CASTELLÓ. Salir indemne de la cancelación o aplazamiento de un festival resulta imposible. Lo están repitiendo hasta la saciedad las promotoras, los responsables de estas citas y también el resto de profesionales que, de una manera u otra, quedan implicados en su celebración. Desde bandas y técnicos, hasta las mismas empresas de booking o management. Todos trabajadores que este verano se quedarán sin su contrato o sin ingresos. Es por eso que, aunque los primeros datos ya arrojan un presente crudo y difícil de dirigir, se tardará en conocer la verdadera dimensión que está teniendo la crisis sanitaria en la industria musical.
En el caso del Festival Internacional de Benicàssim, sus dueños ya han movido ficha y tras cancelar el lunes pasado la edición de este verano, han retirado 966.000 euros de capital. Hay que recordar que la de este año era la primera edición a cargo de The Music Republic. Fue, de hecho, en septiembre del año pasado cuando la empresa valenciana creó la sociedad FIB Festival Music SL para darle una nueva forma mercantil, después de haber pasado los últimos siete años a cargo del empresario inglés Melvin Benn y la firma Maraworld.
Lo hacían con un millón de euros, bajo el amparo de dos socios más y ubicando su sede social en València. Además, según explicó Melvin Benn en el 25 aniversario, las cuentas del evento estaban totalmente saneadas. No obstante, días después de anunciarse que este año no habrá FIB, la empresa ha reducido hasta un 97% su capital, dejando únicamente como saldo 33.000 euros. Preguntado por Castellón Plaza, uno de sus directores, David Sánchez, no ha querido detallar más información. Pero, en todo caso, el festival ha garantizado tranquilidad de cara a sus asistentes. Así, las 37.000 personas que adquirieron su abono podrán solicitar, hasta el 17 de julio, la devolución del precio de las entradas y de todos los productos complementarios.
Mientras tanto, Turisme Comunitat Valenciana, a través de la marca Mediterranew Musix, está liderando la interlocución con la industria para impulsar algunos cambios legislativos que las principales asociaciones de música en directo llevan reclamando desde marzo. Entre otras, el sector demanda adelantar el pago de forma inmediata de aquellas ayudas pendientes hasta la fecha así como reestructurar el plan de subvenciones actual. Por su parte, el Consejo de Ministros aprobó este martes una ayuda de siete millones de euros que irá destinada a "todos los sectores de la cultura".