CASTELLÓ. Otra complicación que ha asomado en torno al proyecto de restauración de la Real Fábrica Conde de Aranda de la localidad de l'Alcora. El Registro de la Propiedad se ha negado a declarar como de titularidad municipal este inmueble pese a que ya se ha ejecutado la compra.
Los motivos que aduce el Registro son que, para ello, se requiere de una autorización del pleno de la localidad puesto que se trata de una competencia de este órgano y no de alcaldía. Sin embargo, un informe de la Secretaría municipal desmiente esta versión y explica que al no exceder esta operación el 10% del patrimonio del Ayuntamiento la compra se puede arbitrar por decreto de alcaldía sin que medie el pleno.
Un hecho que el alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, explica que "es un mero formalismo" puesto que "nosotros tenemos la escritura de compra que es lo que prevalece y lo que nos ha permitido pedir las subvenciones y avanzar en toda la tramitación".
Este escollo que puede complicarse con el tiempo, sobre todo de cara al futuro, se suma al conflicto en el que el Ayuntamiento de la capital de l'Alcalatén se ha visto inmerso por la denuncia entre dos empresas que ha provocado, a su vez, que el Ayuntamiento "sea parte afectada" como recuerda el alcalde.
Tal y como ha avanzado este periódico, en 2017 el Ayuntamiento de l'Alcora compró dos parcelas a una mercantil, Taulell SL, titular de esta manufactoría que es uno de los orígenes de la cerámica en la provincia. La empresa, dueña de los terrenos, estaba en un proceso concursal por lo que el administrador concursal advirtió al equipo de gobierno que tenían que lograr autorización judicial previa a la compra.
La empresa, según explica el alcalde, remitió al Ayuntamiento una responsabilidad jurada confirmando que podía operar con la administración pública. A partir de ahí se inció un proceso por el que el Ayuntamiento compró una de las parcelas con dinero (algo más de un millón de euros) y la otra parcela se permutó por otros terrenos.
Desde entonces, el Ayuntamiento ha abierto una parte como museo y contempla una gran inversión de 1,9 millones, de los cuales 1,4 son una subvención conseguida y que se tiene que destinar a la reforma y ampliación de la Real Fábrica, tal y como explican fuentes del Ayuntamiento.
Sin embargo, uno de los acreedores de Taulell SL ha decidido denunciar al Ayuntamiento por la compra, por lo que el proyecto final está en al aire, si bien fuentes municipales aseguran que se va mantener la reforma como estaba prevista ya que la denuncia no ha supuesto la paralización, si bien sí reconoce el alcalde que no sabe cómo puede acabar el proceso.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Vicente Mateo, ha advertido de que "esta denuncia puede invalidar el proceso de compra por lo que no hay que minimizarlo". Mateo señala que “el Ayuntamiento quiere invertir 1.400.OO0€ en un inmueble, que no es de su titularidad y se encuentra en proceso judicial”. Además, “nos preocupa muchísimo que, por petición del consistorio, diferentes empresas privadas estén invirtiendo en el proyecto de la Real Fábrica, cuando existe la posibilidad que el juzgado declarare la nulidad de la adquisición del solar, así como la posible pérdida de subvenciones del 1,5% cultural”.
La Real Fábrica Conde de Aranda se trata de un conjunto extraordinario desde el punto de vista patrimonial por su monumentalidad y cronología (construidos entre 1798 y 1805 y en uso hasta principios de la década de 1970) y también desde el punto de vista turístico, ya que la nave en la que se incluyen, de más de 200 metros de superficie útil, constituye el primer espacio en el ambicioso proyecto de recuperación y puesta en valor de la Real Fábrica. A ello hay que sumarle el proyecto de futuro en el que está trabajando el Ayuntamiento.