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El RBF 2022 llena de ritmo Oropesa del Mar, que busca su espacio entre los festivales

20/06/2022 - 

CASTELLÓ. Este fin de semana se ha celebrado el RBF 2022, festival con artistas tan importantes como Anuel AA, Jhay Cortez, Justin Quiles, Bryant Myers, Nio García, Farina, L-gante, Emilia... Hasta 30 de los mejores artistas internacionales de Reggaeton han pasado por Oropesa del Mar. Y mucho más, porque el evento incluye también otras actividades: fiestas, atracciones, gastronomía, rutas culturales por la localidad o salidas en catamarán desde el puerto deportivo de la localidad.

Con ello, Oropesa del Mar y Marina d'Or buscan su espacio también dentro del turismo musical y de festivales, tan extendido por nuestras costa mediterránea y que tiene sus orígenes, tal como lo entendemos en la actualidad, hace casi 30 años. Y es que el denominado Turismo de Festivales ha evolucionado con el tiempo, consolidándose e integrando, cada vez más, experiencias complementarias a la de la propia música en vivo para atraer así nuevos tipos de consumidores. 

Festivales como el Sónar (1994), el FIB (1995) o el Viña Rock (1996) han sido capaces, por sí mismos, de alterar la planificación, las políticas y hasta el desarrollo de determinados destinos turísticos. Y si bien es cierto que Andalucía y Cataluña son las comunidades autónomas con más festivales, los más conocidos y multitudinarios tienen lugar en la Comunitat Valenciana. Así, Oropesa del Mar ha estrenado este fin de semana su propio festival en una provincia, Castellón, que cuenta ya con destinos festivaleros tan importantes como Benicàssim o Burriana.

El turismo musical adquiere cada vez mayor relevancia dentro y fuera de nuestras fronteras, siendo un verdadero dinamizador de fans. En la última década, los festivales en nuestro país han pasado de unos 400 (2014) a los más de 900 anuales que se celebraban antes de la pandemia. Y más allá de los conciertos, lo cierto es que las cifras hablan por sí solas: los festivales mueven, en nuestro país, más de 2.500.000 personas por temporada, tanto nacionales como extranjeras. Además, los asistentes a este tipo de eventos suelen invertir una media de 500 euros por cada uno de ellos (viaje, hospedaje, manutención, compras en destino…).

De esta manera, se estima que en España 300.000 puestos de trabajo los genera el negocio de los festivales, con una media de 360 empleos por cada uno de ellos, entre directos e indirectos. No en vano, más del 55% de los asistentes pertenecen al sector más joven de la población, con unos ingresos inferiores a los 12.000 euros anuales. Pero esto implica que casi la otra mitad de los participantes cuenta con ingresos medio y/o medio altos, lo que deriva en grandes posibilidades de negocio para el comercio de proximidad.

Asimismo, los festivales permiten a determinadas localidades ser descubiertas por un público nacional e internacional para el que de otro modo permanecerían invisibles. En este sentido, muchos festivales se benefician del turismo de sol y playa, pero igualmente cierto es que son ítems relevantes para desestacionalizar la temporada, haciendo que comience antes o estirándola hasta bien entrado el otoño. 

Con todo ello, los festivales crean empleo directo e indirecto en los municipios que los hospedan, potencian el comercio local e incluso contribuyen a la cohesión social y el sentimiento de pertenencia.

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