CASTELLÓ. La cruz no deja impasible a nadie en el barrio Rafalafena de Castelló. El monumento que se alza desde la noche del miércoles en la parroquia Santo Tomás de Villanueva genera debate entre los vecinos. El lábaro, todavía protegido con el encofrado y sujeto mediante contrafuertes, levanta expectación. Durante este jueves, primer día en el que la estructura resulta visible, cientos de curiosos han ido desfilando por las inmediaciones del santuario, cerrado, para observar la pieza de seis metros de altura y tres de larguero.
La división de opiniones constata la controversia que rodea el traslado de la cruz, extraída del parque Ribalta en aplicación de la ley de Memoria Democrática al ser considerada como un vestigio del franquismo. "Me parece bien que esté aquí. No molesta a nadie y está en una iglesia. De los temas políticos prefiero no valorar", señala P. R. G, de 72 años de edad y residente en la calle Moncofa.
Por el contrario, J. V. F., de 67 años y vecino de Columbretes, critica la decisión del Acord de Fadrell de haber sacado el monumento del parque. "No estoy de acuerdo con que se haya traído aquí. No pinta nada. En Ribalta estaba bien", señala.
También los hay que, al margen del hecho curioso, se muestran indiferentes. Para F. L. J., de 53 años y con domicilio en la calle Rafalafena, "me da igual sinceramente que la cruz esté en la iglesia del barrio. He venido para cotillear y ver cómo ha quedado, porque llama la atención", asegura sin profundizar en más cuestiones.
En vista de que este viernes es festivo y que se avecina un puente, la adjudicataria de retirar la cruz. Vainsa Infraestructuras, no prevé retirar los refuerzos y el encofrado hasta la semana próxima. De hecho, este jueves la mercantil dio descanso a los operarios tras la interminable jornada del miércoles, con más de 15 horas de trabajo para colocar el lábaro en su nueva ubicación.
Por la complejidad técnica que requirió entablillar la estructura, cortar la base del fuste, alzar la pieza con la grúa, depositarla en el camión, transportarla y finalmente instalarla en la plataforma de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, la empresa alargó las operaciones hasta prácticamente la madrugada. Ese empeño por culminar la primera fase del proyecto en un mismo día obedeció a la necesidad tanto de cumplir el calendario de ejecución como de reducir al máximo el riesgo de incidentes.
En este sentido, hasta que el monumento se sacó de Ribalta (sobre las 19.15 horas), las protestas se sucedieron con situaciones de tensión al producirse rifirrafes dialecticos entre partidarios de la medida y detractores. El amplio despliegue de seguridad en el parque, con más de 30 agentes entre la Policía Local y la Nacional, evitó incidentes. El momento de mayor tirantez se produjo con la irrupción de la comitiva de Compromís, cuyos componentes recibieron amenazas e insultos. También hubo varios intentos de saltarse el cordón policial para tratar de frenar las obras. Sin embargo, la rápida intervención de los agentes impidió que esos episodios fueran a más.
Ahora, sin la cruz en Ribalta, la adjudicataria se centrará en acometer el resto de las fases del proyecto. Las tareas recuperación del jardín que existió en 1926 tienen una duración de seis semanas. Se trata de restaurar una zona con especies de las que se tiene constancia, pero que no existen en la actualidad.
Primero se realizarán movimientos de tierras que comprenden la eliminación del pavimento existente y la base del mismo hasta llegar a terreno natural. A continuación, se procederá a las intervenciones en materia de albañilería y riego, con la colocación del bordillo, adoquinados, pavimentos varios y bancos; y la implantación de los mecanismos necesarios para realizar el riego, con conexión al sector de riego existente.
En último término, se colocará la jardinería con la plantación de árboles, arbustivas y tapizantes. Por ejemplo, cedros (Cedrus deodara), cedros japoneses (Cryptomeria japonica) o pinos canarios (Pinus canariensis). Otras variedades incluidas en la memoria son laureles cerezo (Prunus laurocerasus), tejos comunes (Taxus baccata) y geranios de California (Senecio petasitis). Todas estas actuaciones deberán culminarse antes de marzo.