MURCIA. Mi sentimiento con los miedos es que, si los expresas, pueden hacerse realidad. Soy lo suficientemente supersticioso como para creer en eso. “La idea surge de forma súper natural, estamos abriendo un espacio en Madrid (llevamos unos meses involucrados en ese proyecto) y al mismo tiempo estaba generando los moods de la siguiente cápsula, por lo que pensé que necesitábamos una colección que nos trajese suerte. Y con esa idea en la cabeza se transformaron todos los moods y se re-dirigieron a ese concepto, elementos esotéricos y amuletos que nos ayuden a encauzar el destino”, me confesó el eldense Juan Vidal para presentarme su colección Fortune, una nueva propuesta en la que feminidad y verano se mezclan, juegan, conviven. “Es agotador ser supersticioso” añadía el diseñador entre risas. La superstición va mucho más allá de un sentimiento pasajero, te persigue, te acompaña durante toda tu trayectoria. Los que lo somos sabemos de qué hablamos.
Juan Vidal es una mezcla perfecta entre Balenciaga y Franco Moschino. Siempre le he definido así. “Lo primero de todo agradecido por la comparación, son dos grandes referentes dentro de mi formación. La ejecución de Cristóbal Balenciaga es intachable y su estilo un hito dentro de la historia de la moda, es tal su nivel de perfección que prefiero sentirlo como un modelo aspiracional. Por otro lado, Moschino era el diseñador de cabecera de mi madre, he crecido rodeado de su ropa. Quizás por eso entiendo su ironía pero no la comparto, yo me considero más sutil en ese aspecto.” Inspirado por la calle, el cine, la moda que le rodea y sin una idea clara de qué le inspira, Vidal se mueve entre dos puntos y máximos exponentes de la moda internacional que le han hecho posicionarse, al final, en un sello referencia en cuanto hablamos de Made in Spain.
Fortune, su vuelta al ruedo de la moda es un viaje entre diversas tonalidades. La parte más oscura pretende realzar una serie de elementos multicolor muy diferentes entre sí, hay desde elefantes a flores de loto, herraduras, y otros amuletos que necesitaban recopilarse en un mismo estampado sobre un mismo fondo, así que se decidió que fuese negro como el color de la noche. Mientras que la parte conocida como Manila, inspirada en los mantones –haciendo alusión a la indumentaria relacionada con las lectoras de la buenaventura– se ha realizado en dos versiones, uno coincidiendo con la apuesta de color del lucky print –estampado de la suerte–, de fondo negro, y la otra combinando el naranja con el rosa, por ser dos colores vinculados a la buena energía y que al mismo tiempo me recuerdan a los atardeceres de verano y evocan una nostalgia íntima y cercana.
Entre sus piezas, su icónico vestido conocido como Médula Espinal. “El vestido es por lo que más nos buscan, es cierto que hay múltiples opciones de vestidos dentro de mi imaginario, pero algunos de ellos se han convertido en best sellers y soportan el peso de la colección”, admitía el modisto. El vestido, tratando de jugar con el cuerpo, dibuja una –o varias– rosas en la zona que cubre el pecho y abdomen, desplazando el movimiento hacia abajo y desdibujando un perfecto corte recto con el recorrido de la que podría ser la médula espinal.
Hablamos de moda como si fuera un agente que trabaja por separado de otras disciplinas y en realidad, esta, se relaciona diariamente con nuestro todo y a la vez, con la filosofía y el arte. En un mundo en el que nuestra intimidad se vuelve pública, Juan Vidal nos vuelve a sorprender con su famosa camiseta Lulú, en la que un sujetador de encaje aparece serigrafiado sobre el pecho. Un guiño al pasado en el que, en 2019, conquistó la pasarela con este lema. “Ha vuelto porque la nueva fórmula de trabajo nos lo permite, es muchísimo más libre. Puedo permitirme el lujo de rescatar piezas anteriores y hacerlas convivir con las actuales. La camiseta Lulú tuvo una gran aceptación cuando la lanzamos para el verano 2019, fue diseñada en el 18 y actualmente hemos visto múltiples versiones, por lo que nos dijimos que igual es el momento de rescatarla, además había un lema bastante interesante detrás de ella, La intimidad se vuelve pública, metafóricamente hablando sobre la sobreexposición en las redes sociales, y a su vez un símbolo de empoderamiento femenino, esta vez la camiseta es básica y recta, por lo que vale para cualquier género”, describe.
Supersticioso, perfeccionista y creativo son tres adjetivos que usaría para definir a Juan Vidal. “Disfrutar la moda de una forma seductora” aparece cuando abres su página web. Y cuando se lo dije, me respondió: “La moda es un arma de seducción, por supuesto también cumple otras funciones, pero el deseo y la seducción me divierten”.
Y así, sin más, entre gasas, sedas, colores y mucha suerte, Juan Vidal.