CASTELLÓ. Una década después de hacerse cargo de la secretaría del comité técnico del congreso Qualicer, Javier Rodríguez Ejerique, expone a Plaza Cerámica algunos de los elementos diferenciadores que hacen de esta cita bienal un evento más necesario que nunca. Si en Qualicer no pasarán desapercibidos los elementos que subyacen en el sector, con aquellas inquietudes que hoy oscurecen el panorama industrial -como es el enorme encarecimiento de la energía y las materias primas, los desafíos medioambientales- en las diferentes mesas y exposiciones se darán a conocer interesantes aportaciones que permitirán abrir nuevos escenarios de oportunidad que ayudarán a impulsar la calidad y competitividad del producto cerámico.
-¿Qué aspectos más relevantes nos depara este congreso?. ¿Y qué elementos considera más diferenciadores con respecto a otras ediciones?
Siempre es importante que se den dos cuestiones: que haya continuidad y que se den novedades. Lo uno sin lo otro no puede darse. Sin duda, en este congreso el tema más candente es todo lo que tiene que ver con la energía que, si bien ya venía anunciándose previamente por los objetivos 2030 y 2050, vuelve a ocupar una parte importante de la temática del congreso. En este sentido, hay que recordar, a modo de ejemplo, la intervención de Luis Hernández, presidente de Grespania, en la edición de 2018, en la que ya entonces nos manifestó la inquietud que generaba en la industria todo lo que rodea a los asuntos que tienen que ver con la transición energética, la descarbonización… y eso ya era evidente hace cuatro años.
-¿Y qué ha cambiado en estos cuatro años?
Pues hoy la novedad es que todo esto se ha acelerado y la preocupación es mayor, debido al enorme encarecimiento de la energía, de las materias primas, de los suministros… y por si fuera poco, estalla la guerra de Ucrania, lo que ha venido a crear una mayor tensión, si cabe. De este modo, el congreso viene a profundizar en las alternativas y de ahí que contemos, también a modo de ejemplo, con la conferencia de Federica Minozzi, CEO del Grupo Iris, que nos contará su experiencia en la fabricación con hidrógeno verde. También se hablará y mucho de la electrificación de los procesos productivos… Es decir, el asunto de la transición energética y descarbonización está muy presente en este congreso.
-¿De qué manera Qualicer nos prepara para el futuro?.
La transición energética cambiará en gran medida la industria que conocemos ahora. Hemos hablado del hidrógeno verde, de la fábrica eléctrica… todo eso se verá en Qualicer porque está en estudio y desarrollo. Creo que los cambios más importantes en la industria vendrán por ahí. Desde luego la digitalización va a seguir y se va a potenciar. Y todo esto en un marco global, que siempre hay que tener en cuenta. Los desafíos energéticos, de descarbonización… se deben siempre enmarcar en un contexto global, aunque hoy incida de modo especial en Europa. Es decir, los avances que se den en Europa, obligada por estas circunstancias tan especiales, tendrán una repercusión directa en el resto del mundo; pero al final lo que primará será la calidad del producto, será lo que te exija el mercado. Eso ocurrió, por ejemplo, con la impresión digital. Cuando salió esta tecnología no vino exenta de algunas reticencias en los conceptos y en la adaptación de las máquinas, pero al final se impuso de manera absoluta en toda la industria, precisamente por la calidad que ofrecía a los productos… Las cosas que se verán ahora en Qualicer, algunas de ellas fruto de la situación que estamos viviendo, van a definir la industria del futuro a largo plazo sin duda alguna.
-Venimos de dos años de una pandemia que lo ha trastocado todo, ¿ha sido un congreso especialmente complicado en su organización?
El proceso de preparación de un congreso se inicia nada más concluye la última edición. Nada más se cierran las puertas de un congreso comenzamos a trabajar en el siguiente. Siempre es importante que en la primera feria internacional tras Qualicer, que es Coverings, nos permita anunciar el nombre norteamericano que participará en congreso posterior. Eso lo hacemos después y de manera sucesiva en Cersaie y Cevisama, certámenes donde Qualicer siempre está presente. Es decir, en cada uno de estos salones vamos incorporando a participantes para la siguiente edición del congreso.
