CASTELLÓ. Siete de las dieciocho estaciones de bombeo de aguas residuales de Burriana necesitan reparaciones urgentes o, directamente, la sustitución de todo el sistema mecánico al estar en un pésimo estado de conservación. Así lo refleja un informe municipal, que señala que la mayor parte de la maquinaria hidráulica en malas condiciones pertenece a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), organismo dependiente de la Generalitat.
En concreto, en tres de las cuatro estaciones de bombeo de la Epsar (las del camí Llombai, camí la Coixa y avenida Mediterrània) las bombas de impulsión están muy deterioradas y debería sustituirse ya todo el sistema mecánico. En el caso de la del camí la Coixa, las dos bombas datan del año 1984. Por su parte, de las catorce estaciones de bombeo municipales, cuatro necesitan la sustitución inmediata de los impulsores, entre ellas la ubicada en la Escollera de Ponent.
La empresa Facsa, encargada del servicio de mantenimiento de las instalaciones municipales de saneamiento y depuración de aguas residuales a través de la UTE Edar Burriana, ha sustituido recientemente las dos bombas de la estación de bombeo del polígono industrial Carabona. Además, prevé invertir 38.813 euros para reemplazar los impulsores de las estaciones de la Escollera de Ponent y Transvase. El contrato de mantenimiento está prorrogado por el Ayuntamiento hasta septiembre de 2026 por un importe anual de 844.980 euros.
Facsa también está inmersa este año en la ejecución de la octava fase de las obras de renovación y mejora de la canalización del agua potable y del alcantarillado en 24 calles de Burriana. La inversión es de 490.337 euros para la red de alcantarillado y 571.535 euros para renovar la canalización de agua potable. Ese importe global de 1.061.872 euros corresponde al 32% y al 90% de los ingresos anuales de Facsa por el servicio de agua potable y alcantarillado, respectivamente.
Fuentes municipales han asegurado a Castellón Plaza que en lo que llevamos de año “ya se ha ejecutado el 65% de las obras programadas”. La renovación de canalizaciones afecta al entorno del campo de fútbol: en concreto a las calles Pablo Ruiz Picasso, San Martín de Porres, Vinaralls, Albacete, Mosén Elies Milián, Doctor Fleming, Cardenal Benlloch, San Leandro y camí d’Onda. También a la zona centro (calles Santa Irene, Mare de Déu dels Àngels, San Carlos, Arbrets, Labranza, Víctor Marín Puig, Les Eres y Almesies); a los alrededores del Mercado Central (calles Mare de Déu dels Dolors y Mosén Elies Milián); a la zona del cauce del río (San Pascual y plaza Palau) y al área marítima (calles Peñíscola, Viver y Bejís).
Facsa también está inmersa en la renovación del sistema de imbornales en la plaza Generalitat Valenciana y en las calles del distrito marítimo Gregal y Ponent para poner fin a las quejas vecinales y mejorar el sistema de recogida de aguas pluviales. Por último, implantará antes de finalizar el año un sistema de telelectura. En las siete fases precedentes, Facsa ha renovado la canalización de agua potable en 101 calles y de alcantarillado en 141 viales de Burriana. Tras la actuación programada este año quedarán por ejecutar dos fases más en 2023 y 2024.
También en materia de abastecimiento hídrico, la empresa perteneciente al Grupo Gimeno ya construyó, a finales del año pasado, una planta potabilizadora con ósmosis inversa y un pozo de captación de aguas subterráneas en la pedanía de las Alqueries de Santa Bàrbara. Además, se instaló una fuente pública con dos grifos en la fachada de las escuelas de Santa Bárbara y un depósito enterrado con capacidad para 30.000 litros.
La inversión municipal de 124.459 euros posibilita ya la captación de 4.010 metros cúbicos anuales de agua para abastecer a los 148 vecinos de la pedanía. Hasta ahora, los residentes en Alquerías de Santa Bárbara se abastecían con cubas porque el agua existente en la zona está contaminada con nitratos y herbicidas y posee altos índices de salinidad.