El Fadrell se atasca con el enredo jurídico para eliminar la ZAS de las tascas de Castelló

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell se atasca con el enredo jurídico para decretar el cese de la denominada Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas de Castelló. El informe contrario de la Conselleria de Transición Ecológica, sin ser vinculante, trastoca los planes acerca de modificar a corto plazo el marco legal de las calles Barracas e Isaac Peral (y su área de influencia). Fuentes municipales admiten sus reservas sobre una resolución inminente y ven difícil que se pueda adoptar antes de acabar 2022.

A raíz de los reparos mostrados por la dirección general de Calidad y Educación Ambiental, el equipo de gobierno trabaja sobre tres hipótesis. La primera supone mantener inalterable la actual situación de las tascas. La segunda implica seguir adelante con la eliminación de la declaración de ZAS, sin importar las futuras consecuencias de un recurso Contencioso-administrativo a la amparo del citado informe. La tercera va en la línea de la anterior, pero con un importante matiz. Para blindarse jurídicamente, se contempla recoger en una modificación de la ordenanza del ruido, o incluso del Plan General, la supresión de la ZAS.

La opinión de los técnicos municipales

Como el camino a seguir lo deben marcar los técnicos municipales y estos todavía no se han pronunciado, no hay una previsión de cuándo se tomará una decisión. La última consulta realizada obedece a esa rectificación del planeamiento urbanístico, vía Pormenorizado, para contemplar la singularidad legal de las tascas. El área de Urbanismo valora estos días las distintas opciones, aunque priorizando otras cuestiones más urgentes para la gestión de la entidad local. Por ejemplo, la elaboración de los presupuestos de 2023.

Llegados a este punto, y considerando además que cualquier cambio normativo requiere un acuerdo plenario, todo apunta que habrá que esperar como pronto a después de Navidad para aclarar la duda sobre las tascas. Las mismas fuentes consideran poco menos que imposible que se llegue a tiempo para la convocatoria ordinaria de diciembre, el jueves 22. Tampoco para la cita extraordinaria una semana después con vistas a votar las últimas cuentas de la legislatura.

La negativa de la Conselleria a apoyar la medida del Ayuntamiento de respecto al cese de la ZAS se sustenta en varias conclusiones, como así se señala en los escritos remitidos desde julio. Por un lado, cuestiona la validez de la monitorización, en tanto en cuanto "las mediciones se realizaron durante distintos periodos entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, por lo que los niveles de ruido podría no ser representativos de la situación actual", subraya en alusión a la pandemia.

Por otro, la administración autonómica pone el foco sobre la estación instalada en la esquina de la calle Vera con el Casino Antiguo, con resultados por encima del máximo permitido en relación a los decibelios. Asimismo, reclama "un desarrollo normativo adicional" para variar el marco legal de Barracas e Isaac Peral.

La dirección general de Calidad y Educación Ambiental, responsable de evaluar el estudio del consistorio, desaconseja flexibilizar las medidas aprobadas en las tascas desde 2010. No obstante, insiste en que las competencias son municipales, de manera que deja en manos del consistorio la decisión final sobre este embrollo.