Lógicamente, organizar esta edición ha tenido una dificultad extra porque el 2020 no hubo Coverings -porque estábamos en plena pandemia- y esto ha dificultado la preparación, pero finalmente, por vía telemática, pudimos ya entonces arrancar los primeros compromisos. Es cierto que la falta de ferias o las restricciones que han alterado sus celebraciones nos han dificultado la organización, pero al final hemos podido cerrar un programa que creo que es de enorme interés para todos.
-¿Qué perfiles empresariales y profesionales nos ofrece el programa?
Los perfiles de gestión con los que contamos en el congreso son muy importantes; consejeros delegados, directores generales… ya para la misma mañana de apertura, y en la parte técnica tenemos nombres muy destacados en este ámbito. Es tan importante contar con estos primeros espadas en la gestión de las empresas, pero no lo es menos contar con perfiles técnicos, porque lo que buscamos en Qualicer no es solo anunciar las innovaciones que van a venir, vislumbrar el futuro y lo que va a ser la gestión, la tecnología, la calidad de la industria cerámica, sino establecer contactos, networking entre los distintos agentes de la industria y los diferentes eslabones de la cadena de valor para que todo esté en marcha de la mejor manera posible. De ahí que le demos mucha importancia al papel ejecutivo y al papel técnico. Lo uno sin lo otro es imposible.
-¿Se considera satisfecho con la respuesta en cuanto a la asistencia?
El ritmo de las inscripciones ha sido muy positivo. Antes de la pandemia andábamos siempre entre los 600 asistentes, medio millar era de procedencia nacional y el resto, extranjero. En esta edición, por las dificultades que hemos aludido, que venimos de un periodo de pandemia que aún está ahí, andaremos con números algo más bajos. No hay ido mal y estamos muy satisfechos por la respuesta conseguida ya que rondaremos la misma facturación en inscripciones que la que teníamos presupuestada inicialmente, por lo que alcanzaremos los números de 2020, previos a la pandemia.
-De manera lo más gráfica posible, ¿qué cree que aporta Qualicer hoy a la industria cerámica mundial?
Estamos en un momento en el que necesitamos, más que nunca, congresos como Qualicer. Aquí se conjuga la necesidad, la oportunidad, las ganas de vernos, la posibilidad de compartir experiencias, inquietudes… en un sector muy dado al contacto directo. Y todo esto hace que este congreso sea más necesario que nunca y cuya repercusión mundial no sabe de fronteras.
-¿De qué manera ha podido afectar la no celebración de Cevisama, feria que tradicionalmente antecede a Qualicer?
Cualquier balance debe circunscribirse ahora en un contexto que marca dos años de pandemia. El año que viene volverá Cevisama y todo irá finalmente por los cauces que debe ir siempre, al menos en lo que significa la organización y preparación de Qualicer. En esta ocasión creo que no nos afectará de manera negativa. Y sobre la opción telemática, que hemos mantenido, ésta siempre es una incógnita porque hasta el último momento no puedes saber el cómputo de las inscripciones en cuanto a asistencia.
-En esta edición se ha decidido que Javier Rodríguez Zunzarren, hasta ahora presidente del Colegio de Ingenieros Industriales, siga como copresidente de Qualicer. ¿Qué representa para Qualicer?
Pues lo es todo. Creador e impulsor. Desde 1989. Siempre de la mano de la Cámara de Comercio de Castellón y el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales se logró constituir un congreso muy singular, que lo aunaba todo dentro de la industria. No hay un evento de estas características en el mundo, tan transversal como este para una industria tan específica como es la cerámica. La visión que tuvo Javier Rodríguez Zunzarren, en particular, fue muy acertada y ha sido siempre un hombre que ha puesto mucha ilusión en el congreso. Siempre se ha volcado y el mayor premio que ha tenido Qualicer en todo este tiempo, además del Alfa de Oro, ha sido el reconocimiento general por parte del clúster, que reconoce que fue una iniciativa necesaria y muy interesante para la industria cerámica.
-¿Se sienten arropados por las instituciones?
Desde luego. Tenemos que agradecer el apoyo que siempre nos dan las instituciones, desde ayuntamientos, Diputación, Generalitat a través de su Conselleria de Economía. Qualicer es algo que nos atañe a todos y siempre nos sentimos muy arropados por parte de las organizaciones empresariales, instituciones, asociaciones profesionales y sociedad en general. Ya digo que Qualicer es un congreso que es de todos y a todos nos involucra.