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ENTREVISTA 

J.J. Vaquero: "Casi siempre soy yo el que pierde en mis monólogos"

25/06/2022 - 

CASTELLÓ. J.J. Vaquero tomó la difícil decisión hace años de convertirse en monologuista y cómico profesional. Un oficio, para nada sencillo, que como el mismo recomienda es mejor ocultar si vas a pedir un préstamo bancario. Ahora bien, en su caso, bien puede decir también que acumula una fructífera trayectoria. Además de haber participado en Comedy Central o El Club de la Comedia, Vaquero es rostro habitual del programa El Hormiguero y colaborador de Yu: No te pierdas nada. Un humor, el suyo, que engancha por basarse en las cosas más banales de la sociedad. 

El cómico visita este sábado Castelló como cierre de temporada del centro cultural La Bohemia, pero horas antes atiende a Castellón Plaza para profundizar un poco más en su trabajo y el tipo de humor que le gusta utilizar.

-Defiendes la risa espontánea, pero vienes de participar en un concurso de Amazon Prime-LOL- donde había que evitar a toda costa reírse para no quedar expulsado. ¿Cómo fue la experiencia?
-Tengo todavía heridas de morderme la lengua para aguantar. Precisamente porque la risa es espontanea fue tan difícil aquello. Si fuera premeditada, hubiera sido mucho más fácil. El concurso LOL tiene tanta miga porque de repente pasa algo que te provoca risa y tienes que aguantarte y utilizar mecanismos que a veces incluso te pueden "hacer daño".

-¿Hay cierta sensación de poder cuando se consigue hacer reír al otro?
-De bienestar. Desde que tengo uso de razón no me he sentido poderoso, ni nada parecido, haciendo reír, pero sí que sienta muy bien. Es una gozada. 

-¿Te sirvió de algo el paso del programa? ¿Cómo fue volver a los shows?
-Pues en realidad no he aprendido nada, pero sí que me ha permitido conocerme a mi mismo. Tengo la risa muy fácil, me río muy pronto. De hecho, cuando voy a ver a un compañero actuar me da hasta vergüenza porque me río tan pronto y tan fuerte que puede parecer pactado. Todos creían por eso que me iría el primero, pero nunca había estado en una tesitura parecida, de no poder hacerlo. Iba a sitios donde sí se podía y me ha gustado saber que sí que tengo capacidad de aguantar. No soy el mejor, como se ha visto, pero puedo. 

-En alguna ocasión has comentado que la vida cotidiana es tu mayor fuente de inspiración. ¿Es la mejor vía para no caer en un chiste muy manido?
-Lo que ocurre es que tenemos que escribir tanto, tantísimo, para tener material nuevo, que abrir un documento en blanco y pensar en qué escribir es muy complicado. Para mi, es más sencillo observar el entorno y reflexionar sobre lo que me parece gracioso. Esto da una base sobre la que escribir. Hay genios que son capaces de crear sobre la nada, pero no es el caso. 

-¿Cuál ha sido la tontería más graciosa que te ha pasado?
-Bueno, yo creo que mi anécdota de cabecera le pasó a mi mujer no a mi, pero es indiferente porque a cualquiera le puede pasar. Fuimos a un restaurante a cenar y ella se pidió un salmorejo. Total, que le trajeron un salmorejo pequeño pequeño, del tamaño de un petit suise. Y mi mujer que no es de hacer bromas, empezó a decir que se iba a empachar con eso, que le trajeran unas cucharas para que le ayudáramos. Y entre risas y risas le sacaron un salmorejo grande. Lo que había comido antes era el romescu que había pedido la mesa de enfrente. Fue muy gracioso porque nunca hace bromas y la broma le vino a ella. Es algo que a mi me ha pasado muchas veces y ese humor así testimonial es con el que la gente más empatiza. No se ríen de ella, sino de que lo que le pasó, porque nos puede pasar a todos. 

-¿Alguna vez te has sorprendido por sacar una carcajada cuando no la buscabas?
-Sí, a veces me ocurre que la gente se ríe más en la premisa del chiste que en el remate. Suelo arrancar con una situación diaria. Por ejemplo, una vez empecé contando que el director de las niñas me llamó, porque las tengo escolarizadas. Pues esto causo de repente la risa entre el público y yo ahí todavía no la estaba buscando, quería situarles para el chiste que venía después. 

-Personajes como Esperansa Grasia (Gemma Palacio en la vida real) han logrado dar el salto de TikTok a los escenarios. ¿Cómo vivís esto los humoristas ya establecidos? 
-Hay mucha gente ahora por redes sociales que llega a teatros y si tienen tantos seguidores para poder hacerlo me parece genial. Los escenarios están para todos y me parece guay. De hecho, hay algún 'tiktoker' que ha contactado con guionistas o monologuistas para que le cuenten cómo se pone en escena algo que nace en el interior de una habitación. Porque no es lo mismo hacer humor cuando no tienes público a cuando tienes una respuesta directa. 

-¿Qué aportan las redes sociales a un cómico reconocido?
-Es un medio de publicarte gratis. A partir de ahí, a la hora de crear contenido pues son muy diferentes entre ellas. Yo no pongo lo mismo en una red social que otra, porque también te lo marca el propio formato de la marca. No es lo mismo 140 caracteres que un video de 3 minutos. Esto te permite también llegar a públicos diferentes. Las cosas más frescas e infantiles las pongo en TikTok y las reflexiones o chistes políticos en Twitter. 

-Lo que también es cierto es que desde hace tiempo el humor desde lo femenino, desde el colectivo LGBTI+Q o el humor incluso de clase está ganando terreno. ¿En tu caso, trabajas para dar voz a otras realidades?
-Como empresario cuando organizo bolos sí que contrato a cómicos de diferentes colectivos, pero como monologuista hago mis mierdas. Me baso mucho en mí mismo y en mi familia. Casi siempre soy yo el que pierde en mis monólogos.  

-¿Te has arrepentido de algún chiste?
-Muchísimo. Es una mierda, pero hay que seguir para adelante y cuando se puede, pides perdón. Si es una persona pública a la que conozco y creo que me he equivocado, intento localizarle. Si es anónima, que a veces me ha pasado en el teatro, pues todavía peor porque no puedo decirle nada.

-Además de humorista eres guionista y entre otros espectáculos has trabajo para la Gala de Los Goya. ¿Cómo prepara uno un acontecimiento como este?
-Estuve los tres años que lo condujo Dani Rovira, con lo cual, lo único que hice fue apoyarle. Fue mucho trabajo en poco tiempo, pero estaré para todo lo que él se proponga.

-Dedicarse a la escritura debe ser complicado: ¿Se vive mejor de guionista o de humorista?
-A mí me gusta más ser humorista, pero cuando voy al banco a sacar una hipoteca digo que soy guionista porque suena más estable y parece una profesión. 


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