La vila-realense Paula Bonet protagoniza el primer 'workshop' de Atelier La Huella, un lugar donde su creadora, Eva Cascos, busca generar arte y pensamiento
CASTELLÓ. Sigue formándose en Bellas Artes y Eva Cascos ya es de esas artistas que toda ciudad necesita. Después de dedicar 15 años de su vida a la banca, hace seis que la castellonense decidió cerrar esta etapa profesional para abrirse hueco en el arte. Desde entonces no ha parado de formarse, pero el rol que encarna en Castelló es mucho más importante. Cascos acaba de abrir Atelier La Huella, un espacio de arte y creación, donde se impartirán talleres de grabado y otras expresiones artísticas, e incluso se ofrecerán sesiones de arteterapia y workshops.
"No quiero que el espacio esté enfocado en mí, sino que sea un espacio donde ofrecer y yo también enriquecerme, que se dinamice. Me gustaría que fuera un lugar de encuentro entre artistas y personas con diferentes inquietudes", cuenta su impulsora.
Este miércoles La Huella (Carrer de Sant Vicent, 25) ha empezado sus primeras clases y ya espera una visita de 'honor'. La artista vila-realense Paula Bonet impartirá un taller, el próximo 7 de noviembre, donde dará algunas herramientas para trabajar el duelo a través de la palabra y la imagen. En La palabra pintada, Bonet propone reflexionar y pausar la mirada sobre textos de autoras como Joan Didion, Anna Starobinets, Dacia Maraini o Delphine de Vigan, quienes han desarrollado en su obra este tema. Además, lo hará en un diálogo "equilibrado" entre ambas disciplinas.
Quien entre en La Huella podrá darse cuenta rápidamente de la admiración que la misma Cascos siente por Bonet. Además de porque siempre ha seguido su trabajo, aprendió grabado en La Madriguera, el taller que la vila-realense tiene en Barcelona, y esto se nota en su propia obra. "Soy consciente de la influencia en mis grabados. Todos tenemos un lenguaje propio en el cual se hacen presenten nuestros referentes y recorridos", señala la artista.
En Atelier La Huella, además de dedicarse a enseñar, también Eva se dedica a investigar y a desarrollar sus propias piezas, que en algunos casos pueden verse expuestas en las tres plantas que custodia el edificio. "Dicen que el arte es una forma de sublimar lo que tenemos dentro, pero si no se llega a mostrar ese arte, la sublimación no llega a culminarse", explica la castellonense. En este sentido, también los estudiantes tendrán la posibilidad de exponer su obra durante un tiempo determinado para "dignificar" su trabajo.
Aunque tardó en decidirse, siempre le había gustado a Eva Cascos el arte y la psicología. Así que puestos a empezar su vida de nuevo, además de estudiar Bellas Artes, decidió formarse en arteterapia. Unos conocimientos que pudo desarrollar primero en el Centro de Referencia Estatal de Atención Psicosocial a Personas con Trastorno Mental Grave (Creap) del Imserso en Valencia, en el Centro de día Hedra - Fundación Adsis y actualmente en Aula Cine y Televisión, donde acerca sus dinámicas a actores y actrices de diferentes edades. Por lo que hace a su taller, es su deseo aproximar esta forma de expresión a todo aquel que la necesite o tenga curiosidad.
"La arteterapia es recomendada para todas las personas, tanto para las que están pasando por un proceso personal delicado y les cause sufrimiento, o para aquellas que necesiten un espacio para parar y escucharse así mismas. Incluso se colabora con equipos profesionales de la Salud Mental. En arteterapia no trabajamos con la “enfermedad” sino con la persona. En arteterapia se encuentran con entorno seguro y con un marco adecuado para que puedan conectar a través del hacer y los materiales, con lo que sienten y piensan desde un lenguaje no verbal sin necesidad de técnicas artísticas de ningún tipo. En ese diálogo se recrea y resignifican su propio mundo. Expresan lo más genuino y propio validándolo y reconociéndolo, dándole la importancia que tiene para uno mismo. No es solo escuchar a la persona, sino facilitarle un entorno donde ella pueda sentir que puede hacer algo con respecto a lo que le está pasando", señala la castellonense.
Convencida de que el arte no solo es saber "dibujar", Eva Cascos también ayudará a sus alumnos a averiguar su propio lenguaje y qué quieren decir con él. "No son talleres solo de dibujo. La técnica está, pero me gusta saber para ti qué es el dibujo y qué quieres expresar. Dibujar no es algo mecánico o no debería serlo. Esto es lo que muchas veces nos lleva al bloqueo creativo, porque te centras más en pensar el resultado", afirma la creadora. Para facilitar el proceso reflexivo, Cascos invitará a sus alumnos a explorar diferentes técnicas y medios, a fin de descubrir si lo que más les llena es la acuarela, el dibujo, la pintura, etc.
El Atelier La Huella nace, así, como un espacio diáfano donde son muchas las cosas que pueden suceder en su interior. La creadora también atiende encargos de retratos y, para completar la formación del espacio, en noviembre darán comienzo unos talleres de fotografía analógica a cargo del diseñador John Mejía Morales.