El Fadrell y la oposición sellan un pacto sobre las tascas y piden cambios de hábitos con el horario

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EUPV) y la oposición en el Ayuntamiento de Castelló (PP, Ciudadanos y Vox) sellan un pacto sobre las tascas. Los seis grupos municipales se ponen de acuerdo para reivindicar a través de una moción tanto la declaración de espacio gastronómico tradicional como un cambio de hábitos con el horario.

La inédita alianza entre los bloques de izquierda y derecha, que se fraguó este lunes en la junta de portavoces, pretende enterrar las disputadas políticas (siempre con un fin electoralista) y contribuir a encontrar una solución definitiva que garantice la supervivencia de los negocios. En este contexto, la moción que se aprobará en el pleno de este jueves otorga una especial importancia la necesidad de modificar las costumbres respecto al consumo de alcohol en vía pública.

Sin profundizar sobre el horario ideal, los partidos políticos consideran imperativo adaptarlo al nuevo marco jurídico con el propósito de consolidar el blindaje de las calles Barracas e Isaac Peral, así como su área de influencia. Esa protección se ampara en la eliminación de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS), que además implica establecer medidas correctoras por un periodo de dos años. La más importante corresponde a la restricción para beber en la calle, recortándose en 30 minutos el límite actual (de las 22.30 horas se pasará a las 22.00).

Evitar el conflicto acústico

La moción pasa de puntillas esta cuestión (hablar de un horario concreto), pero sí recalca que para desarrollar la propuesta gastronómica se hace imprescindible establecer un lapso de cierre que "permita conciliar la idiosincrasia de la zona con el descenso vecinal y evitar que el conflicto acústico retorne". La iniciativa consensuada por la corporación casi calca el escrito que el PP formalizó la semana pasada. De hecho, dos de los tres puntos son similares. En concreto, el segundo y el tercero del acuerdo.

Por un lado, se insta al órgano competente a crear una mesa de negociación, de la que formen parte los empresarios, equipo de gobierno, oposición y vecinos, con el objetivo de buscar "una solución consensuada". Por otro, se plantea establecer sinergias entre la administración y el sector privado para impeler acciones de ámbito gastronómico que incrementen el atractivo de las tascas. Incluso, como reclamo turístico.

Aunque desde hace semanas la supresión de la ZAS está en marcha (desde la aprobación por parte de la Junta de Gobierno), lo cierto es que todavía no se han completado los trámites administrativos para abrir la exposición pública. La publicación del acuerdo en los boletines oficiales de la Diputación Provincial y de la Generalitat Valenciana debe marcar la cuenta atrás.