CASTELLÓ. Siempre que ha tenido la oportunidad, Filippo Giunta ha dejado claro que el "Rototom es mucho más que música". Así pasó que su director no quiso convertirlo el verano pasado en un ciclo de conciertos más. Hacerlo hubiera sido "entrar en contradiccón con su esencia", afirma el mismo. El festival reggae de Benicàssim, con unas de las programaciones más multiculturales e interdisciplinares del verano, optó por esperar al no encontrar una solución en las condiciones con las que la música en directo tuvo que celebrarse por la pandemia.
Sin embargo ahora, que ya no hacen falta sillas, mascarillas ni distancia de seguridad, han anunciado su vuelta. El Rototom tomará la ciudad del 16 al 22 de agosto con una programación en la que actuarán nada menos que 80 artistas procedentes de veinte países diferentes. Un cartel que acercará hasta la Plana a figuras tan destacadas como Sean Paul o Burning Spear. Esto desembocará, según Giunta, en una fiesta que convertirá a Benicàssim en nada menos que la "pequeña Jamaica". El responsable del longevo festival atiende a Castellón Plaza para explicar más sobre su anunciado regreso.
-¿Con qué Rototom va a reencontrarse el público este verano?
-El Rototom sigue siendo un encuentro con el que crear una comunidad multiétnica y racial, donde priman valores de paz y tolerancia. Celebrar el festival estos dos últimos años habría sido traicionar el espíritu de nuestro público, por tener que mantener las distancias. Ahora podemos ofrecer un Rototom igual al que se ha hecho estos 27 años. Hay mucha ilusión por volver a encontrarse, abrazarnos y seguir con esta filosofía de vida. Además, hemos presentado el mejor cartel que habríamos podido hacer con toda la dificultad de este tiempo. Son muchos los artistas que hace dos años habían confirmado su presencia y ya no pueden, pero estamos satisfechos. Es un programa muy amplio y variado. Tocarán muchas leyendas del reggae.
-Volvéis tras varios intentos de celebrar el festival. ¿Cómo ha sido el camino?
-Nunca hemos perdido la esperanza de celebrar el festival, hasta intentamos hacerlo en diciembre. Además, el contacto con los artistas nunca ha parado. Hemos seguido hasta el ultimo momento. Y eso que no sabíamos si los músicos jamaicanos podría participar. Muchas personas de la comunidad rastra no se han vacunado y están en contra de las PCR. Nos veíamos con que íbamos a ofrecer una edición europea... Esperemos que ahora no haya cambios, estamos muy contentos y los artistas más. Han sufrido mucho.
La de ahora será una fiesta de vuelta a la normalidad y a la vida. Será como si hubiera una pequeña Jamaica en Benicàssim, porque estarán los artistas que actúan, más los que estarán en días previos, más otros que están en gira, pero han pedido venir. Hasta el ministro Cultura de Jamaica quería. Será un gran evento.
-Durante este impasse,
el recinto de conciertos ha pasado a ser propiedad del Ayuntamiento, lo que facilitará su gestión cada año, pero también traerá consigo una mejora del espacio. Desde el Rototom os animasteis a enviar vuestras propuestas tras conocerse la noticia ¿Qué es lo que más falta hace cambiar?
-De momento la reforma del recinto no ha empezado como tal. Se han sacado los cables de alta tensión y por fin podemos utilizarlo de forma tranquila. Pero lo que nosotros planteamos con nuestra propuesta es que el recinto no sea solo para los festivales sino para toda la comunidad. Nos gustaría que el espacio se prestará con facilidad a pequeños eventos, ferias o que fuera un parque público cuando no hubiera eventos. El año pasado se hicieron tres pequeños ciclos de conciertos en el recinto, pero a nosotros no nos da tiempo de montar y desmontar otro evento, además del Rototom, con esas instalaciones.
-¿Os interesaría entonces programar conciertos más allá de la semana del festival?
-Sí, estamos interesados en hacer más conciertos, pero ahora mismo es imposible. No sale rentable así, hacen falta otras instalaciones. Los programadores tenemos ilusión de hospedar artista que a veces por su gira no pueden venir durante esos siete días de festival, perdemos una oportunidad. Si aceptaran nuestra propuesta sería posible.
-Por otra parte, aunque se anunció el año pasado, tenéis pendiente abrir el 'Rototom Camp' en Murcia. ¿Qué ha pasado con el proyecto?
-Sigue con retrasos y además ahora estamos centrados en el festival. No tenemos energía para dos proyectos, pero además allí tenemos algunos problemas de permisos. Al estar ubicado en un parque natural es complicado. Seguramente no lo conseguiremos acabar este año, pero probablemente el siguiente sí.
-El Rototom siempre ha sido sinónimo de buen rollo, pero también de reivindicación gracias a sus actividades paralelas. ¿Qué puedes avanzarnos del programa cultural?
-Miraremos especialmente a la comunidad local. Estamos en contacto con la Fundación Síndrome de Down de Castellón, con otra que se ocupa de inmigración... Son muchas propuestas. Siempre nos dedicamos a todo lo que podemos.