CASTELLÓ. El proceso inflacionista de los últimos meses está provocando un curioso efecto positivo para las arcas del Estado: dado que muchos impuestos, y especialmente el IVA, están vinculados al precio de las cosas, la recaudación de la Agencia Tributaria se ha disparado en toda España no solo por la mayor actividad económica, sino también y sobre todo por el mayor importe de las transacciones gravadas.
En este fenómeno, la Comunitat Valenciana están siendo especialmente interesantes para Hacienda, pues la inflación en territorio valenciano supera la media nacional, lo que ha impulsado la caja de la Agencia Tributaria en las delegaciones territoriales de la Comunitat. Los ingresos totales, así, han crecido un 12,8% entre enero y abril, según el último informe mensual de recaudación publicado por la AEAT a finales de mayo. Solo Castellón rompe esta tónica en el territorio autonómico.
Y es que en las comarcas castellonenses, los ingresos tributarios totales caen un 1,6% (487 millones) por el mal comportamiento del IVA, cuya recaudación retrocede un 40% respecto al mismo periodo del año pasado (frente a los 132 millones recaudados en el primer cuatrimestre de 2021, en este la cifra apenas ha rebasado los 79). Así, tal y como recogen las estadísticas difundidas por la Agencia Tributaria, esto señala directamente hacia una caída en el consumo en el primer cuatrimestre del año.
Esto ha dejado en saco roto el aumento de la recaudación por el IRPF (crece un 17,4% hasta superar los 327 millones, frente a los 279 de 2021) debido a que hay más personas cotizando a la Seguridad Social. En la vertiente contraria, también ha bajado la recaudación del Impuesto de Sociedades, que cae un 4,6% hasta los 68,8 millones. Es decir, las empresas están pagando menos por sus beneficios, lo que apunta a una caída de estos.
A pesar del mal funcionamiento de Castellón, el comportamiento en la Comunitat está siendo notable. Así, en el primer cuatrimestre del año, Hacienda ha ingresado en el territorio valenciano más de 6.200 millones de euros, frente a los 5.500 del mismo periodo de 2021. Un crecimiento impulsado sobre todo por el IRPF, que grava las nóminas y las pensiones contributivas, y el IVA, que está directamente relacionado con el consumo. Así, la recaudación por el impuesto sobre la renta ha crecido un 12,9% desde Orihuela a Vinaròs entre enero y abril, hasta los 2.782 millones de euros (2.465 hace un año).
En cuanto al IVA, la recaudación en las delegaciones territoriales valencianas ha ascendido a 2.585 millones de euros, un 13,2% más que en el primer cuatrimestre de 2021. Otros tributos sobre la actividad económica, como el Impuesto de Sociedades, también crecen pero menos: 431,7 millones de euros de ingresos netos hasta abril, un 3,8% más. Y los impuestos especiales aportan un 9% más que en 2021, con 95 millones.
En cuanto a las otras dos provincias, Valencia se acerca más a la media que Castellón con un 12,4% de incremento en la recaudación total (4.154 millones), del 10% en IRPF (1.870 millones) y del 15% en el IVA (1.712 millones).
En el caso de la provincia de Alicante se dan algunas particularidades respecto a la tendencia autonómica, con crecimientos más acusados. Así, la recaudación total crece más, un 19%, hasta 1.565 millones de euros. En cuanto al IRPF, el aumento en la recaudación es del 18% respecto al periodo enero-abril del pasado año, con 584 millones de euros de ingresos. Y en el caso del IVA, el crecimiento hasta abril es del 20%, con 793 millones de euros.