Foto: Antonio PradasCASTELLÓ. La Conselleria de Educación ha retrasado la fecha de inicio del próximo curso escolar al 12 de septiembre y esta decisión ha provocado reacciones opuestas entre la comunidad educativa. Por un lado, las asociaciones de madres y padres se han mostrado totalmente en contra de este retraso en el calendario escolar, que en un principio contemplaba el jueves 8 de septiembre como fecha inicial del próximo curso 2022-2023.
Desde la Confederación Gonzalo Anaya exigen una "corrección inmediata" y culpan a la administración autonómica de haberse equivocado a la hora de fijar el día de vuelta a las aulas. Las asociaciones de padres y madres de alumnos defienden que esta nueva fecha no es la acordada en la Mesa Sectorial de Madres y Padres que llevaba el día 8 de septiembre como el día de la 'vuelta al cole'. De esta manera, piden que se subsane este "error" y alertan que los acuerdos de las Mesas Sectoriales se deben trasladar al DOGV "para que tenga sentido participar".
"Esperamos que subsanen el error a través de una corrección y que se mantenga la fecha de inicio del curso tal y como se había acordado con los representantes de las familias", ha destacado Rubén Pacheco, presidente de la Confederación Gonzalo Anaya. Con este mensaje, desde la Confederación de AMPA se está tratando de tranquilizar a los grupos de Telegram y WhatsApp de las ejecutivas de las FAMPA donde están representadas las diferentes agrupaciones comarcales. De momento, las familias de los alumnos esperan una "corrección de errores" o una explicación oficial por parte de Conselleria de los cambios en el calendario escolar.
En contraposición, el personal docente celebra esta decisión del área que dirige Raquel Tamarit de retrasar la fecha de vuelta a las clases. Y es que en las reuniones de las diferentes Mesas Sectoriales con los profesores y profesoras celebradas a principios de junio, los profesionales de la educación pedían comenzar la semana del 12 de septiembre por la implantación de nuevos currículums y asignaturas a los que el personal debía adaptarse.
Desde el STEPV aseguran mostrarse "satisfechos" por la decisión de la Conselleria "de atender las peticiones sindicales ya que la primera fecha propuesta estaba generando malestar entre el profesorado, que después de dos años de duro trabajo para adaptarse a las situaciones generadas por la pandemia ahora veía que tenía poco tiempo para organizar el curso que viene" Por su parte, el sindicato CSIF también considera "positivo" este cambio. La central sindical señala que esta decisión "permitirá afrontar con algo más de margen a los equipos directivos y al personal docente los cambios previstos".
Tal y como apuntan fuentes de la Conselleria a este diario, la decisión de atrasar el inicio del curso se ha tomado para que el profesorado "pueda tener perfectamente preparado el curso con todas las novedades de los diferentes decretos del currículum de la Lomloe" y, de esta manera, que el alumnado salga beneficiado porque esto "garantiza la perfecta aplicación de los nuevos planes".
Y es que el de 2022-23 es un curso "muy especial" porque entra en vigor la Lomloe de los cursos impares y se deben adaptar las programaciones didácticas. Además, hay una asignatura nueva, que son los proyectos interdisciplinares que se impartirán dos horas a la semana y que se deben organizar desde cero.
Por otro lado, la Conselleria también ha publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) un cambio en el día de finalización del curso. Si bien en el borrador preveían acabar el 22 de junio de 2023, finalmente los alumnos y alumnas acabarán sus clases el día 21 de junio. Según explican desde el gobierno valenciano, se ha avanzado el día de find e curso para atender a las reivindicaciones de numerosos municipios donde se celebra San Juan, especialmente en las comarcas de Alicante, ya que el año que viene San Juan no es festivo autonómico.
"La Lomloe marca un mínimo de 175 días lectivos por curso en la enseñanza obligatoria (Primaria y ESO), y en no obligatoria (Infantil, Bachillerato y FP). La normativa estatal vigente no modificada por la Lomloe dice que el mínimo debe ser de 168 jornadas lectivas y nosotros lo cumplimos en los dos casos. En la propuesta inicial eran 181 días y ara nos hemos quedado en 178, por tanto cumplimos toda la normativa educativa, tanto en enseñanza obligatoria como no obligatoria", explican desde Educación.
