella, sufre Castelló", afirmó.
Poco después, ya en el turno de réplica, el concejal del PP Juan Carlos Redondo, durante su defensa de la propuesta, protagonizó un giro inesperado al introducir la polémica del Patronato de Deportes, rescatado con una operación contable, la misma que pidió para garantizar las indemnizaciones a los comerciantes. "Siempre pueden hacer una modificación de crédito dentro de la operación salvar al soldado Braina [Omar, concejal de Deportes]. Aquí me gustaría hacer un paréntesis y no quiero dejar de felicitar al señor Braina por su labor de community manager en este mes de agosto gestionando las redes sociales [...] para bloquear a un usuario", aseveró. Una mención que suscitó la participación de Marco para advertir que "ahora por alusiones tendrá responder".
El concejal de Deportes tomó la palabra y, con la misma cartulina que había utilizado el edil popular para mostrar el hilo de Twitter, aclaró que "esta conversación es en general. Este señor contesta una cosa y yo le respondo dándoles las gracias". Ante las protestas de la bancada del PP, el edil prosiguió: "Esto va de arriba abajo, como en Barrio Sésamo, de izquierda a derecha".
Las contiendas se sucedieron en la segunda moción del PP, en la que la mentada Carrasco acusó al Fadrell de "ser un gobierno parado, que no ha hecho nada". Las continuas referencias a la gestión del ejecutivo local llevaron a la alcaldesa a intervenir para invitar a la oposición a que plasme sus ideas en las enmiendas a los presupuestos del próximo año. "Digan dónde poner y de dónde quitar, porque, si no, será un debate ficticio. Entonces, tendrán los informes de los técnicos sobre si tenemos competencias", concluyó.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara