CASTELLÓ. Faltaba media hora para el final y el sentir general del albinegrismo era de vergüenza. Había quien recordaba la frase en la víspera del técnico que dijo haber soñado con un triunfo y las posibilidades de jugar por el ‘play off en el último partido en casa. Nada de nada. Este Castellón es una caricatura de lo que fue, no hace tanto. Esta misma temporada y con estos jugadores y técnicos. Las dudas en el palco se acabaron instalando en el vestuario y algunas derrotas pusieron en cuestión la idea de juego inicial. El resto ha sido una lenta involución, hasta el punto actual en el que el equipo sale y quiere, pero al mínimo inconveniente entrega las armas. No hay más. Ni siquiera recursos fuera para cambiar el guión cuando el encuentro así lo requiere.
En Barcelona así ocurrió. Sergi Escobar apostó por Iván Martínez en la portería. El joven meta erró en el primer tanto de los blaugrana, aunque en el segundo tiempo acabó evitando una goleada mayor. Estuvo en la línea del equipo. En defensa, Moyano jamás pudo con Abde, que hizo lo que quiso todo el partido y fue el mejor. En el medio, Dani Torres y Carles Salvador no pudieron con el frenético juego y automatismos de ataque de los locales y arriba Koné amenazó y Mario Barco pudo adelantar al Castellón en la primera oportunidad del partido a servicio del costa-marfileño. Luego trabajó, corrió, pero no tuvo ninguna opción de gol.
El Castellón duró los primeros diez minutos. En cuanto el Barça encontró a Abde por la izquierda y Matheus se hizo el dueño del centro del campo, sólo hubo un equipo en el campo. Así tras el tanto inicial de Matheus en un centro lateral, los albinegros encajaron el segundo en un envío desde la derecha de Jutglá en el que Álvaro Sanz sorprendió a la zaga albinegra y cabeceó a las mallas. El partido estaba decantado, pero los catalanes no iban a conformarse con la ventaja obtenida.
En el descanso, Sergi Escobar con el 2-0 en contra, relevó a Moyano y Galas y ubicó a Yac Diori como lateral diestro y a Edu Luna junto a Sibille. Arriba entró Jorge Fernández por Koke. El joven jugador valenciano se había mostrado dinámico y voluntarioso. Pero las cosas siempre pueden ir a peor cuando no estás bien. Era el inicio del segundo tiempo y a los dos minutos Abde marcó el tercero en una jugada individual que desnudó el sistema defensivo orellut. La cosa pintaba muy mal porque los jóvenes futbolistas blaugranas entendieron que era el momento de lucirse ante un rival entregado. Y así fue. Llegaron dos tantos más, Jutgá sólo en el segundo palo hizo el cuarto en una acción por banda de Ghailán. Sergi Barjuan el técnico catalán mandó a la ducha a sus mejores hombres, pero el partido no cambió su guión. Un Castellón impotente se las vía y deseaba para generar algo decente arriba y el Barça jugaba a placer con velocidad y con ganas de seguir aumentado el marcador. Rodado hizo el quinto y, afortunadamente, definitivo porque pudieron llegar más. Un bochorno que deja en evidencia gran parte de las decisiones que se han tomado en lo que va de año y que tienen relación directa con la ausencia de un capitán que conduzca el timón con determinación y ambición. Este equipo es una sombra de lo que fue y necesita una revolución que vas más allá del terreno de juego. Así es el fútbol. Un negocio diferente a cualquier otro.
Ciutat Esportiva Johan Cruyff. 400 espectadores.
Alineaciones:
FC Barcelona B: Arnau, Ghailan, Dionkou, Mica Mármol (ramos Mingo 80’), Balde; Álvaro Sanz, Matheus (Peque 67’), Orellana, Jordi Escobar (Rodado 72’), Jutglà (Peque Polo 67’) y Abde (Mortimer 67’).
CD Castellón: Iván Martínez, Moyano (Edu Luna 46’), Sibille, Cristian Galas (Yac Diori 46’), Salva Ruiz; Carles Salvador, Dani Torres, Esquerdo (Borja Martínez 60’); Koke (Jorge Fernández 46’), Mario Barco (César Díaz 70’) y Koné.
Goles:
1-0 Matheus min.17
2-0 Álvaro Sanz min.22
3-0 Abde min. 47
4-0 Jutglá min. 63
5-0 Rodado min. 78
Árbitro: Víctor Pérez Peraza (Colegio Tinerfeño). Amonestó a Yac Diori, Sibille y Edu Luna por el CD Castellón.