Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. "Todo llega para el que sabe esperar", o eso dice el refrán. Más de dos años desde su apertura, el Menador Espai Cultural tendrá un trabajador propio dedicado exclusivamente a tareas como la atención al público, la gestión de reservas y peticiones, la agenda de actos o el buen funcionamiento de las salas y espacios comunes del edificio. Así lo hizo saber ayer la Universitat Jaume I, en el Diari Oficial de la Generalitat, al publicar una bolsa de trabajo como conserje del Menador. Esta será además la primera vez que el espacio -coordinado conjuntamente por la UJI y la regiduría de Cultura del Ayuntamiento de Castelló- cuente con plantilla propia. Si bien hay tres personas encargadas de la programación del ente, estas lo hacen desde el mismo Servicio de Actividades Socioculturales (SASC) de la universidad. Igualmente, en momentos de máxima ocupación han estado involucrados empleados del Servicio de Comunicación e incluso de la Llotjà del Cànem.
"No podemos permitir que nuestro personal desempeñe tantas tareas a la vez, porque no es operativo y porque puede llevar al desgaste. Desde la UJI podemos seguir preparando la programación, sin embargo, hace falta alguien que realice las actividades físicamente en el Menador", señalaba la vicerrectora de Cultura, Carmen Lázaro, a este diario en diciembre de 2018. Con ello, la persona que finalmente se ocupe del Menador deberá cumplir requisitos mínimos como tener más de 16 años o acreditar un nivel C1 de valenciano y el bachillerato. El resto dependerá de su resolución en torno a preguntas sobre gestión cultural.
Así mismo, esta será la única plaza que se presente por el momento. De hecho, la vicerrectora ya avanzó entonces que su apuesta por ampliar la plantilla sería "prudente". "Tampoco se puede comenzar por todo lo alto y hemos de ser cautelosos en la dedicación de medios", aseveraba. Ahora bien, a finales de julio ambas instituciones acordaron destinar 260.000 euros anuales- durante el periodo 2019-2022- al Menador, para potenciarlo como el "gran contenedor cultural" de la ciudad. Anualmente el espacio acoge alrededor de 300 actividades artísticas que van desde un Congreso de Artes Escénicas hasta exposiciones fotográficas y ciclos musicales. Todo en un mismo centro donde sus impulsoras siguen manteniendo que "el trabajo colaborativo ha de ser una máxima".
