De Almassora a Australia con la paella: la aventura de Juampe arraiga en las antípodas 

CASTELLÓ. Estos últimos años muchos han sido los vecinos de la provincia que han intentado reinventarse profesionalmente. La crisis motivó a diferentes castellonenses a lanzarse a la aventura en su afán por lograr una estabilidad, aunque fuera lejos de casa. El éxito no es fácil y menos cuando el cambio que se pretende es radical, pero la confianza en uno mismo y la insistencia, a veces tienen premio. Éste es un ejemplo.

Juan Pedro Martínez, Juampe, es un almazorense de 35 años que un buen día decidió dejar su trabajo como policía local en Oropesa -antes también lo fue en Torreblanca- y se lanzó a la aventura de emprender lejos de casa. Tras una primera intentona en Argentina, "que no salió", entendió que necesitaba aprender inglés. Lo hizo y, rápidamente, dio un nuevo paso adelante. Esta vez en Australia. Y allí sigue desde 2017.

Juampe dice que quería trabajar "haciendo paellas, así que aprendí de mi padre y me fui a Perth, donde encontré una empresa que se dedica en exclusiva a hacer paellas".

De policía local a Paella Man

Los primeros tres años fueron de aprendizaje y asentamiento en la empresa Paella Man. En Australia, según cuenta Juampe, "son típicos los mercados de comida, y además también hacíamos catering o comida para celebraciones. Poco a poco fui cogiendo más responsabilidad en la empresa, hasta montar mi propio negocio hace ahora dos años".

Juampe comparte aventura empresarial junto al vila-realense Alejandro Saporta, quien se sumó al proyecto y se encarga de las reservas, página web y redes sociales y del marketing de las empresas. Y es que además del primer negocio propio de Paella Man, ubicado en Gold Coast -la séptima ciudad del país, muy conocida por sus playas de arena blanca y sus rascacielos-, dirige también en Brisbane el restaurante de cocina española Pata Negra. Para el año próximo pretenden abrir otro en Gold Coast. 

Sabor castellonense en las antípodas

Juampe importa desde la cerveza española hasta el obligado plato de referencia de nuestra gastronomía, así como el jamón ibérico. Aun así, las paellas en Australia son "muy parecidas a la nuestra. La hacemos por supuesto siguiendo los pasos: sofrito, caldo y luego el arroz, aunque productos como las judías verdes o el bajocó son complicados de conseguir. No queda otra que adaptarse, y aquí gustan mucho".

La gastronomía castellonense vende, a pesar de las lógicas dificultades, y el presente y el futuro personal pasan por seguir creciendo profesionalmente en Australia.

Son cinco años ya en las antípodas y suele regresar en verano durante las vacaciones, aunque la pandemia también le ha dejado sin pisar la terreta. Como gran aficionado al deporte y también al fútbol sigue los partidos "con la diferencia horaria, pues aquí vamos ocho horas por delante": "Me gusta que les vaya bien a los clubes de mi tierra. Conozco personalmente a Sergi Escobar y le sigo desde la distancia y, además Colomer, que es de Almassora, marcó el gol del ascenso a Segunda B", recuerda con orgullo su paisano desde la distancia.