El Girona celebra un gol en La Cerámica mientras Jörgensen mira al frente. CARME RIPOLLÉSVILA-REAL. El Villarreal está firmando su peor inicio de temporada en los últimos trece años. Lo dicen los números. Después de ocho jornadas del campeonato liguero disputadas, los groguets cuentan con ocho puntos en la clasificación y un balance de diez goles a favor y trece en contra. Desde la temporada 2009/2010, cuando llevaba seis puntos a estas alturas, el Submarino nunca había empezado tan mal la Liga.
En esos trece años la media en este punto de campeonato fue de 13,7 puntos obtenidos, cifra notablemente superior a la que suma esta temporada el conjunto de la Plana. Además, en ese tramo de tiempo el Villarreal promedió 12,4 goles a favor y 7,3 en contra, mientras que este año ha anotado 2,4 menos y recibido 5,7 más.
El único año de los trece en el que también consiguió ocho puntos fue en el curso 2018/2019, en el que el equipo amarillo pasó muchas jornadas en descenso y se terminó salvando sin demasiados alardes. No obstante, el de este año se puede considerar peor inicio debido al balance de goles: en la 2018/2019 fue de -1 (seis goles a favor y siete en contra) mientras que en esta temporada es de -3.
De hecho, el actual arranque de Liga sale perdiendo incluso si se compara con el de la temporada 2011/2012, en la que el Submarino terminó descendiendo a Segunda División. Aquel año, tras ocho jornadas, el conjunto dirigido por Juan Carlos Garrido sumaba diez puntos, había marcado diez goles y había encajado once.
El mal rendimiento de esta temporada se puede explicar por la complicada situación en el banquillo. Quique Setién fue despedido después de sumar tres puntos en las primeras cuatro jornadas y llegó un Pacheta que, prácticamente sin tiempo de reacción, ha conseguido cinco puntos en las cuatro siguientes.
