CASTELLÓ. El bipartito valora darle una vuelta a Escala a Castelló para mejorar la programación de la VII edición, que se celebrará entre el 4 y el 8 de abril. Los dos socios de gobierno en el Ayuntamiento de la capital de la Plana, el PP y Vox, analizan las condiciones del contrato al objeto de introducir cambios desde este año, en la línea de lo que se ha hecho ya con otros proyectos heredados del anterior ejecutivo, el Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EU). Por ejemplo, la Zona de Bajas Emisiones o las videocámaras del centro.
Fuentes municipales explican a este diario que, por el momento, las reuniones son de carácter interno entre los concejales responsables para definir una estrategia. Una vez se tenga claro cómo se pretende modificar el evento, la idea estriba en convocar a la empresa promotora para abordar el nuevo enfoque, siempre sin perder la esencia náutica.
Vela Cuadra Producciones, que así se llama la mercantil, organiza Escala a Castelló desde 2020. El febrero del pasado año, se aseguró la celebración de las tres siguientes ediciones (hasta 2025) como única concurrente en la licitación. Sin grandes novedades en 2023, planteó aumentar el número de embarcaciones a partir de 2024 con la Goleta Cervantes Saavedra y Le Don Du Vent como principales atracciones.
La denominada gran fiesta del mar simboliza la joya de la corona del Fadrell. Y más concretamente, de la exalcaldesa, Amparo Marco. La ahora senadora socialista promovió la celebración del certamen en 2018 a fin de "poner en valor la cultura marinera y abrir perspectivas nuevas para el turismo", como señaló en la presentación del festival, acompañada por el entonces secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Toledo.
Tomando como referencia la experiencia de Escala a Sète, localidad francesa que desarrolla una actividad de estas características desde hace más de una década, la capital de la Plana quiso entrar en el circuito de los festivales náuticos. Además de la visita de navíos históricos, se diseñó un amplio programa con campamentos marineros, mercados artesanales y gastronómicos y recreaciones históricas.
La primera edición tuvo un impacto económico de dos millones de euros. Más de 75.000 personas asistieron a los cuatro días, con más de 30.000 visitas a los barcos. La ocupación hotelera de la ciudad llegó al 70%. Todas estas cifras alentaron a seguir con el festival para consolidarlo en los sucesivos años pese a la irrupción de la covid-19. El éxito de la iniciativa llevó al equipo de gobierno a convertir el certamen en su producto estrella para acudir a las distintas ferias de turismo, con especial protagonismo en Fitur.
En 2023, Escala a Castelló registró sus mejores datos con hasta 99.000 visitantes, 4.000 más que los contabilizados en 2022 y muy por encima de los 15.000 de 2021. Un total de seis buques conformaron la flota: Le Don du vent, Äran, Nao Victoria, Cervantes Saavedra, Pascual Flores y Santa Eulalia. Asimismo, participaron el cazaminas de la Armada Ribera del Duero, la patrullera de la Guardia Civil Río Riaza, el Albatros de Aduanas, el Salvamar de Salvamento Marítimo y la Nova Gaya de la Cofradía de Pescadores Sant Pere. La programación contó con 47 actividades, así como desfiles y exhibiciones. Ahora, el bipartito pretende incrementar el atractivo del evento como reclamo turístico.